The Objective
Fuera de micrófono

Antonio Pérez Henares: «Están ensayando la tele de Cuba, Venezuela y la Unión Soviética»

Se apartó del periodismo para dedicar más tiempo a la literatura. Su último libro es un alegato a favor de la democracia.

Es el primer entrevistado que repite en Fuera de Micrófono, después de un centenar de entrevistas. Lo hace con su último libro bajo el brazo, España traicionada (editado por HarperCollins), un ensayo sobre la situación política en la que nos encontramos. También, una denuncia descarnada sobre la deriva política que amenaza, según el autor, nuestro actual sistema democrático. En sus páginas se alerta de los peligros que entrañan Pedro Sánchez y su Gobierno para el futuro de una democracia que creíamos consolidada.

En esta entrevista, Antonio Pérez Henares (Chani para los amigos) levanta la voz y explica, con vehemencia, las traiciones que, en su opinión, se están cometiendo con una España que había apostado en la Transición por la reconciliación y la convivencia. «Nunca imaginé – lamenta – que se produjese tamaña traición a nuestro sistema democrático». Señala los culpables, con nombre y apellidos: José Luis Rodríguez Zapatero y Pedro Sánchez Castejón.

A la hora de repartir estopa, tampoco se salva la oposición, y más concretamente el Partido Popular – «la derecha no sólo es torpe, sino totalmente idiota», afirma – por no saber combatir a un Gobierno presidido por «un cobarde aferrado al poder como una garrapata».

Tras calificar de ‘insulto’ que sea Bildu quien ha pilotado la Ley de Memoria Democrática, pese a ser los albaceas de una banda terrorista que asesinó a 853 españoles, acusa de falta de energía política al expresidente Mariano Rajoy por no haber derogado la ley cuando estuvo al frente del Gobierno.

Al periodista y escritor, nacido hace 71 años en Bujalaro (Guadalajara), a orillas del Río Henares, le parece absurdo resucitar a Franco cincuenta años después de su muerte y le indigna que Sánchez les conceda la medalla de progresistas a «los albaceas de ETA y a los separatistas catalanes».

Nota: Esta entrevista se realizó antes de la inhabilitación del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, y del ingreso en prisión de José Luis Ábalos y Koldo García Izaguirre.

PREGUNTA.- España traicionada es un libro cañero. En el prólogo ya adelantas: «Quieren descuartizar España y acabar con las libertades».

RESPUESTA.- Es muy sencillo. Nosotros hemos vivido el final del franquismo. Yo era del PCE. Vivimos con enorme alegría la Transición, las primeras elecciones democráticas, la reconciliación entre los españoles y los frutos que eso ha dado a lo largo de muchos años. Vivimos una España que era la envidia del mundo. Creíamos que se había consolidado una democracia plena y que, efectivamente, íbamos a poder estar en ella todo el tiempo que fuera necesario, con las lógicas alternancias. Nunca imaginé que se produjera tamaña traición a nuestro sistema democrático, a lo que son los diferentes poderes del Estado. En estos momentos, tengo que decir, con toda claridad, que aquí lo que nos jugamos es Sánchez o la democracia. El sanchismo nada tiene que ver con un partido socialdemócrata. Asume todo el doctrinario de la extrema izquierda. Recuerda la Vuelta Ciclista a España, cuando Sánchez se erigió en jefe de la kale borroka. Este libro es esencialmente esa memoria que ellos quieren borrar. Ahora, todos nosotros somos fachas. ¿Esto qué significa? Que estamos en puertas de un pensamiento único que pretende establecer un régimen de poder único, vulnerando los demás poderes. 

P.- Cuando hablas de traición, apuntas el nombre de Zapatero. También afirmas que España empezó a joderse con el 11-M.

