The Objective
Fuera de micrófono

Carlos Cuesta: «Sánchez ha lanzado un jaque a las instituciones más propio de Maduro»

Los peligros que anunciaba en ‘El gran impostor (2023)’ se confirman en su libro más reciente, ‘El Número 1 (2025)’.

En la portada de su último libro no hay sitio para todos los protagonistas de lo que él considera un auténtico desafío totalitario y una seria amenaza para la democracia. A Carlos Cuesta –que dio sus primeros pasos profesionales en la prensa económica, concretamente en el diario Expansión— no le cabe la menor duda de que Pedro Sánchez es un auténtico peligro para nuestro actual sistema democrático.

A lo largo de esta entrevista, concedida a Fuera de micrófono antes de que fuera encarcelado Santos Cerdán, denuncia el asalto a las instituciones, a la vez que elogia el trabajo y la valentía de algunos jueces y periodistas en defensa de un Estado de derecho amenazado. Sus afirmaciones son contundentes y sus críticas argumentadas. En su discurso no hay medias tintas ni ambigüedades.

«La metáfora del Peugeot es imbatible: los tres ocupantes pringados y Sánchez era el conductor», apostilla, mientras repasa algunos de los escándalos más recientes. Lo tiene claro, desde la primera pregunta a la última: «El presidente del Gobierno ha intentado imponer un poder dictatorial y aniquilar las estructuras que ejercen el contrapoder».

Este periodista, nacido en Gijón, y que vivió de niño en Vitoria la amenaza de secuestro a su padre por parte de ETA, tiene claro que los acuerdos entre el gobierno de Sánchez y Bildu convierten a Navarra en una moneda de cambio. No le gusta lo que está pasando en el País Vasco y Cataluña, por el peligro que podría correr la unidad de España. Como tampoco le hace ninguna gracia que desde la presidencia del Gobierno se esté alimentando el discurso del odio a la derecha. «Sánchez –afirma– tiene una deuda con España altísima por el daño que nos está provocando».

En su análisis de la política española tampoco se libran el PP y Vox. Al primero le recrimina su falta de estrategia y al segundo la actitud desleal que, en su opinión, está teniendo con España. «El votante de Vox –asegura– no es como la cúpula de su partido. En estos momentos, es Vox el que más problemas está poniendo para ir a las elecciones de la mano del PP en determinadas circunscripciones. Lo digo después de haber manifestado abiertamente que no considero que Alberto Núñez Feijóo sea el mejor candidato».

PREGUNTA.- Aquí tenemos tu último libro, El número 1. Sánchez y el desafío totalitario a la democracia española (La Esfera de los Libros). En la portada falta la foto de Santos Cerdán…

RESPUESTA.- Santos Cerdán es un comandado. Su poder es un poder vicario del número 1. Aquí está el matrimonio presidencial, que nos va a dar tardes de gloria a partir de ahora. Lo digo porque hay un par de patitas, un par de ramificaciones –bueno, más que patitas, son ‘patazas’–, de todo lo que estamos viendo. Una es el rescate a Air Europa, donde la presencia del matrimonio fue brutal. El rescate comenzó en 400 millones y acabó en 475. No estaría de más que alguien nos explicara por qué cuando aparece el matrimonio estrella el rescate acaba creciendo en 75 millones. Hay que recordar que hubo una línea de crédito previa, concedida por Nadia Calviño. Han empezado a aparecer informaciones sobre si Koldo García tiene grabaciones de ella de 141 millones. Esa patita es muy importante. Luego, la otra patita, que se centra en el número 1, es el punto de conexión de la trama Cerdán-Koldo-Ábalos con todo lo que estamos viendo y con el matrimonio presidencial, a través de Víctor de Aldama. Me refiero a la conexión venezolana. Esa conexión venezolana solamente podía pasar por el número 1. Pedro Sánchez utilizaba a Santos Cerdán para controlar el partido. Ahora ya se está hablando de financiación ilegal. Estoy convencido de que el número 1 es el número 1. En el libro no solo se relatan todos los casos y tramas de corrupción. Lo que se relata es mucho más grave:  que un presidente de Gobierno ha intentado imponer un poder dictatorial y aniquilar las estructuras de contrapoder. El ataque a las instituciones y a los jueces, el control de la Fiscalía y de la Agencia Tributaria, son de una gravedad extrema.

