Los médicos anuncian movilizaciones para exigir la especialidad de Urgencias

La Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES) ha anunciado «una etapa de reivindicación permanente hasta que se cree la Especialidad de Medicina de Urgencias y Emergencias» en España. Esta medida, informan los médicos en un comunicado, se concretará en la adhesión a la manifestación de protesta convocada por la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos del próximo 7 de marzo y en «jornadas de paros selectivos de 24 horas en todos los servicios de Urgencias y Emergencias de toda España». El colectivo ha dicho que estos paros se irán anunciando en el futuro.

De momento, SEMES no ha fijado una fecha concreta para iniciar estos paros. «Estaremos muy atentos al curso de los acontecimientos políticos y, cuando lo consideremos oportuno, los convocaremos», ha explicado a The Objective el presidente de SEMES, el doctor Juan González Armengol. «Hace ya mucho tiempo que nuestra gente nos está pidiendo que demos este paso, al que nos resistíamos, por el profundo sentido de la responsabilidad que tenemos en esta especialidad», ha contado vía email a este diario. Y ha lanzado una advertencia: «Si en Urgencias y Emergencias queremos, la Sanidad se colapsa en horas. Eso lo sabemos. Y sin perjudicar al ciudadano. Y pensamos que será bueno que ocurra esto como aviso».

Recursos contencioso-administrativos

SEMES ha anunciado también «el inicio de los trámites para sendos recursos en la Vía Contenciosa Administrativa, contra el Gobierno de la Nación, ante los tribunales españoles y contra el Reino de España, ante a la Comisión Europea, por vulneración sistemática de derechos fundamentales, en representación de todos aquellos profesionales que lo deseen». Además, la entidad ha adelantado también que se llevarán campañas de sensibilización dirigidas a la ciudadanía.

Los médicos han anunciado estas medidas «ante la gravísima falta de médicos en estos servicios y el derecho de los pacientes a recibir una atención segura y de calidad». Los profesionales subrayan que «no se reclama más dinero», sino únicamente «el reconocimiento regulado por la Ley española como única garantía de seguridad a la propia población». Armengol añade que esta situación, además de «atentar contra la dignidad de los pacientes», supone distintas dificultades en el día a día del trabajo de los médicos de Urgencias: «Un médico no formado puede no dar la respuesta debida a cualquier problema que pueda surgir en su trabajo». Además, añade que aleja a los estudiantes con vocación por esta especialidad y los empuja a otras ramas de la medicina: «Al no haber vocaciones que tengan la oportunidad de hacer este programa de especialidad, simplemente nos estamos quedando sin médicos».

Los facultativos consideran que es «imprescindible una formación reglada» en esta materia y hacen hincapié en que «la legislación española, en convergencia con lo contenido en la normativa europea, recoge claramente cómo debe ser esta formación de cinco años, sin que se haya producido esta decisión por parte de los responsables de los diferentes Ministerios de Sanidad hasta el día de hoy».

La no existencia de la especialidad «afecta a la movilidad de los médicos», denuncia Armengol. «En Europa y fuera de ella están regulados los periodos mínimos de formación de cada especialidad. La de Urgencias, desde 2005, son cinco años. Si no acreditas esa formación, no te homologan y no te reconocerán esa titulación. Es decir, nuestro propio país, al incumplir con la legislación europea, nos discrimina«, lamenta.

Para SEMES, el gabinete de Sanidad es «el máximo responsable de este vacío formativo». Armengol, por su parte, denuncia que, además de haber una base legal, han existido distintos compromisos por parte de seis extitulares de este departamento: Ana Pastor, Elena Salgado, Bernat Soria, Trinidad Jiménez, Leyre Pajín y Carmen Montón. «Si desde hace años existe un absoluto consenso profesional, social, administrativo jurídico y político y no ha ocurrido es porque hay personas dentro o en el entorno de la administración que presionan para que esto no se produzca, incluso abusando de sus cargos administrativos», dice Armengol. «Por supuesto, sirviendo a sus propios intereses y al margen del interés general. Y eso ocurre con mayor o menos intensidad desde años».