El cabeza del programa nuclear iraní, Mohsen Fakhrizadeh, y jefe de la sección de investigación e innovación del ministerio de Defensa, ha sido asesinado en la calle en Absard, una ciudad cerca de Teherán, tal y como ha informado el Ministerio de Defensa del país en un comunicado. Al parecer, Fakhrizadeh fue atacado por varios individuos, que se enfrentaron a tiros con su equipo de seguridad, según el comunicado. Uno de sus guardaespaldas ha resultado herido.
Por qué es importante: se desconoce por el momento la autoría del ataque, pero se trazan ciertos paralelismos con los asesinatos de otros científicos nucleares iraníes registrados entre 2010 y 2012 en el país.
Las autoridades iraníes acusaron entonces al Mosad, agencia de inteligencia israelí, de estar detrás de esos asesinatos, cometidos mediante bombas colocadas en los vehículos de los científicos o con disparos.
Para evitar que Teherán se hiciera con la bomba atómica, se firmó en julio de 2015 un acuerdo entre Irán y seis grandes potencias para limitar el programa nuclear iraní. Este acuerdo, conocido como JCPOA en sus siglas en inglés, está muy debilitado desde que Estados Unidos se retiró del mismo y volvió a imponer sanciones a Irán.