P.- En la introducción hablas del asalto a las instituciones y en el epílogo de la amenaza que supone Sánchez para la democracia. ¿Consideras que está, realmente, en peligro nuestra democracia?

R.- Sí. Tenemos una cosa maravillosa que nos separa de lo que ha ocurrido a Venezuela, por poner un ejemplo, o de lo que ha ocurrido en Argentina: la Unión Europea. Yo no soy ningún eurófobo. Hay muchas cosas que me gustaría que cambiaran en la UE, pero la estructura del Tratado de la Unión y la defensa de la independencia judicial y el respeto por los derechos fundamentales, eso no lo ha tenido Venezuela. Estoy convencido de que, si Sánchez hubiese tenido el campo de juego que han tenido Hugo Chávez o Nicolás Maduro en Venezuela, le habríamos visto con un chándal y un pajarito en el hombro hablando con él. Porque sus ansias dictatoriales son exactamente las mismas. Pero los jueces y fiscales, más allá de su cúpula, están teniendo un comportamiento absolutamente excepcional. Y la propia prensa. No pensaba que íbamos a estar tantos en el lado bueno. Lo digo literalmente. Pensaba que iba a haber más al otro lado. A nosotros nos llaman pseudoperiodistas, pero al otro lado no se le puede llamar ni periodismo porque, si no es crítico, no es periodismo. Conociendo ese terreno de juego, Pedro Sánchez ha lanzado un jaque a las instituciones más propio de un Nicolás Maduro que de un presidente europeo.

«Si controlas la justicia para que no sancione los delitos, puedes hacer lo que te de la gana»

P.- En el libro afirmas que menos mal que queda, efectivamente, por controlar una parte de la justicia y de la prensa.

R.- Gracias a Dios. Vosotros habéis publicado en THE OBJECTIVE informaciones que han sido cotejadas y respaldadas por diligencias de la policía judicial y de la UCO (Unidad Central Operativa). Nosotros (Libertad Digital), exactamente igual. Hay que recordar que el primer asalto a la Justicia lo prepara Sánchez con un Real Decreto en el año 2021, bloqueando el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). El Partido Socialista ha ido vendiendo la versión contraria. Es una más de sus mentiras. En el año 2021 el gobierno de Pedro Sánchez aprueba un Real Decreto que bloquea al CGPJ para que no puedan renovarse los cargos de jueces que vayan quedando vacantes. ¿Qué buscaba? Lo que consiguió: un nivel de presión interna brutal en el CGPJ. ¿Y qué más consiguió? Que el PP de Pablo Casado aceptara empezar a negociar. Nos libramos de que pactaran los puestos del CGPJ en aquel momento, pero pactaron el Tribunal Constitucional. Ahí llegó Cándido Conde-Pumpido. Ese desafío, ese jaque, esa forma de tratar a las instituciones, es la bandera principal de Sánchez. Luego, evidentemente, una vez que tiene esa estructura de poder brutal, aparecen las prostitutas enchufadas, los rulos de dinero, República Dominicana como destino del blanqueo de dinero, las mordidas en Obras Públicas, los contratos impresentables de las mascarillas… Aparece todo lo que estamos viendo. Pero, la piedra angular de toda esta historia es el control de las instituciones para así evitar ser fiscalizado por el resto de contrapoderes. Ese fue el primer jaque. Había gente que decía: no pasa nada por regalarle una amnistía y un indulto a los partidos separatistas y golpistas catalanes. Pasa mucho. Te cargas el Estado de derecho. Y, si te cargas el Estado de derecho, no esperes luego controlar al propio presidente de Gobierno. Si controlas la justicia para que no sancione los delitos a los golpistas catalanes o para permitir el acercamiento de presos etarras al País Vasco, y posteriormente soltarlos, puedes hacer lo que te dé la gana. En ese ‘lo que te dé la gana’ está el ansia de dinero de todos ellos.

«En la trama de hidrocarburos, con 182 millones defraudados en el IVA, el único organismo que no se enteró fue Hacienda»

P.- ¿Qué más tiene que pasar para que Sánchez decida convocar elecciones?