R.- Se jodió cuando Zapatero decidió volver a traer la división y la confrontación de los españoles. Aquella maldita Ley de Memoria Histórica es en realidad una Ley de Mentira Histórica, porque ni es historia ni es verdad. Es una ley que tergiversa absolutamente lo sucedido. Sitúa la historia de España únicamente en un periodo de tiempo que todavía no es historia. Aquí, de Franco no se acordaba ya nadie en los años 90. ¿Qué demonios nos importaba a nosotros? Era cosa pasada. Franco empezaba a ser historia y lo convierten en un referente. No es que lo hayan desenterrado, es que lo han resucitado por su interés. Así, tienen lanzada que dar a moro muerto. Zapatero inicia todo. Lo inicia también legalizando inmediatamente a Bildu que ahora —pásmate— se ha convertido en socio preferente del actual Gobierno. Pero, quien inicia eso es Zapatero. Permite, además, que el separatismo dé un salto adelante, cuando dice que España es una nación discutida y discutible. ¿Y cómo remata Sánchez? Haciéndoles una amnistía a la carta.

«A Sánchez es un imposible metafísico pillarlo en verdad. Miente más que habla»

P.- ¿Por qué la sociedad española no se moviliza ante una situación como la que acabas de dibujar?

R.- Porque España tiene una pésima memoria. Nos olvidamos de cuando negaban que había una epidemia de covid. Todo el mundo ha olvidado que había gente, al servicio de Sánchez, diciendo en televisión que era una gripecilla. Había un señor que decía que iban a ser dos o tres casos, cuando se sabía que moría la gente, como chinches, en Italia y en el corredor Madrid-Guadalajara. ¿Sabes por qué olvida la gente? Porque es muy comodona y le interesa olvidar. Las traiciones son todas y en todos los sitios. Las mentiras son todas y todos los días. Es un imposible metafísico pillar a Sánchez en verdad. Miente más que habla. Miente hasta sobre sus antepasados. Lo último: está diciendo que sus abuelos eran los cuatro analfabetos y que lucharon por la República. Y resulta que uno fue un desertor de la República, condecorado por Franco, y legionario. Lo estuve leyendo en THE OBJECTIVE y me quedé a cuadros. 

«Rajoy no tuvo la energía política para derogar la ‘Ley de Memoria Histórica’ de Zapatero»

P.- La Ley de Memoria Histórica se aprobó con Zapatero, pero llegó luego el gobierno de Mariano Rajoy que podría haberla derogado…

R.- Me duele mucho decir esto, porque le tengo aprecio personal, pero Mariano Rajoy desaprovechó una oportunidad única para haber restaurado, reparado y regenerado lo que Zapatero había corrompido, y no lo hizo. Efectivamente, su gran logro fue sacarnos de la crisis más atroz y del paro más terrible. Pero no tuvo la decisión y la energía política para regenerar todo aquello que había corrompido Zapatero. Entre otras cosas, haber derogado esa ley.

P.- ¿Qué más tiene que pasar para que el presidente dimita o convoque elecciones? 

R.- El presidente convocará elecciones cuando ya no pueda más. Intentará seguir por todos los medios, porque no tiene un sitio donde ir. Está buscando una situación propicia. Que, en un momento determinado, todo se mezcle y se revuelva de tal manera que acabemos beatificando a Leire Díez. ¡Oye!, ha beatificado a los albaceas de los etarras. ¿Cómo no lo iba a hacer?, si son sus compañeros. Pero, ¿alguien se puede creer que no sabía nada de la gente con la que ha hecho el nuevo partido, con la que ha viajado miles de kilómetros; toda esa banda a la que eligió para ser sus segundos? Ni que Begoña hiciera lo que ha hecho o que a un hermano lo estaban enchufando desde Moncloa… ¿No sabía nada? Es verdaderamente inaudito. Sin embargo, sigue teniendo un voto muy potente. Casi nos ha metido a los españoles en un estado de guerra civil emocional. Las palabras «fascista» y «rojo» eran ya cosa de los antepasados. Ahora, todos los que no son sanchistas o de islas adyacentes son fascistas.

