RTVE dispara un 43% su deuda con los bancos con un pasivo que ya llega a los 748 millones
La cadena pública gastó 491 millones en salarios y otros 415 en compra de derechos audiovisuales

José Pablo López, presidente de RTVE. | Marta Fernández (Europa Press)
La situación financiera de RTVE tampoco mejoró en 2024. Así lo indican sus cuentas anuales -a las que ha tenido acceso THE OBJECTIVE-, que indican que el pasivo financiero de la corporación se situó al cierre del año pasado en los 748,1 millones de euros, un nuevo récord para la corta historia de la sociedad pública, que apenas llega a los 19 años. El dato supera en un 8,6% a las cuentas de 2023 y continúa el lastre que ya es crónico para una cadena que sigue ingresando mucho menos que lo que gasta, incluyendo las subvenciones del Estado.
Las cuentas de 2024 de la Corporación de Radio y Televisión Española S.A. indican también que más de la mitad de este pasivo corresponde a deudas corrientes con entidades de crédito. En total, 348,9 millones, lo que supone elevar en un 42% lo que la compañía adeuda a la banca, una cifra que se ha disparado desde los 244,5 millones que se registraron en 2023. En total, el pasado ejercicio las pérdidas fueron de 12,8 millones, triplicando los 4,3 millones de desequilibrio del curso anterior.
Los números de 2024 son en buena medida responsabilidad de la presidenta provisional de RTVE, Concepción Cascajosa, que asumió en marzo y lo dejó en diciembre, cuando fue designado como máximo directivo José Pablo López. Es verdad que poco pudo hacer con una cadena pública paralizada por la inacción de un consejo de administración bloqueado, pero también es cierto que estamos ante una empresa que no levanta cabeza y que no logra solucionar sus problemas financieros endémicos.
Pago de las televisiones
El Ente público RTVE estaba quebrado en 2006 cuando el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero impulsó una ley para que el Estado asumiera su deuda de 7.700 millones de euros; al mismo tiempo que creó una corporación y puso en marcha un nuevo sistema de financiación con aportaciones de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) y de los operadores privados de televisión y de telecomunicaciones. No obstante, en estas casi dos décadas -está en marcha desde 2007- los problemas no se han solucionado y las pérdidas continúan siendo recurrentes.
En 2024 los ingresos procedieron casi exclusivamente de estas subvenciones. Un total de 1.181 millones que se dividen en 589,5 de compensación de servicio público y otros 480 por la tasa del espectro radioeléctrico, estos dos a cargo del Estado. Por su parte, la pública recibió 42,5 millones de las teles en abierto (Atresmedia y Mediaset); 23,6 de las de pago (Movistar, Orange y Vodafone); y otros 19,4 de plataformas a demanda (Netflix, Disney, Max, Dazn, etc). La cadena también generó 63,5 millones de ingresos por sus propios medios, 45 por publicidad.
Sin embargo, le es imposible contener sus gastos y el principal coste es el de la plantilla. En total, se destinaron 490,8 millones, por encima de los 473,3 millones del año pasado, pese a que se redujo el total de empleados desde los 6.904 a los 6.770. Por otro lado, la cadena tampoco ahorra en compra de producto. En 2024 elevó a 414,1 millones la adquisición de derechos audiovisuales, retransmisiones y similares (programas, películas y eventos deportivos), un 22% por encima de los 338,1 millones de un año antes. Por otro lado, los servicios exteriores -pago a programas externos- se situaron en los 239,5 millones.
Deuda de RTVE
De esta manera, años de desequilibrios han desembocado en un pasivo que en 2024 volvió a crecer. La deuda financiera es de 365 millones a corto plazo (que debe pagar en un año), principalmente porque la corporación ha activado más de 100 millones de una línea de crédito (hasta los 160 millones) durante 2024 y que vence el 29 de diciembre de 2025. La compañía tiene además una línea de factoring de 47,5 millones y préstamos a plazo por valor de otros 140. Las cuentas indican que el tipo de interés de estas operaciones está referenciado al euribor “más un margen de mercado” con intereses por valor de 10,7 millones el curso pasado.
Además, RTVE tiene una deuda a largo plazo de otros 26,3 millones y un déficit con acreedores comerciales por valor de 192 millones, de los que 164 millones son acreedores varios; 25,1 en deudas con Administraciones Públicas; y 3,2 en remuneraciones pendientes de pago al personal. La operadora tiene también consignados otros 132,9 millones como provisiones: en total, 119 millones como gasto en sociedades de gestión de derechos de propiedad intelectual.
Desde el punto de vista de los activos, la compañía se encuentra pendiente del cobro de 606,4 millones por los impagos del impuesto sobre el valor añadido (IVA) que el Ministerio de Hacienda no ha devuelto a la corporación. Al cierre de diciembre de 2024, seguían sin devolverse estas liquidaciones reclamadas por la corporación que considera que -basándose en una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE)- no debe pagar este impuesto en su condición de televisión pública. Un litigio que lleva décadas enquistado en la justicia.