R.- Desde la Transición, los españoles nos hemos convencido de que lo mejor que podíamos hacer era entendernos entre nosotros. Por supuesto, tiene que haber diferencias y toda la libertad del mundo para que cada uno pueda pensar lo que quiera –hasta ahí podríamos llegar–, dentro de un marco constitucional y dentro del imperio de la ley. Lo que ha hecho Sánchez es cargarse ese marco del imperio de la ley. Las leyes con Sánchez se aplican donde a él le dé la gana. ¿En Cataluña se aplican?, si me da la gana. ¿En el País Vasco, con los etarras?, si me da la gana. ¿En materia fiscal, con el novio Isabel Díaz Ayuso?, más que si me da la gana. Quiero recordar que, en la trama de hidrocarburos, un escándalo con 182 millones de fraude en el IVA, el único organismo que no se había enterado era Hacienda. Es una cosa llamativa. Nadie vio un boquete de 182 millones de euros. Metían el petróleo como si estuviese en tránsito de exportación, de esa manera no se aplicaba el IVA, y lo vendían por debajo del precio. Cualquiera que hubiese ido a una estación de servicio se habría dado cuenta de que estaban vendiendo el litro de gasolina o el de diésel 10 o 15 euros más barato. ¿No lo certificó nadie? Pues, es curioso porque hay un plan de inspección específico sobre esa materia. No lo vio nadie porque Sánchez no ha impuesto el imperio de la ley, sino el imperio suyo sobre la ley. Y eso es de una gravedad brutal. Claro que estamos escandalizados con las prostitutas enchufadas por todas partes, con prostitutas sacando pendrives, con un sistema permanente de presunto robo de dinero, a través de comisiones ilegales en las obras, con contratos de mascarillas cerrando el grifo para que pasaran por una estructura controlada por ellos. Claro que estamos todos a cuadros. Eso lo consigues cuando piensas que te has cargado el control de la judicatura y de la prensa. Gracias a Dios, Sánchez se ha equivocado.

«La metáfora del Peugeot es imbatible: los tres ocupantes pringados y Sánchez era el conductor»

P.- ¿Qué credibilidad tiene decir ahora que le ha sorprendido la actuación de Santos Cerdán?

R.- Voy a responderte devolviéndote una pregunta: ¿me puedes citar una frase seria de Sánchez, sobre algo potente, que haya sido verdad? No ha dicho ni una verdad. Se presentó a unas elecciones diciendo: nunca jamás indultaré e indultó. Nunca jamás amnistiaré, y amnistió. Nunca jamás cederé los trenes de cercanías, y los cedió. Nunca jamás traspasaré la política de inmigración, y la traspasó. Mi mujer no está en nada, absolutamente, en nada: cuatro imputaciones. Santos Cerdán es un magnífico profesional y le estamos descubriendo negocios por todas partes. Koldo García Izaguirre era el ejemplo de la militancia. ¡Menos mal! No sé a qué militancia se refería. Sánchez es así. Nunca jamás entregaré el poder de mi gobierno a los separatistas: entregado, al 100 por 100. Nunca jamás pactaré con Bildu y, si quiere, se lo repito cinco veces. No, déjelo. Si, total, para escuchar mentiras siempre tendremos tiempo. No ha dicho ni una verdad en nada. Absolutamente, en nada. No subiré los impuestos: 140.000 millones de euros en subida entre impuestos y cotizaciones sociales.

Carlos Cuesta visita Fuera de micrófono. | Víctor Ubiña

¿Qué ha hecho este señor que sea verdad? Pues claro que conocía a Santos Cerdán. La metáfora del Peugeot es absolutamente imbatible. Parece un chiste. Cuatro personas van en un Peugeot: Koldo García Izaguirre, José Luis Ábalos, Santos Cerdán y el que conducía, que era él. Tres de ellos ya están pringaos, y tenemos que pensar que el cuarto era un santo varón que los intentaba reconducir por el camino de la bondad. Es surrealista. En el año 2014 ya le estaban amañando las primarias para él, pero dice que no se había enterado. Posteriormente, empiezan a montar negocios. ¡Qué casualidad! Santos Cerdán, justo la persona que él necesitaba para conseguir el voto definitivo de Bildu y ser presidente del Gobierno. Hay que recordar que Sánchez es presidente del Gobierno gracias al partido heredero de una organización terrorista que se dedicaba a asesinar, entre otros, a sus propios compañeros del PSOE. Esta es la persona, por no decir el personaje. Sánchez llega al poder de la mano de los proetarras. Y, para eso, necesitaba el contacto con los proetarras. ¿Quién es ese contacto? Santos Cerdán. Lo necesitaba. ¿Le va a decir a Santos Cerdán no cojas dinero de aquí, no me montes una financiación ilegal? Es evidente que no. La UCO ha detectado un sistema, y hasta un lenguaje encriptado, para hablar de la financiación ilegal. Hablaban de distintas ganaderías, de un impuesto que se cobraba… El impuesto se lo cobraban al director general de Carreteras, después de que hubiesen saqueado a las empresas.