«Mazón es un inútil, pero Sánchez un canalla que actúa de mala fe»

P.- Todo el que critica al Gobierno es fascista… 

R.- Ha logrado que esto sea como los barras bravas del fútbol. Si un tío de los nuestros le pone las botas en la cara, le pisa la cabeza y se refocila, no pasa nada. Sánchez ha logrado un grado de impunidad, pero hay gente que ya no puede tragar con eso.

P.- Dentro del Partido Socialista no se detecta oposición a su secretario general.

R.- ¿Qué Partido Socialista? Está ahí, dando pellizcos, el presidente Castilla-La Mancha, Emiliano García Page. Este Partido Socialista ya no es el Partido Socialista. Abjura de quienes lo refundaronAlfonso Guerra y Felipe González ya son también fachas. Los únicos que no son fachas son los albaceas de ETA, los separatistas y toda la parva sanchista. ¡Ah!, y todos los de Podemos. Somos fachas todos, excepto la gente que cree que solo hay un Dios y Sánchez es su profeta. ¿Oposición en el PSOE? Abandonar toda esperanza. Los parlamentarios socialistas son aquellos que perdieron en las elecciones autonómicas y municipales anteriores. Sánchez tiene en estos momentos una red clientelar que depende de su continuidad en el poder. Además, ha logrado señalar que ellos son los buenos, como ha ocurrido con la dana. Carlos Mazón es un inútil, una persona que ha demostrado una incapacidad alucinante. Pero Pedro Sánchez es un canalla. Sánchez utiliza eso. Han ganado ya el relato. Yo puedo suscribir las críticas, pero nunca los insultos ni esa especie de linchamiento y aquelarre. Eso, nunca. Tampoco hay que olvidar que el Gobierno español prohibió al Ejército que actuara. Y eso hay que decirlo. Sánchez —a mi juicio— es culpable de un delito de omisión de socorro en la dana, al prohibir a las unidades del Ejército salir y amparar a la gente. ¿Cómo es posible que tres días después no estuviera desplegado el Ejército en todos los sitios? Porque a Sánchez no le dio la gana. Y «si quieren ayuda, que la pidan». Perdón, usted es el presidente del Gobierno y está negando, por omisión, la ayuda. Llegaron antes los voluntarios que el Ejército. Quería culpabilizar del desastre solamente a Mazón. ¿Acaso no tiene responsabilidad la AEMT que se equivocó absolutamente y dijo que la nube se iba para Cuenca? O la Confederación Hidrográfica del Júcar. Efectivamente, creo que Mazón tenía que haber dimitido de inmediato, porque es un auténtico inútil. Pero el otro [Sánchez] es peor porque actúa de mala fe. Yo he tenido algún trato con Sánchez en debates, etc., pero, si hoy me lo encontrara, le negaría la mano y la palabra. A alguien que ha traicionado toda palabra que ha dicho, toda promesa que ha hecho, y que nos traiciona en nuestros derechos, libertades e igualdad a todos los españoles, solo puedo negarle la palabra y la mano.

«La derecha no solo es torpe, sino totalmente idiota»

P.- El discurso y el relato lo manejan mejor que el PP. No puede pactarse con Vox, pero sí con Otegi y Puigdemont.

R.- Ahora, la extrema izquierda ya no es extrema izquierda, son partidos progresistas. A la candidata del Partido Comunista chileno la llaman progresista y al otro candidato, ultraderechista. Aquí estamos en lo mismo. Ahora son progresistas los albaceas de ETA —por no decir otra cosa más fuerte—, los separatistas catalanes que intentaron proclamar la independencia de Cataluña y toda la extrema izquierda. Maravilloso. Y, el resto, ya es ultraderecha pura. El PP es también ultraderecha porque ha pactado con Vox. Es lo mismo que si a Sánchez, por haber pactado con Bildu, le llamáramos filoetarra. Juegan mucho con la potencia de la propaganda. La izquierda sabe hacer muy bien el agitprop. Además, es mucho más perseverante. Cogen un rastro y lo siguen hasta el día del juicio final. No tienen otra cosa que hacer. La derecha, en ese sentido, no es que sea torpe, es totalmente idiota. Feijóo carece de equipo. Sánchez tiene mil asesores en Moncloa trabajando en la propaganda y el PP no tiene una táctica, una estrategia de comunicación. La derecha pierde todos los combates porque ni siquiera pone tropas, ni forma cuadros, ni tiene generales. Bueno, por no tener, no tiene ni tenientes. Lo siento, pero cada vez soy más pesimista en esto.

