Lula da Silva afirma que fue a la cárcel en lugar de al exilio para poder “probar la mentira” en su contra
«Podría haber ido a una embajada, a otro país, pero precisaba probar la mentira y que Sergio Moro no era un juez, sino un canalla», ha dicho
El expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva ha afirmado este sábado que optó por ir a la cárcel tras ser condenado “injustamente” en lugar de elegir el exilio porque necesitaba “probar la mentira” en su contra.
«Podría haber ido a una embajada, a otro país, pero precisaba probar la mentira y que Sergio Moro (hoy ministro de Justicia y juez que le condenó en su momento) no era un juez, sino un canalla», ha dicho Lula frente a la sede del sindicato metalúrgico de Sao Bernardo do Campo, un día después de ser liberado gracias a una decisión del Tribunal Supremo.
En el lugar, el mismo en que Lula se atrincheró en abril de 2018 y resistió durante dos días la orden de prisión en su contra, se han congregado miles de personas y toda la dirección del Partido de los Trabajadores (PT), así como dirigentes de otras fuerzas del arco progresista nacional y diversos movimientos sociales.
Tras dedicar unas palabras a sus seguidores, el expresidente ha dicho que al ir a la cárcel actuó como quien «tiene claridad sobre lo que quiere en la vida y lo que representa, y también tiene la claridad de que sus captores están mintiendo». El exmandatario ha subrayado que «si hubiera salido de Brasil» cuando se ordenó su prisión, después de una condena ratificada en segunda instancia, «sería tratado como fugitivo», y que para «demostrar sus mentiras» decidió «ir bien cerca de ellos».
En cuanto a los procesos judiciales que todavía tiene abiertos, los ha calificado de “una mentira tras otra” y ha asegurado que tiene “la conciencia tranquila” y que se siente “libre como un pajarito”. «Duermo con la conciencia tranquila de los hombres justos y honestos» y «dudo que Moro duerma así, que los fiscales duerman así, que Bolsonaro duerma así», ha dicho.
Estas palabras llegan un día después de que un juez de ejecución de penas autorizara el viernes la liberación de Lula da Silva, que cumple desde abril de 2018 en Curitiba, en el sur del país, una pena de ocho años y diez meses de cárcel por corrupción. El juez determinó que ya “no existen fundamentos para la ejecución de la sentencia”, después que el Tribunal Supremo decidiera el jueves que nadie puede ser encarcelado mientras tenga recursos legales disponibles.