Este es el pueblo de España donde nunca ha tocado 'El Gordo' de la Lotería de Navidad
El pueblo de llama El Gordo en Cáceres, el origen de su nombre se debe al apellido de muchos de sus habitantes
El Gordo, Cáceres. | EUC
La Lotería de Navidad es una tradición profundamente arraigada en la cultura española. Celebrado cada 22 de diciembre, este sorteo extraordinario ha sido parte de la vida de millones de españoles durante siglos. Más que una simple apuesta, la Lotería de Navidad se ha convertido en un ritual que une a familias y amigos, y que marca el inicio de las celebraciones navideñas.
Su origen se remonta a principios del siglo XIX, y desde entonces ha evolucionado hasta convertirse en uno de los sorteos más esperados y seguidos del mundo.
¿Qué ciudades han recibido El Gordo?
«El Gordo» de la Lotería de Navidad, el premio más codiciado del sorteo, otorga 4 millones de euros por serie desde 2011.Sin embargo, hay que tener en cuenta que Hacienda retiene una parte de este premio en concepto de impuestos. A pesar de que el premio y el precio del décimo llevan años sin cambiar, la ilusión por conseguirlo sigue intacta.
A lo largo de su historia, Madrid y Barcelona han sido las ciudades más afortunadas, seguidas de Sevilla, Bilbao, Zaragoza, Valencia, Cádiz y Málaga.
¿Dónde no ha tocado?
A pesar de su nombre, el municipio español de El Gordo, situado en Cáceres, aún no ha tenido la suerte de llevarse el primer premio de la Lotería de Navidad. El origen de su nombre se debe al apellido de muchos de sus habitantes, de origen abulense.
Geográficamente, El Gordo presenta una peculiaridad: para acceder a él desde Cáceres, es necesario pasar por la provincia de Toledo. Esta situación se debe a la configuración del terreno y a la presencia del embalse de Valdecañas, que rodea casi por completo al municipio.
‘El Gordo’: más que una tradición
En ‘El Gordo’, la Lotería de Navidad es mucho más que un simple sorteo. Es un ritual que se transmite de generación en generación, impregnando cada rincón del pueblo de ilusión y esperanza. Desde semanas antes del 22 de diciembre, el ambiente se vuelve festivo.
Los vecinos se reúnen en los bares, las plazas y las tiendas para comentar los números, compartir anécdotas y soñar con la posibilidad de ganar el Gordo. La compra de décimos se convierte en un acto social, una excusa para estrechar lazos y fomentar la comunidad.
El día del sorteo, el pueblo entero se paraliza. Los corazones laten al ritmo de los bombos y las pelotas, y cada número cantado provoca una explosión de alegría o de resignación. Aunque no haya una administración oficial, la tradición se mantiene viva gracias al ingenio y la solidaridad de los vecinos, que se organizan para conseguir décimos y compartir la suerte. En ‘El Gordo’, la Lotería de Navidad es mucho más que un juego de azar; es un símbolo de unión, de esperanza y de la magia de la Navidad.