«Sánchez es un cobarde aferrado al poder como una garrapata»

P.- En el libro España traicionada, a Sánchez le llamas «chulo de billar».

R.- Porque es un cobarde. Un cobarde aferrado al poder como una garrapata. Valiente es el que se enfrenta a los enemigos de su nación, a quienes la están deshaciendo, a los que van contra la Constitución y contra la democracia. No quienes se pliegan a ellos. Es un insulto que sea Bildu quien haya dado la vuelta de tuerca a la Ley de Memoria Histórica, ahora Memoria Democrática. Los que asesinaron a 853 españoles en democracia dictan ahora la Ley de Memoria Democrática. Cuando se pasa esa línea, uno llega a pensar que esto ya no tiene remedio. Si el relato sobre lo que fueron los años de plomo y lo que fue ETA, acaba en que las víctimas tengan que agachar la cabeza en los pueblos del País Vasco y que se beatifique y reciba con honores a los asesinos, y ellos sean los que dicten nuestras normas democráticas, es un insulto. Si eso es así y se impone ese relato, la dignidad de España está en peligro. Hoy, mucha gente no sabe quién fue Miguel Ángel Blanco, ni conoce la barbarie y el terror desatado por ETA. Como olvidemos esto, si esa línea la cruza la nación, España no merecerá la pena. Me sentiría avergonzado. 

«He vuelto a creer en el periodismo, gracias a medios de comunicación libres, como THE OBJECTIVE»

P.- ¿Qué opinas del control de las instituciones? ¿Es una estrategia de Sánchez para protegerse y perpetuarse en el poder?

R.- Si Sánchez vuelve a ganar, retorcerá todas las leyes y declarará constitucional, por la vía de los hechos, la abolición de la Constitución. Hay fórmulas para cambiar la Constitución, pero están contempladas en la propia Constitución. Hay que hacer un referéndum. No cambiarla por la puerta de atrás, declarando constitucional la voladura de la Constitución. Cuando tenga en su poder todos los aparatos del Estado, hará lo que le dé la gana. En estos momentos hay dos elementos donde tiene a todas sus baterías atacando. Es intolerable que un presidente del Gobierno declare, cuando está siendo juzgado por el Tribunal Supremo, la inocencia de un fiscal general del Estado nombrado por él y que «depende de él». ¿De quién depende el fiscal?  Y que ordene una avalancha de ataques de todo su Gobierno a los tribunales. O que se llegue a la situación que se llegó, cuando estaba declarando el coronel Antonio Balas, de la UCO, con el público metido allí, como clac del fiscal general del Estado, insultándole en la sala. Llamándole de todo. Incluso, hijo de puta. Con el ataque al Poder Judicial se quiere derrumbar el último de los grandes pilares del Estado de derecho. Y el otro elemento a derrumbar son los medios de comunicación libres, que le están plantando cara. Yo he vuelto a creer en el periodismo, gracias a los medios de comunicación libres, entre otros, THE OBJECTIVE. Sánchez también irá a por ellos. De hecho, ya lo está haciendo. ¿Qué es lo que quiere? Pues lo que ha creado: ‘Tele-Pedro’, donde están saliendo todos los días esbirros absolutos de su partido. El carné no hace falta que lo tengan.

«En TVE han creado tropas sectarias, haciendo loas a Sánchez y atacando a la Oposición»

P.- ¿Ves TVE?

