Los rebeldes de Prisa barajan llevar a la CNMV y a los tribunales la nueva ampliación de capital
Creen que Oughourlian ha aprovechado la operación para construir un blindaje a medida que perjudica a los accionistas

Sede del grupo Prisa en Madrid. | Europa Press
Los accionistas rebeldes de Prisa barajan llevar a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y a los tribunales la ampliación de capital aprobada este martes en el marco de la renegociación de la deuda que ha cerrado el presidente, Joseph Oughourlian, con la banca acreedora. El consejo de administración dio luz verde a la entrada de nuevos socios en hasta un 9,95% del capital, lo que diluye a los actuales propietarios y da entrada a fondos afines al presidente no ejecutivo en plena guerra por el control de la compañía.
Al diluirse todos los actuales accionistas, la entrada de nuevos socios con el 10% del capital hace que el objetivo de reunir el 51% de las acciones para desbancar al presidente no ejecutivo sea más complicado y necesite más apoyos de los previstos inicialmente. Esto obliga a que los rebeldes necesiten casi de manera obligatoria el apoyo de Vivendi, Carlos Slim y el del resto de los que ya han dado su plácet -como el Banco Santander o los Polanco- si quieren tener éxito.
En cualquier caso, el detalle de esta ampliación está siendo analizado por los abogados de los rebeldes, según ha podido confirmar THE OBJECTIVE en fuentes conocedoras. El objetivo es llevar el conflicto a los tribunales y a los organismos de regulación como la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), ya que consideran que se han vulnerado sus derechos como accionistas de la compañía. Indican además que al tratarse de una colocación acelerada y al conocer sus detalles pocos minutos antes de la Junta de Accionistas no han tenido tiempo de presentarse en condiciones a la venta de las nuevas acciones.
Deuda de Prisa
Esta ampliación se aprobó gracias a la mayoría del presidente en el consejo de administración de Prisa, tras largas horas de debate -y de un duro enfrentamiento de alto voltaje- en el que Andrés Varela (representante de Global Alconaba y los rebeldes) manifestó su disconformidad con el plan presentado por Joseph Oughourlian. Fue el primer gran choque tras el que hace un mes se saldó con el rechazo al proyecto televisivo y la salida del CEO de Prisa Media, Carlos Núñez, y del director editorial, José Miguel Contreras.
Pero no es la única operación bajo la lupa de Alconaba, Adolfo Utor y Diego Prieto, que tienen el 17% del capital. Los accionistas rebeldes critican también la cláusula que está ligada a la reestructuración (una vez que se firme tras el cierre de la ampliación de capital y se haga el pago del último tramo de 39 millones de la deuda senior) y que se vincula a que Oughourlian siga en el cargo. Esto obligaría a los rebeldes a tener nuevamente que negociar con Pimco y los bancos si quieren seguir manteniendo los acuerdos alcanzados.
La segunda cláusula que les preocupa es la que establece que únicamente los socios que tengan más de un 25% (solo Amber Capital tiene este porcentaje de la compañía) puedan promover decisiones sobre la gestión económica. En Prisa defienden esta norma como una manera de evitar inversiones arriesgadas, como la puesta en marcha de una cadena de televisión o la adquisición de algún activo para reforzar el perímetro. Nada de esto sería posible sin el plácet de Oughourlian, incluso si ya no es el presidente.
Cargos de Oughourlian
Para los rebeldes hay dos normas cuyo objetivo tiene más que ver con perpetuar a Oughourlian en el poder y en el control del grupo Prisa que velar por la tranquilidad financiera de la compañía. Consideran que el presidente se ha elaborado un traje a medida con el que, incluso si se logra apartarle con el 51% del capital, podría seguir vetando la marcha operativa de una nueva gestión.
La única manera de justificar este control -dicen los rebeldes- es que el empresario franco-armenio lance una opa por el 100% del capital, ya que ahora mismo está en el límite con el 29%. Vinculan además estas decisiones a los recientes nombramientos del presidente como primer ejecutivo de los consejos de administración del diario AS y de El País, un poder incluso mayor que el que en su momento llegó a ostentar Juan Luis Cebrián, que tuvo estas responsabilidades, pero nunca una participación relevante, ni menos mayoritaria en el capital de Prisa.
Con la apertura de la lucha judicial, se abriría un nuevo frente en la guerra que ya se vive en el seno del capital de Prisa. Los dos bandos negocian para conseguir un apoyo mayoritario que les permita ganar la guerra. Los rebeldes aspiran a conseguir el 51% con el apoyo de todo el resto de los accionistas, incluyendo a Vivendi y a Carlos Slim, pero Oughourlian ha aprobado la ampliación de capital para blindarse y hacer más difíciles las gestiones de los rebeldes y del propio Gobierno, que ya baraja nuevos escenarios de emergencia.