¿No se enteraba Sánchez? ¿No se enteraba de que su partido tenía una entrada de dinero adicional? Es todo surrealista. Santos Cerdán era su hombre de confianza; su hombre de máxima confianza, después de que le hubiéramos pillado al hombre previo de confianza (José Luis Ábalos). ¿No se había enterado de qué hacían ninguno de los dos? Estos señores montaron una estructura de contratos fraudulenta en el momento en el que más se necesitaba el material médico, en concreto las mascarillas, para librarnos de la muerte por la Covid, y lo montan después de que él cierre el grifo de la entrada de mascarillas.

P.- ¿Por qué han tardado tanto tiempo en salir estos casos de corrupción casi normalizada? ¿Cómo ves el papel de los socios de gobierno?

R.- El papel de los socios es vital. Después de José Luis Rodríguez Zapatero, el nacionalismo da un paso más hacia al separatismo y al golpismo, y el Partido Popular ya no puede pactar con ellos. El Partido Socialista, en época de Zapatero, y desde luego con Sánchez, se dio cuenta de ello. ¿Qué han ofrecido al viejo nacionalismo reconvertido ya en golpismo? Lo que nunca jamás le podrá ofrecer el PP. Eso significa que los tienes cautivos. Y, como los tienes cautivos, aunque pierdas las elecciones –hay que recordar que Sánchez perdió las elecciones–, vas a contar siempre con su voto en el Congreso. Porque son formaciones antiespañolas, anticonstitucionales y anti-Estado de derecho. ¿Qué quiere Junts? Que no se aplique el Derecho, que se rompa la unidad española y que acabemos con la Constitución, con el sistema del 78. ¿Qué buscan Esquerra Republicana y Bildu? Lo mismo. Sánchez sabe que tiene el voto cautivo de ellos. ¿Qué necesitas incubar en la población para que eso funcione? Inyectar un mensaje de odio. Nos ha acusado a los que él llama pseudomedios— que, por cierto, le hemos pegado una paliza a los medios clásicos de muchísimo cuidado –de tener un discurso de odio. A nosotros, que defendemos el régimen del 78, la Constitución, el catálogo entero de libertades. El mensaje de odio era el del muro. El mensaje de odio es el suyo.

P.- En el llamado «equipo de opinión sincronizada» se están produciendo algunas deserciones… Tampoco han pedido disculpas por los manifiestos en contra de quienes destaparon la corrupción.

R.- Se emitió un manifiesto que da vergüenza leerlo, firmado por un grupo de periodistas comandado por una persona que vive de un sueldo de RTVE que pagamos todos los españoles y que tiene la obligación de neutralidad. Los medios privados tenemos que contar la verdad, evidentemente, como todos. Nosotros no nos inventamos un doble DNI del juez Peinado porque era un agente secreto. Una de las explicaciones literales que se llegaron a dar es que acumulaba patrimonio a través de un DNI oculto. Frederick Forsyth se quedó corto. Nosotros no nos hemos inventado, recortando unos mensajes de un capitán de la UCO –el capitán Bonilla–, que ya ni siquiera lo es en estos momentos, un chiste sobre una «bomba lapa».

«Llegaron a llamar ‘pseudomedio’ a The Telegraph, un periódico que se creó en 1855»

P.- Tres ministros utilizaron ese bulo y no han pedido disculpas.

R.- Hay que recordar quiénes eran. La ministra Portavoz del Gobierno, el ministro de Justicia –que hay que echarle narices al tema– y ¿la vicepresidenta y ministra de Hacienda, María Jesús Montero? Pues, entonces son cuatro porque el ministro Óscar López también entró. El Gobierno estuvo alardeando de un bulo absoluto. Se han tenido que cachondear de ellos hasta en The Timesy en The Telegraph. Por cierto, llegaron a llamar pseudomedio a The Telegraph, un periódico que se creó en 1855. Lo que estamos viendo y viviendo es difícil de explicar. Decíamos antes, a micrófono cerrado, que habría que hacer una ampliación del libro: totalmente.

