El Gobierno enfría la concesión de la nueva TDT a la espera de que se resuelva la guerra en Prisa
La cúpula del editor de ‘El País’ sigue enfrentada y sin decidir si participarán en el concurso que adjudicará la televisión
El Ministerio para la Transformación Digital, todavía en manos de Óscar López, ha echado el freno al proceso para conceder la nueva licencia de televisión en abierto que contempla en Plan Técnico Nacional de TDT. Las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE indican que las prisas iniciales han dado paso a una pausada tramitación burocrática, lo que no significa que se haya abortado la adjudicación, sino que simplemente se han alargado los plazos desde primeros de 2025 hasta otoño o invierno del próximo año.
Este freno tiene mucho que ver con los retrasos que está teniendo el grupo Prisa y su director de contenidos, José Miguel Contreras -principales candidatos a quedarse con la licencia- para cerrar el proyecto. A estas alturas del año, la cúpula del grupo de medios sigue sin dar el plácet oficial a participar en el concurso, a la espera de que nuevos inversores puedan costear parte de la elevada inversión que se necesita para sacar adelante una cadena de televisión en abierto.
Contreras lleva más de medio año intentando convencer al presidente del grupo, Joseph Oughourlian, y pese a las presiones de Moncloa, no lo ha conseguido. En las últimas semanas, incluso se ha intensificado el enfrentamiento dentro de la compañía entre quienes quieren que salga adelante la TDT y los que apuestan por la prudencia económica. Hay quienes hablan de guerra interna dentro del editor de El País por la lucha de poderes en sus altos directivos, divididos entre la opción de tener una televisión que les refuerce como un grupo multimedia y los riesgos económicos que esta inversión representa.
Apoyos para la TDT
La última información publicada por este diario hablaba de que Oughourlian pidió a Contreras que consiguiese un socio industrial que rebajase la factura del canal -unos siete millones de euros al año como mínimo-, una tarea en la que el equipo del asesor mediático de Pedro Sánchez no ha conseguido tener éxito. Siguen sobre la mesa las opciones de grupos latinoamericanos, argentinos, mexicanos o colombianos, la mayoría partners de Prisa en Latinoamérica, pero hasta la fecha nadie ha dado el paso ni ha confirmado que vaya a embarcarse en el proyecto.
Por su parte, Contreras también ha buscado inversores por separado con el objetivo de montar un proyecto en solitario y sin Prisa, pero tampoco lo ha conseguido. Esto supone que -pese a que ha tanteado a productoras y presentadores para su nueva cadena- sin la autorización de Prisa no puede participar en el concurso. En este entendido, desde el Gobierno no quieren dar pasos en falso y prefieren ralentizar la adjudicación hasta no tener la certeza de que Prisa o Contreras se presentarán, tanto como para montar una nueva cadena como para -en el peor de los casos- plantear un alquiler transitorio.
En cuanto a procedimientos, en octubre el Ministerio para la Transformación Digital sometió a audiencia pública el borrador del nuevo Plan técnico nacional de Televisión Digital Terrestre (TDT), el cual proponía una reorganización del espectro radioeléctrico para dar paso a nuevas frecuencias que emitan en Ultra Alta Definición (UHD) y someter a licitación pública una nueva licencia en TDT que surgía del espacio sobrante.
Modificación del plan técnico
«La cuarta parte de la capacidad que queda sobrante en el múltiple digital MPE5 será objeto de adjudicación a través de la convocatoria de concurso para el otorgamiento de una licencia para prestar el servicio de comunicación audiovisual televisivo de ámbito estatal con resolución HD», dice el proyecto que el 17 de octubre terminó su fase de audiencia pública. Posteriormente, fue analizado por la CNMC, que la semana pasada indicó que era necesario supervisar el proceso de adjudicación de la nueva cadena. Desde entonces, el plan está en Bruselas, donde la Comisión Europea tiene hasta el 15 de enero para aprobarlo.
Lo normal sería que en la segunda quincena de enero se ultimase el pliego de condiciones y que el concurso se hiciese antes de que terminara el primer trimestre. No obstante, según los nuevos plazos y a la espera de que se resuelva la guerra en Prisa, todo se tomará con más calma. No se apurarán los trámites burocráticos e incluso no se descarta que se rehaga el borrador actual sobre el plan técnico, lo que retrasaría considerablemente los tiempos.
En esta línea, los pliegos no estarían hasta el segundo trimestre, retrasando el concurso hasta cerca del verano, y sin tener su resolución definitiva hasta bien entrado el otoño o incluso finales del próximo año. Desde la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones -encargada de realizar el proceso- se indica a este diario que en estos momentos no están elaborando los pliegos, que solamente se está trabajando en la modificación del plan técnico y que «no hay previsión» de que en el corto plazo se avance en el concurso de la nueva cadena de la TDT.
Urgencias del Gobierno
Todo lo que se extienda el proceso es positivo para Prisa y para Contreras. Es tiempo que ganan para cerrar una eventual entrada de un socio o para que las presiones sobre Oughourlian finalmente puedan llevarle a aprobar la participación del grupo en la nueva cadena de televisión. En el caso del Gobierno, las urgencias actuales son algo menores que las que tenía en septiembre, cuando comenzó la ronda de reuniones con las televisiones para informarles del proyecto.
En esos momentos, el déficit de apoyo mediático estaba marcado por la inestabilidad de RTVE, y una presidencia interina con muchas dudas obligaba a buscar soluciones en el ámbito privado. Así, una cadena de informaciones y tertulias pilotada por las marcas de El País y Cadena Ser se antojaba como una solución de emergencia. Pero tras la designación del nuevo consejo de administración de la cadena y con José Pablo López como presidente, las aguas vuelven a su cauce y la pública es otra vez el mejor apoyo mediático para el Ejecutivo de coalición. Ello hace que esta nueva señal de TDT ya no sea una prioridad.
Con todo, las fuentes consultadas indican que el objetivo del Gobierno de tener una nueva televisión sigue adelante y que tarde o temprano -y en la medida que Prisa resuelva sus disputas internas- la adjudicación terminará llegando. Solo es cuestión de tiempo, de plazos y de acomodar la operación de la mejor manera. En Moncloa que el verdadero servicio de esta cadena deberá llegar en 2027, cuando empiece la oleada de elecciones autonómicas en las que PSOE quiere recuperar poder territorial.