El digital fundado por Roures prescinde de una feminista por un artículo «tránsfobo»
‘Público’ fulmina a la activista Barbijaputa por un artículo en el que carga contra el transfeminismo

Ilustración de la ex ministra de Igualdad, Irene Montero, impulsora de la 'ley trans' en España. | THE OBJECTIVE
El digital «progresista» Público, fundado en 2007 por el empresario catalán Jaume Roures, ha decidido prescindir de una de sus columnistas más reconocidas, que escribía bajo el pseudónimo Barbijaputa, tras no haber publicado su último artículo por considerarlo «tránsfobo». La autora se quejó a través de sus redes sociales de la «censura» que estaba sufriendo, lo que fue entendido por el medio como un acto de «deslealtad» y como una «campaña de descrédito», por lo que ha decidido rescindir el acuerdo de colaboración con la activista feminista, que databa de 2020.
Los hechos nos remontan al pasado lunes, cuando Barbijaputa, como venía haciendo desde hace cinco años, envió a Público una pieza de opinión para su publicación al día siguiente. No recibió acuse de recibo, por lo que el martes, visiblemente molesta, explicó lo sucedido a través de su cuenta de X. Según su versión, que no ha sido desmentida, la jefa de opinión, Noelia Adánez, envió el artículo al director, Manuel Rico, para su «consideración». No volvió a recibir una respuesta a este respecto.
Barbijaputa denunció públicamente lo sucedido, aseverando que «Público ha vetado mi artículo», que compartió a través de su blog personal junto a una explicación de lo sucedido. En respuesta, el medio digital emitió un comunicado este pasado jueves expresando su compromiso con «los derechos legales de las personas trans», recalcando que «el periódico tiene libertad absoluta para publicar o no» los artículos que recibe de sus colaboradores, y anunciado el cese de la colaboración con la feminista por «deslealtad» y por su «campaña de descrédito».
¿Pero qué fue lo que motivó la censura del artículo? Del primer punto del comunicado, que recalca el compromiso del medio con el colectivo trans, se desliza que este no era compatible con la línea editorial del medio, que consideró «tránsfobo» que Barbijaputa celebrara que la Corte Suprema del Reino Unido haya sentenciado que sólo el sexo biológico determina quién es mujer. El jefe de Política del medio, Sato Díaz, confirmó esta tesis con un mensaje en X: «La transfobia no cabe en Público».
El artículo censurado considera que la sentencia del Supremo británico «ha supuesto una victoria incontestable para el feminismo y para todas aquellas que, a pesar de la hostilidad mediática e institucional y la violencia simbólica, han sostenido con argumentos una lucha que, por desgracia, se está alargando lastimosamente». Esta lucha, explica la autora, consiste en defender «que las mujeres existen como clase oprimida por su sexo, no por cómo se autoperciben, no por su identidad».
«Es una victoria porque devuelve al plano político lo que se pretendía reducir a la autoafirmación individual. Y, sobre todo, es una victoria porque no ha sido regalada, como otras victorias que nunca son femeninas: ha sido conseguida con organización, con análisis riguroso, con argumentos, con agallas y con la resistencia de muchas mujeres que han sido insultadas, perseguidas, violentadas, despedidas y señaladas por defender lo más básico. El feminismo no celebra sentimientos: celebra avances materiales. Y esto lo es», abunda el texto, publicado íntegro en su blog.
‘Efecto Streisand’
Barbijaputa define en el texto el transfeminismo como un «ideología neoliberal y capitalista» que cala en la sociedad «de manera perversa» con «eslóganes que parecen justos o compasivos». Por otro lado, denuncia que el fallo no quita ningún derecho a los trans: «Esto no elimina ningún derecho de las personas trans: no les impide trabajar, acceder a la sanidad, a la educación, alquilar una vivienda o vivir como deseen. Solo pone límites a una apropiación jurídica que estaba perjudicando directamente a las niñas y mujeres en UK y que sigue haciéndolo en los países donde esta sentencia aún no ha llegado». «No se ha desprotegido a nadie», zanja.
El texto ha sido muy celebrado por el movimiento feminista español, que ha cargado duramente contra el digital fundado por Roures, al que han acusado de «censura patriarcal». Algunas, incluso, han anunciado que han cancelado su suscripción a Público. Pese a que Barbijaputa ha perdido su contrato de colaboración con Público, que databa de cinco años, la polémica le ha convertido en trending topic en X durante varios días, en los que su artículo se ha viralizado. Lo que se conoce como efecto Streisand: el intento de censura de una información u opinión termina siendo contraproducente, ya que esta acaba siendo ampliamente divulgada o reconocida. El artículo cuenta ya con más de medio millón de visualizaciones.