Desde el pasado domingo 27 de diciembre, cuando comenzó la vacunación en toda Europa, Madrid solo ha administrado la primera dosis a 3.090 personas –de las 48.750 que ha recibido y recibirá cada semana hasta marzo– y en Cataluña solo se han puesto 7.700 de las 60.000 que llegaron en la primera remesa de la farmacéutica Pfizer/BioNTech. Las cifras suponen un 6% de las dosis recibidas esa semana en la Comunidad de Madrid y un 13% en Cataluña.
Por qué es importante: este lento arranque pone en duda el objetivo de vacunar al 70% de la población española para final de verano. La vacuna de Pfizer debe suministrarse dos veces, con 21 días de diferencia, y es después de 7 días cuando se alcanza la inmunización, es decir, a los 28 días del primer pinchazo.
La Generalitat contaba con tener vacunadas en las primeras dos semanas a las 104.000 personas que viven y trabajan en las 1.408 residencias de Cataluña. El Gobierno regional de la Comunidad de Madrid se había puesto una meta de vacunación semanal de solo 24.375 personas hasta el 21 de enero, es decir, la mitad de las dosis que recibirán cada semana. Como la vacuna de Pfizer necesita dos dosis, han decidido guardar la mitad.
Desde ambas regiones aluden a «problemas logísticos y dificultades en los trámites». En el caso de Cataluña, apuntan al hecho de que muchas neveras para transportar las vacunas quedaron atrapadas en el túnel de Calais durante el cierre fronterizo con el Reino Unido.
Las fechas navideñas, con la reducción de personal en los equipos de vacunación, la necesidad de consentimiento de los familiares para vacunar a la gente mayor que vive en residencias o el que éstos hayan pasado las fiestas en sus casas son otras de las circunstancias que ambos gobiernos han empleado como justificación.
Sanitarios consultados por el diario El País aseguran que se han encontrado con otros problemas, como deficiencias en los materiales. Al principio, por ejemplo, las jeringuillas recibidas no les permitían regular la dosis.
El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Antonio Zapatero, aseguraba el pasado sábado en una rueda de prensa que la semana que viene acelerarán el ritmo para vacunar a unas 15.000 personas.
Los expertos sanitarios urgen a acelerar la campaña de vacunación. «A 60.000 vacunas semanales, tardaríamos 3 años para las dos dosis a 5 millones de personas en Cataluña. Podríamos adquirir muchas vacunas de Oxford-AstraZeneca y apretar el acelerador», ha afirmado Àlex Arenas, profesor de física computacional de la Universidad Rovira i Virgili (URV) de Tarragona, quien ha alertado de que «urge acelerar el proceso de vacunación».
Otros miembros de la comunidad científica apoyan esta visión. «Tenemos que vacunar como si nos fuera la vida, porque nos va», ha asegurado el experto en estadística Gerard Giménez i Adsuar en Twitter. También ha recordado que Menorca ha administrado medio millar de vacunas de la COVID y tiene 94.000 habitantes, lo que supone que ha puesto siete veces más vacunas pro cápita que Cataluña.