R.- No. En TVE han creado tropas sectarias dedicadas continuamente a las loas a Sánchez y al ataque a la Oposición. Es absolutamente indecente. Hasta el Consejo de Informativos de RTVE lo está denunciando. Han perdido, para mí, la categoría de periodistas. Son la «prensa papagayo». Por fortuna, hay directores de medios y periodistas jóvenes que, cuando dicen «fango» o «bulo», responden con documentos, pruebas, reuniones, fotos… Eso es lo que me hace abrigar alguna esperanza.

P.- ¿Te arrepientes de haber abandonado las tertulias? ¿No las echas de menos?

R.- Este libro lo he escrito por un sentido de deber democrático. Para exponer mi verdad. En las tertulias hay gente que está llevando todo el peso y toda la carga con enorme dignidad. Hay tertulias plurales, donde aparecen opiniones con las que puedo o no estar de acuerdo. Pero, se está haciendo ya un ensayo para el pensamiento único. Para la tele que se hace en Cuba, Venezuela o la que se hacía en la Unión Soviética. Lo que se está buscando es eso, pero por la puerta de atrás. Es el truco de Goebbels y de Beria. Si tú le dices a la gente que vas a tener de socio preferente a Bildu, la gente se hubiera horrorizado. ¿Qué dijo Sánchez? «¡Nunca! ¿Cuántas veces se lo digo, veinte veces más?». Lo mismo que dijo de Podemos. Y lo mismo que dijo del separatismo. La amnistía era anticonstitucional. Lo dijo 80 veces, y lo va metiendo poco a poco. De pronto, llega y no ha pasado nada. Esa es la técnica: llevarnos sibilinamente hacia un Estado democrático en apariencia. Se dirá a sí mismo: «somos los más democráticos del mundo».  La Alemania del Este también se llamaba República Democrática Alemana. Las leyes del sanchismo, en su enunciado, son exactamente lo contrario de lo que pretenden. Cuando te venden la Ley de Memoria Democrática, es exactamente lo contrario. Todas las leyes que están haciendo, como la ley Bolaños, son una voladura del Estado de derecho. Es colocar a los jueces a dedo, sin oposiciones, y controlar, como ya controlan la Fiscalía, todos los juicios pendientes, haciendo que los fiscales, a la orden de este señor o del que pongan, sean los que instruyan los juicios. Será una democracia que tendrá ese nombre, pero nuestra igualdad como ciudadanos está desapareciendo. Un ciudadano catalán tiene más privilegios que tú y que yo por el hecho de vivir en Cataluña. Se vulnera la Constitución todos los días.

P.- ¿Esta situación puede ser reversible?

R.- Claro que es reversible. Una de las primeras cosas que, supongo, hará un nuevo gobierno será derogar todas las leyes aberrantes que nos han metido. Y hacerlo el primer día. No se puede esperar un segundo más. El PP, de una maldita vez, tendrá que decir algo tan claro como esto: «si tengo que pactar con Vox, pactaré». Y ustedes se callan. Yo pacto con quien me da la real gana. En Vox hay gente que dice unas barbaridades y que entra en una deriva espantosa. Pero, hay otras cosas que son muy razonables. Decir la verdad no es xenofobia nunca. Si el número de encarcelados es de determinadas nacionalidades y lo ocultas, estás faltando a la verdad. Habrá que explicar por qué ocurre. Vox pone voz —a veces con sal gorda— a determinadas cosas. Y la gente está tan harta de mentiras que está pasando en los jóvenes una cosa inaudita: un porcentaje altísimo se declara de derechas. Entre los jóvenes, según las encuestas, Vox está subiendo como la espuma. Por primera vez, que yo recuerde, en la historia de España, la población joven es mayoritariamente de derechas. Incluso, con ribetes de la derecha más radical. Si quieren que yo le llame extrema derecha a Vox, que ellos le llamen extrema izquierda a todos los que en estos momentos lo son.

«Ahora son progresistas los albaceas de ETA y los separatistas catalanes»

P.- En tu libro dedicas un capítulo al feminismo. Tras los escándalos de José Luis Ábalos, ¿tiene validez el eslogan «socialismo es feminismo»?

