El juez Llarena rechaza la entrega de Puigdemont solo por malversación
El juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, ha rechazado la entrega a España del expresidente Carles Puigdemont solo por el delito de malversación, al retirar la euroorden que pesaba contra él, lo que abre la puerta a que el exidirigente catalán permanezca hasta 20 años fuera de España.
El juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, ha rechazado la entrega a España del expresidente catalán Carles Puigdemont solo por el delito de malversación, como planteaba la Justicia alemana, y ha retirado la euroorden que pesaba contra él. Puigdemont permanecerá en libertad, pero si regresa a España será automáticamente arrestado, al estar vigente la orden de detención nacional, hasta pasados un mínimo de 20 años, que es lo que tarda en prescribir el delito de rebelión por el que está procesado.
Llarena responde así en un auto a la decisión de la Audiencia Territorial de Schleswig-Holstein que hace una semana resolvió a favor de la extradición de Puigdemont por un presunto delito de malversación de fondos, pero no por el de rebelión.
Llarena destaca «la falta de compromiso» del tribunal alemán con unos hechos que podrían haber quebrantado el orden constitucional español, y estima que con su decisión ha anticipado un enjuiciamiento para el cual no tiene cobertura normativa, sin sujetarse ni a los preceptos de la Decisión Marco sobre la Orden de Detención Europea, ni a la jurisprudencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, ni al Manual sobre la euroorden elaborado por la Comisión Europea.
Para el magistrado español, el control de la doble tipificación debería haberse limitado a comprobar si los hechos descritos por la jurisdicción española están contemplados en la legislación penal de Alemania, y si justificarían por ello que, de haberse perpetrado en dicho país los hechos que se sospechan, se impulsaría una investigación penal semejante a la que se sigue en España.
Retiradas las órdenes contra Puig, Comín, Serret, Ponsatí y Rovira
Llarena también ha decidido retirar las órdenes europeas e internacionales de detención contra los exconsejeros fugados Antoni Comín, Clara Ponsatí, Lluís Puig y Meritxell Serret, además de la de la secretaria general de ERC, Marta Rovira. No obstante, estas órdenes se pueden reactivar en el futuro e, incluso, dictar otras nuevas.
Llarena lo hace porque las decisiones de Bélgica -sobre tres exconsejeros- y Alemania respecto de Puigdemont «no sólo cortocircuitan la operatividad del instrumento de cooperación internacional que hemos impulsado, sino que deterioran indebidamente la indiciaria apreciación de responsabilidad que recoge la investigación y un auto firme de procesamiento», se puede leer en el auto.
Reacciones a la decisión de Llarena
Puigdemont ha subrayado que la retirada de las euroórdenes es la «demostración de la debilidad inmensa de la causa judicial» y ha reclamado de nuevo la puesta en libertad de los presos por el procés.
«Hoy es un día para reclamar con más fuerza que nunca la libertad de los presos y presas políticas. Retirar las OEDE (órdenes europeas de detención y entrega) es la demostración de la debilidad inmensa de la causa judicial», ha escrito en su cuenta de Twitter.
Avui és un dia per reclamar amb més força que mai la llibertat dels presos i preses polítics. Retirar les OEDE és la demostració de la feblesa immensa de la causa judicial. Revocar la presó preventiva seria la demostració que la justícia espanyola comença a actuar com l’europea.
— Carles Puigdemont 🎗 (@KRLS) 19 de julio de 2018
Por su parte, Junts per Catalunya (JxCat) ha reaccionado con sonoros aplausos al conocer, en plena reunión de grupo y en conexión por videoconferencia con el expresident, la decisión de Llarena. También los principales portavoces de ERC en el Parlament y el partido, Sergi Sabrià y Marta Vilalta, han coincidido en considerar que el juez «ha hecho el ridículo» al retirar las euroórdenes y ha exigido la puesta en libertad inmediata «de los presos políticos y exiliados».