P.- El miedo a la derecha es un discurso que cala fácilmente en el electorado socialista. ¿Por qué?

R.- Es un daño estructural que nos ha generado el Número 1. Este señor, que alardea de ser limpio, ha provocado un daño estructural en la sociedad española. Se ha recuperado un discurso de odio que es justo la antítesis de lo que se consiguió en la Transición. Llegamos a un entendimiento entre distintas formaciones, incluido el Partido Comunista de aquella época, con Santiago Carrillo, de que nos teníamos que entender; aparcar la etapa de la guerra civil, más la dictadura posterior. Que no se podía repetir aquello. Se ha ido ampliando el catálogo de derechos. La izquierda ha ido diciendo que son suyos, pero corresponden, sobre todo, a una filosofía liberal. Y ellos de liberales tienen lo mismo que yo de pívot en la NBA. Se han ido ampliando derechos en todo tipo de materias. En derechos de propiedad, en derechos sexuales, en derechos de libertad de movimiento, de asociacionismo, en derechos sindicales; en todo lo que es el catálogo normal de una democracia liberal y un Estado de derecho. Hasta que llegó Zapatero y ahora Sánchez. Zapatero fue el germen de toda esta historia, y Sánchez lo ha llevado al cum laude. Debe ser lo único en lo que ha obtenido cum laude, porque la tesis era más falsa que el pelo de Peret. Han invertido esa tendencia. Han vuelto a recuperar el discurso de odio. ¿Por qué? Porque si tú estás haciendo muy mal las cosas, si se descubren casos de corrupción, si te estás cargando la unidad de España, si estás entregando todo lo que te pide el separatismo, para contentar a los tuyos, tienes que generar un odio a la derecha. Se le ha enseñado al votante socialista a odiar a la derecha. Esto es literalmente así. Este señor (Sánchez), que habla del discurso de odio, es el mayor patrocinador de discurso de odio que hemos visto en España desde hace muchísimo tiempo. Sánchez tiene una deuda con España altísima por el daño que nos está provocando.  

«Vox está teniendo una actitud desleal con España»

P.- ¿Cómo ves la estrategia del PP en estos momentos y su difícil convivencia con Vox?

R.- ¿Cuál de ellas? La división entre el PP y Vox hace daño a la población española y a España. Empecemos por el PP, si te parece. En el PP hay varios discursos. ¿Eso es un problema? No debería serlo. Si el PP quiere ser un gran partido, tiene que tener una órbita medianamente amplia donde quepa una ideología liberal, que es la mía, donde quepa una ideología democristiana, una ideología más conservadora… Distintas ideologías, respetuosas con la Constitución, con el Estado de derecho, con la propiedad privada y con un catálogo de libertades lo más amplio posible. El problema es que el PP se olvida muchas veces de remarcar lo que une. El PP viene, además, de una etapa de ataques cruzados impresentables por parte de Pablo Casado contra Isabel Díaz Ayuso. Ataques que han acrecentado una sensación de debilidad. En ese momento de desunión llegó Alberto Núñez Feijóo. A Feijóo se le critica mucho, pero yo no tengo la peor de las opiniones, ni mucho menos. Es una persona educada. Tengo puntos de divergencia clarísimos con él en materia económica y en materia de puro liberalismo, pero no es una persona que te engañe. No he tenido la sensación que sí tenía con Soraya Sáenz Santamaría y con Mariano Rajoy, que te decían: no te preocupes, que lo vamos a hacer. Y al día siguiente elevaban el impuesto de la Renta por encima de lo que estaba pidiendo Izquierda Unida. Es verdad que Feijóo, posiblemente, no tenga la capacidad que podrían tener otros líderes dentro del PP para unificar las distintas tendencias de voto. Me refiero a una tendencia que se ha escapado y que se llama Vox. El votante de Vox no es como la cúpula de Vox. El votante de Vox –lo ves en cualquier manifestación– se pone pegadito al votante del PP y no sabe ni distinguirse de él.  Si las cúpulas de los dos partidos no son capaces de unirse, teniendo en cuenta que los votantes son capaces de unirse en cualquier acto, algo pasa con las cúpulas. Y, en esto, no me voy a poner en una posición equidistante. En estos momentos, Vox está teniendo una actitud desleal con España. Está primando la permanencia de su hueco político, de sus huecos laborales, frente a cerrar un acuerdo. En las elecciones de julio de 2023 hubo una cita, una reunión, en la que el PP ofreció ir de la mano con Vox en algunas circunscripciones.

