Portugal ha decretado el confinamiento de 19 de los 24 distritos del área metropolitana de Lisboa, según el diario portugués Público. Con esta medida, la capital lusa da marcha atrás en la desescalada por los nuevos brotes en la zona de la capital.
En contexto: las autoridades portuguesas han registrado 311 casos más en las últimas 24 horas, con la región de Lisboa como epicentro. Con estos nuevos casos, el total de contagiados en Portugal ascienden hasta 40.415. También se han notificado seis nuevos fallecimientos, lo que eleva el número de víctimas mortales a 1.549.
El Gobierno luso ha decidido adoptar estas medidas a pesar de las palabras del presidente, Marcelo Rebelo de Sousa, que el día anterior declaró que no existía «descontrol» por el aumento de contagios por coronavirus[contexto id=»460724″]. De momento, Portugal ha controlado eficazmente la pandemia, y el número de víctimas mortales en el país ha sido notablemente inferior a los fallecidos en países de su entorno. La mayoría de los casos portugueses se han concentrado en la región del Norte y en la de Lisboa.
A pesar de que el Gobierno portugués levantó el estado de alarma el día 1 de junio, las autoridades se han visto obligadas a tomar medidas restrictivas en la región de Lisboa y el valle del Tajo. Los ciudadanos que viven en las zonas afectadas solo podrán salir para ir a trabajar, a comprar comida o medicamentos. Las zonas donde se ha decretado el confinamiento concentran el 75% de nuevos casos. A la vista de estos datos, las autoridades decretarán nuevas medidas para controlar la pandemia.
Estas nuevas medidas se sumarían a las decretadas el lunes, que incluyen la cancelación de eventos y la prohibición de celebrar reuniones de más de diez personas. Asimismo, los comercios (a excepción de los restaurantes) deberán cerrar las 20:00 horas y se trabajará en evitar las fiestas y botellones en la calle celebrados en los últimos días. Por último, el Gobierno ha explicado que se reforzará la vigilancia policial.