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Oughourlian quiere nombrar a Pilar Gil como CEO única de Prisa para frenar a los rebeldes

La idea es sacar a los responsables de Prisa Media y Santillana del consejo de administración del grupo

Oughourlian quiere nombrar a Pilar Gil como CEO única de Prisa para frenar a los rebeldes

Pilar Gil, actual directora financiera de Prisa y vicepresidenta del consejo de adminiastración. | Prisa

Joseph Oughourlian quiere asegurar un núcleo de control dentro del consejo de administración de Prisa y del equipo directivo para hacer frente a los rebeldes afines al Gobierno que quieren apartarle de la compañía, según ha podido confirmar THE OBJECTIVE en fuentes conocedoras de la situación. En esta línea, la siguiente decisión del presidente no ejecutivo pasa por designar a la actual directora financiera, Pilar Gil, como consejera delegada. De esta manera, se pondrá fin a cuatro años de bicefalia con dos CEO, el de Prisa Media y el de Santillana.

El movimiento se hará aprovechando la controvertida renuncia del CEO de Prisa Media, Carlos Núñez, que este miércoles presentó su dimisión en un consejo de administración extraordinario forzado por las presiones de Oughourlian. El presidente logró el martes una mayoría para bloquear el proyecto de televisión patrocinado precisamente por los cercanos al Gobierno (Global Alconaba, Adolfo Utor y Daniel Prieto), liderado por todavía el director de contenidos, José Miguel Contreras, y apadrinado por Núñez. Una operación de derribo que le dejó desautorizado y fuera de juego dentro del grupo.

Tras la salida de Núñez, Oughourlian realizará un triple movimiento de blindaje. El primero será la designación de Pilar Gil como única consejera delegada, quizás la directiva de más confianza del presidente y la única que garantiza el control de la gestión de la compañía. Seguirá manteniendo su cargo de vicepresidenta del consejo, junto con Fernando Carrillo. Este diario ya informó de que en la reunión del organismo en diciembre fue la única ejecutiva a la que se le subió el salario (un 15% más), un voto de confianza del dueño de Amber Capital que generó discrepancias en el resto de los accionistas.

Prisa Media y Santillana

El segundo movimiento será la posición del próximo número uno de Prisa Media en el organigrama. El nuevo directivo pasará a ser director general, al igual que Francisco Cuadrado, director de Santillana. Esto supone que los dos dejarán de tener responsabilidades de consejero delegado y bajarán un escalón en la jerarquía del grupo, lo que además implica que salgan del consejo de administración.

Y el tercer movimiento será ajustar el consejo. En la reunión del miércoles (la segunda en menos de 24 horas) se acordó reducir de 15 a 11 el número de vocales. Sin los representantes ejecutivos de Prisa Media y Santillana se quedará en 13 y solo resta realizar dos salidas más. La idea de Oughourlian es reducir los sillones para evitar la entrada de más representantes del bando rebelde y, en lo posible, apartar a todos los que tengan una representación relevante y sean contrarios.

El plan de Oughourlian pasa por tomar el control de la gestión frente a la arremetida de los rebeldes que no esconden que quieren destituirle en cuanto tengan los votos o el capital necesario. Con Pilar Gil a los mandos -y con la más que probable salida de Contreras- se cierra el último foco de influencia de los rebeldes. Carlos Núñez decidió apoyar al núcleo cercano al Gobierno y su posición dentro de los medios (El País y Cadena Ser) era peligrosa para el franco-armenio.

‘El País’ y Cadena Ser

En este contexto, este miércoles y tras la reunión del consejo en la que Núñez comunicó su dimisión, Oughourlian se presentó ante los jefes del grupo y de sus cabeceras para mostrarles su confianza en el proyecto y sus ganas de dar guerra. Les contó que él era un empresario de izquierdas que quería hacer lo mejor para Prisa y que se enfrentaba a un Gobierno intervencionista que quería quitárselo. Pese a este interés en transmitir tranquilidad, existe la impresión de que llevará a cabo profundos cambios en el staff, en especial en lo que se refiere a la directora de El País, Pepa Bueno, y la directora de contenidos de la Cadena Ser, Montserrat Domínguez.

En diciembre de 2020, Oughourlian logró asaltar la presidencia con el apoyo del Gobierno y Telefónica y una de sus primeras decisiones operativas en 2021 fue dividir la gestión de Prisa en dos, con el objetivo final de materializar una venta que nunca se produjo. Para ello, colocó al entonces consejero delegado, Manuel Mirat, al frente de Santillana y comenzó la búsqueda de un CEO para Prisa Media. Semanas después se designaría a Núñez, y tras menos de un año Mirat renunciaría para dar paso al actual responsable, Francisco Cuadrado.

La realidad es que Oughourlian llevó a cabo esta división para aumentar su poder y no tener un consejero delegado que le hiciera sombra. En los últimos cuatro años ha ejercido de presidente ejecutivo, sin serlo, aprovechando esta bicefalia que realmente era un vacío de poder. En este periodo ha actuado como un CEO al uso decidiendo la estrategia, fichando directivos y amoldando el consejo de administración a sus intereses para protegerse de arremetidas como la que se estaba fraguando en los últimos meses.

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