P.- Para quitarle diputados al PSOE en determinadas provincias…

R.- Hubiera sacado el PP siete u ocho diputados más. Quiero recordar que Feijóo perdió la sesión de investidura por cuatro votos. Nos podríamos haber librado de mi libro y de un periodo horrible con Sánchez. En aquella ocasión, el que dijo no fue Vox. Las cosas son como son, y en estos momentos es Vox el que más problemas está poniendo para ir de la mano a las elecciones con el PP en determinadas circunscripciones. Lo digo después de haber manifestado abiertamente que no considero que Feijóo sea el mejor candidato.

«Los acuerdos con los ‘bilduetarras’ han convertido a Navarra en moneda de cambio»

P.- ¿Cómo viviste, siendo un chaval, la amenaza de secuestro que sufrió tu padre por parte de ETA, cuando era delegado de Industria en Vitoria?

R.- Yo nací en 1971 y el intento de secuestro fue en 1979. Mi padre intentó continuar, con mayor protección, pero no había agentes suficientes para proteger a la cantidad de gente que estaba amenazada por ETA. El Ministerio del Interior dijo que no disponía de medios para dar esa cobertura. Se ofreció el cuerpo de Miñones, que era la policía foral de entonces, y el responsable de ese cuerpo fue asesinado un año después, precisamente, por haber tenido ese gesto. El responsable del cuerpo de Miñones era el marido de Ana María Vidal-Abarca, que luego montó la AVT (Asociación de Víctimas del Terrorismo).

P.- Estudiaste Periodismo en la Universidad de Navarra. ¿Qué pasa en Navarra con la corrupción de algunos dirigentes socialista?

R.- Yo le tengo mucho cariño a Navarra. Me siento navarro y tengo allí muchos amigos. Cuando tuvimos que salir del País Vasco, nos llevaron a Logroño y luego mi padre pidió el traslado a Pamplona. Mi madre y mi hermano siguen viviendo en Pamplona. Allí estudié Periodismo, y luego en Madrid hice Derecho y un posgrado en Economía. Me da mucha pena lo que está ocurriendo en Navarra en estos momentos. Navarra es el precio que ha pedido Bildu. Cuando empiezan la negociación con Sánchez, en Bildu saben que la gran joya de la corona que quiere el PNV es el País Vasco y dicen: vale, si le das al PNV el País Vasco a nosotros nos dais Navarra. Eso es lo que estamos viendo. Los acuerdos entre Sánchez y los bilduetarras han convertido a Navarra en moneda de cambio. La están preparando para una integración en esa cosa espantosa que ellos llaman Euskal Herria. La red de cobros de comisiones ilegales que se está detectando en obras presuntamente amañadas comienza en Navarra con una concesión en el 2015 para una mina de potasio donde ya aparecen los rostros de Koldo García Izaguirre y de Santos Cerdán

«Sánchez ha estado pagando a separatistas, etarras y golpistas con el dinero de nuestros impuestos »

P.- Empezaste a trabajar en el periódico económico Expansión, pero con el paso del tiempo te fuiste acercando a la información política.

R.- Me he cambiado a lo que necesita España. En estos momentos, es más necesario debatir de política. En el año 1994, recién salido de la Universidad de Navarra, me vine a Madrid. Le tengo mucho cariño a la información económica y me parece una pata de formación muy importante para saber lo que está pasando. Es imposible entender el grado de control que ha tenido Sánchez, si no entendemos que ha estado pagando a todos los separatistas, etarras y golpistas con el dinero sacado de nuestros impuestos. España va a estar muchísimo tiempo pagando esta etapa.

Carlos Cuesta visita Fuera de micrófono. | Víctor Ubiña

P.- ¿La economía española está tan bien como dice el Gobierno?

