Los accionistas rebeldes de Prisa buscan un socio para optar al nuevo canal de televisión
El proyecto está montado, pero falta un ‘partner’ industrial que aporte producción y los recursos económicos necesarios

José Miguel Contreras, ideólogo de la fallida televisión del grupo Prisa | ILUSTRACIÓN: Alejandra Svriz
Los accionistas rebeldes de Prisa agrupados en Global Alconaba están en búsqueda activa de socios para su proyecto de televisión. Tratan de lograr la financiación necesaria y la solvencia económica para presentarse con garantías al concurso de TDT que abrió el Gobierno esta semana. Las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE indican que el grupo busca, tanto dentro como fuera de España, con la mente puesta en un partner industrial o una gran major internacional que aporte programas y recursos.
Los empresarios (Andrés Varela, Adolfo Utor y Diego Prieto) quieren utilizar el proyecto montado por José Miguel Contreras, centrado en información y tertulias de actualidad que intentaron lanzar con Prisa. Pero necesitan el aval financiero de una empresa de comunicación para tener posibilidades de quedarse con la licencia y mantener la cadena. Los cálculos del sector hablan de una televisión de no menos de quince millones de euros de inversión y que tendría unos costes fijos anuales de al menos diez millones.
En el mercado se barajan algunos nombres como Discovery, compañía internacional que actualmente tiene dos señales en abierto en España: DMAX, en asociación con Unidad Editorial, y DKISS, junto con Kiss Media. Este operador internacional es de los pocos que ha logrado rentabilidad en el complicado mercado publicitario español de las cadenas pequeñas, aunque el hecho de que sea propietario de HBO Max puede frenar el intento de reforzar sus posiciones en el sector.
Publicidad y producción
Otro de los nombres con los que se especula en el sector es el de CNN, también propiedad de Discovery. Pero en este caso no sería para hacer una cadena generalista ni de programas, sino para entrar de lleno en una parrilla centrada en información, algo más cercano a lo que Alconaba ha planteado desde el comienzo del proyecto. CNN – cuya marca CNN+ se marchó de España en 2010 con la venta de los canales de TDT de Prisa a Mediaset– gusta mucho, en especial en el entorno del Gobierno, donde creen que se daría una imagen de pluralidad y objetividad.
Todo parece indicar que si la cadena saliera adelante, su gestión comercial pudiera integrarse en Pulsa, la agencia que ahora lleva la publicidad de todas las televisiones pequeñas que están fuera de Atresmedia y Mediaset. Lleva la cuenta de Discovery, pero también la de Ten y de los canales de pago de Paramount. Es la forma más eficaz de rentabilizar espacios publicitarios, algo clave en la importante crisis que está viviendo el sector este año.
La televisión de Alconaba también podría retomar el acuerdo que ya se avanzó con Mediapro para la producción técnica de la cadena cuando estaba bajo el paraguas de Prisa. La televisión que estuvo preparando Contreras se pensó originalmente para el editor de El País, por lo que –pese a que están buscando un socio para intentar reflotarla– reconocen que será difícil llegar a tiempo. Los plazos del concurso indican que como tarde deben presentarse los proyectos hasta el 20 de noviembre, es decir, en poco más de un mes.
Rechazo de Prisa
Este diario ya ha publicado que el objetivo del Gobierno es tener una televisión afín, y que el favorito es Contreras. De hecho, tras el triunfo de Oughourlian en la guerra por Prisa, Moncloa barajó no seguir adelante con la TDT, pero la ley de reordenamiento del espectro les obligaba a poner en marcha un concurso antes de seis meses si no querían que alguna televisión reclamase la frecuencia. Incluso hubo movimientos de El Toro TV (heredera de la Intereconomía de Julio Ariza) para quedársela, lo que aceleró la concesión.
Y pese a todas las dificultades, tras lanzar el concurso este grupo sigue siendo la primera opción, aunque ya no tengan a Prisa detrás. Solo falta encontrar un partner que les dé soporte industrial y económico. Y para ello, Moncloa puede ayudar con los plazos. Las bases del concurso indican que a partir de la recepción de ofertas hay doce meses para decidir (hasta noviembre de 2026), lo que se interpreta en el sector como un salvavidas para que tengan tiempo de buscar este socio.
Una situación que coincide además con la frialdad con la que el sector ha recibido la licencia. De momento, ni Atresmedia ni Mediaset se han pronunciado, y otros potenciales interesados, como el grupo Godó o El Toro TV, lo estudian. No es fácil montar una televisión con el actual mercado publicitario cayendo un 8%, y menos todavía en un contexto en que las pequeñas televisiones han tardado años en dejar de perder dinero y algunas, como Trece TV –que ha sido de las pocas que ha apostado por producción propia y programas informativos–, siguen desequilibradas.
Godó y El Toro TV
Esto obliga a hacer –al menos al comienzo– una televisión con los costes muy ajustados, lo que puede ser un arma de doble filo, ya que impediría tener un gran éxito de audiencia. Lo que sí está claro es que la idea de hacer varias tertulias al día deberá quedar aparcada al menos en un primer momento y se deberá apostar por más programas enlatados, la piedra filosofal de las pequeñas cadenas de TDT, aunque esto desdibuje el proyecto original.
Este proyecto fue el detonante de la guerra que estalló en Prisa a comienzos de años. El grupo de accionistas propuso lanzar la cadena dentro del editor para aprovechar las sinergias audiovisuales así como las redacciones de El País y Cadena SER, e invitó al presidente, Joseph Oughourlian, a participar de forma minoritaria, pero el empresario francoarmenio se negó. Sabiendo que se le quería apartar de la compañía, forzó la salida de los promotores del proyecto (Contreras y el CEO de Prisa Media, Carlos Núñez) y activó todos los resortes para reforzarse en el capital.