Los drones combaten la malaria en Tanzania
A nivel mundial, la enfermedad infecta a más de 200 millones de personas anualmente y es responsable de matar aproximadamente a 500.000 cada año.
Zanzibar es un archipiélago de Tanzania frente a la costa de África Oriental donde desde hace años se está librando una larga batalla contra la malaria. A nivel mundial, la enfermedad infecta a más de 200 millones de personas anualmente y es responsable de matar aproximadamente a 500.000 cada año.
Los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la ONU impulsaron una serie de campañas a gran escala en todo el África subsahariana para combatir la malaria. Distribuyeron millones de mosquiteros y suministraron insecticidas para rociar los hogares de todas las comunidades. Ahora los epidemiólogos buscan acabar completamente con esta epidemia fumigando en zonas exteriores, para ello han acudido a los drones, una parte crucial de su arsenal, con los cuales quieren fumigar aquellas zonas pantanosas como canales de los ríos, alcantarillas u arrozales, donde los mosquitos suelen depositar sus huevos.
Un dron comercial (en este caso, DJI’s Phantom 3) puede cubrir un gran arrozal en 20 minutos. Así, en cuestión de horas puede rociar zonas problemáticas y evitar así que comiencen nuevos brotes. Ahora, según la Universidad Aberystwyth de Gales y el Programa de Eliminación de la Malaria Zanzíbar de Tanzania, el siguiente paso es llevar las imágenes de drones a los teléfonos inteligentes para guiar a los equipos de rociadores y rastrear su progreso. De esta forma, en lugar de tener solo una idea general de a dónde ir, los rociadores pueden dirigirse hacia las áreas afectadas e informar cuando terminen.
Desde que la ONU puso en marcha todas estas iniciativas se ha producido una disminución notable en la prevalencia de la enfermedad. Algunas áreas de Zanzíbar han visto disminuir los niveles de prevalencia del 40% de la población con malaria a menos del 1%.