R.- Es mentira. Ellos hablan de que la economía va bien, pero ¿conoces a alguien que te diga que ha incrementado su poder adquisitivo?, que es la verdadera medición de la economía. Yo no conozco a nadie. El PIB no es un indicador político. Es un indicador económico, como lo es la EPA. Están utilizando como indicadores políticos indicadores económicos. El PIB computa todas las rentas, empresariales y particulares, todos los ingresos que generamos a lo largo de un año. Pero entran en bruto. El incremento del PIB se paga con cargo a la pérdida de poder adquisitivo por el saqueo fiscal. Cuando Sánchez llega al Gobierno, por el IRPF en España se recaudaban 82.000 millones de euros. En estos momentos, se están recaudando más de 120.000 millones. Si coges la suma total de impuestos que se han incrementado, salen más de 140.000 millones de euros, entre impuestos y cotizaciones sociales. Si antes los españoles llevábamos en la mochila un IRPF, ahora llevamos dos IRPF y medio. Así es imposible tener poder adquisitivo. Desde que llegó Sánchez, la economía española se ha metido en un endeudamiento adicional de 530.000 millones de euros. Hemos rebasado la órbita del billón y medio de deuda pública, y lo vamos a estar pagando durante muchísimo tiempo. Unos estudios recientes hablan de que en 2050 y 2070 estaremos a niveles del 121% y 170% del PIB de deuda, respectivamente. Sánchez está endeudándonos a nosotros, a nuestros hijos y a nuestros nietos. Y, con cargo a esa deuda, sigue subvencionando y amamantando determinadas capas e inyectando un gasto público que es lo que da la apariencia de que crecemos. No es verdad.

«A Melchor Miralles le tengo un cariño enorme. Me respaldó para informar de unos escándalos relacionados con Bono»

P.- Has trabajado con Melchor Miralles y ahora con Federico Jiménez Losantos, ¿qué has aprendido de ellos?

R.- A Melchor Miralles le tengo un cariño enorme. Me respaldó en Veo 7, cuando quise informar sobre unos escándalos relacionados con José Bono. Recuerdo la conversación con Melchor, que fue espectacular y ejemplar. Me llamó al despacho y me dijo: «Oye, hay polémica con este tema, pero, Carlos, lo que tú me digas va a misa». Yo le dije: «Seguimos adelante». Me contestó: «No se hable más». Seguimos y aquello tuvo al final un coste para él. Pero, asumió ese coste. Y, de Federico Jiménez Losantos, ¿qué quieres que te cuente? La primera tertulia en la que participé fue con él en la COPE. Me parece uno de los periodistas más independientes, con mejor cabeza, mejor formación, mayor deseo de mejorar España; con mayor capacidad de análisis y anticipación de lo que está ocurriendo. Gracias a Dios, he tenido alrededor a gente muy potente, de la que he podido aprender mucho.

P.- Pese a la situación en la que nos encontramos, ¿sigues siendo optimista sobre nuestro futuro?

R.- España supera clarísimamente a Sánchez. Hemos sobrevivido a ataques e invasiones mucho más potentes que Sánchez. España pasará esta etapa. Pero tenemos que ser conscientes de que hay cosas que tenemos que solucionar. Una de ellas es que, si somos una democracia, tenemos que ser una democracia liberal. No hay otro tipo de democracia. Una democracia sin crítica no existe.

«Me encantaría titular el próximo libro sobre Sánchez ‘Adiós y no vuelvas’»

P.- En 2023 publicaste El gran impostor, en el 2025 El Número 1… ¿Tienes ya pensado algún título para el próximo libro sobre Sánchez?

R.- Me encantaría uno que se titulara Adiós, y de subtítulo Y no vuelvas. El próximo libro, que ya estoy con él, es más filosófico, sobre lo que tiene que ser un modelo económico y un modelo de sociedad. La gente tiene que ser consciente del daño que nos ha hecho este señor (Pedro Sánchez). Me encantaría que los votantes socialistas hicieran un ejercicio de reflexión y de crítica. España, en estos momentos, es el país europeo con mayor tasa de pobreza infantil, sólo por detrás de Bulgaria. Y el país con mayor tasa de paro de larga duración, sólo por detrás de Grecia. Si este es el escudo social, que me fiche a mí la NBA. Solamente existe una política social: atraer empresas, crear empleo y que la gente sea consciente de que su porvenir depende de su esfuerzo. El gobierno se tiene que dedicar a facilitar eso. No a atacar a empresas, a periodistas y jueces, mientras favorece a golpistas y proetarras.

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