Un presentador de TV3 afirma que el racismo contra Vinicius es culpa del 1 de octubre
Xavier Valls sostiene que cuando se permitió que la Policía evitara el referéndum de independencia, se dio carta blanca a los delitos de odio
Calle de TV3.
Un presentador del canal deportivo de TV3, Esport 3, tiene una nueva teoría sobre el porqué de los insultos racistas al jugador del Real Madrid Vinicius Jr.: las cargas policiales del 1 de octubre de 2017 en Cataluña. Su propuesta –muy criticada en redes sociales– afirma que desde que «personas uniformadas» golpearon a «ciudadanos pacíficos», se dio carta de libertad a los delitos de odio.
Xavier Valls, uno de los rostros más reconocidos en la cadena y uno de los grandes periodistas deportivos del ente público, quiso comenzar su programa Esport3 con un particular monólogo en el que, en un tono tranquilo, defiende que el día que la Policía intervino para evitar que se votara el referéndum de independencia, se dio barra libre a los ataques contra ciudadanos bajo el lema «a por ellos».
«De aquellos polvos, estos lodos. Cuando se normalizó el ‘a por ellos’ animando a hombres uniformados a atacar a ciudadanos pacíficos, se dio carta de naturaleza a los delitos de odio. Uno de los más execrables es el racismo, que es una de las marcas de fábrica del fascismo», comienza Valls. El periodista hace referencia a las cargas policiales que se dieron en algunos puntos de Cataluña durante el intento de referéndum ilegal.
Por si fuera poco, el periodista continúa con su rocambolesca teoría. «Ojalá el ‘caso Vinicius’ sirva para acabar con esta lacra, pero viendo cómo ahora algunos de los que se rasgan las vestiduras son los mismos que desde hace tiempo blanquean y dan espacios a los discursos de la intolerancia, hace pensar que no es suficiente con señalar a los cuatro descerebrados de los campos de fútbol», cierra.
Valls es un viejo conocido de la cadena, en especial por sus ataques al constitucionalismo y su marcado perfil político a pesar de dirigir un programa deportivo. Ha llegado incluso a pedir a través de las redes sociales que no se sigan los partidos de la selección española por ser «un estado opresor» o que haya llamado «enemigo» al Constitucionalismo.