R.- Ábalos era el mayor defensor del feminismo. Lo que ha hecho la extrema izquierda, llevando del ramal al PSOE, ha sido apropiarse del feminismo y desnaturalizarlo. La Ley de Género es una ley anticonstitucional, por mucho que el Tribunal Constitucional dijera que lo era. Es inconstitucional por una cosa muy sencilla: la Constitución señala, de una manera clarísima, que no puede haber discriminación por razón de sexo. La discriminación, por tanto, es inconstitucional. No puedes discriminar a la mujer por encima del hombre. Eso es una aberración. El feminismo que es, en mi opinión, el movimiento más importante, a nivel social, de la Historia desde el neolítico, del que tenemos que estar orgullosos, no se puede venir abajo. Han pasado del feminismo al hembrismo y, finalmente, a la cancelación de la mujer. La insultan. ¿Te imaginas la foto de dos pobres chicas en el podio, después de una prueba de natación, con un bigardo que les ha ganado, y al que se le notan los atributos? La desnaturalización del feminismo es culpable de esto.

«No puede ser que todo lo conseguido desde los años 70 estemos en un tris de perderlo»

P.- Hay algo que no cuadra. ¿Cómo es posible que Ábalos siguiera siendo diputado nacional?

R.- Dejará de serlo, supongo, cuando lo condenen. Quien hizo a Ábalos diputado, sabiendo lo que estaba haciendo, fue Pedro Sánchez. Hay una serie de mensajes entre ellos, en los que Sánchez le dice: «cómo te echo de menos». Todo lo que estamos viviendo es sanchismo puro. ¿Begoña Gómez podría haber ido a la Universidad Complutense y que le dieran todo eso, si no hubiera sido la mujer del presidente del Gobierno? Ninguna mujer de presidente ha utilizado esa condición para hacer negocios. Ningún hermano de ningún presidente del Gobierno, que yo sepa, ha utilizado su relación fraternal para ser enchufado en una Diputación. Son pequeños ejemplos. Tiene uno tal desazón que incluso llegas a pensar: no puede ser que todo lo que ha hecho España, desde los años 70 hasta ahora, estemos en un tris de perderlo. Estuve en Venezuela en 1998, justo antes de que Hugo Chávez llegara al poder. ¿Quién iba a decirle a los venezolanos que estarían como están hoy? Parece imposible que eso nos pueda ocurrir a nosotros. Pero, de entrada, los más adelantados chavistas, eran los de Podemos, y el ministro plenipotenciario de Maduro es Zapatero. Tenemos un gobierno que está gobernando con el separatismo y los albaceas de ETA. Y parece que eso no sea reprobable.

«El ministro Albares pisotea la historia de sus propios abuelos y se mea en sus tumbas»

P.- ¿Qué te parece que se haya pedido perdón al Gobierno mexicano por lo acontecido hace quinientos años? 

R.- El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ese Botones Sacarino que se disfraza de Napoleón III, a mí no me va a representar jamás. Dijo que era una injusticia lo que se había hecho. Vamos a ver. ¿Qué es una injusticia? ¿Era una injusticia enorme que los aztecas sacrificaran a 20.000 prisioneros y les sacaran el corazón? Pero, ¡qué tontería es esta! Están aplicando baremos del siglo XXI a lo sucedido allí hace 500 años. Que vaya el mentecato de Albares y les pregunte a los estadounidenses dónde están los indios. Nos gobiernan los tontos, con la infamia. Lo que ha hecho el ministro es pisotear la historia de sus propios abuelos y mear sobre sus tumbas. Así de claro.

P.- Muchas gracias, Antonio…

R.- Antes, quiero decir que todo esto que hemos hablado está en mi libro, España traicionada. Si soy vehemente en el calificativo, es porque creo que utilizar expresiones muy castellanas y alguna metáfora es algo que se ha hecho en la literatura desde siempre. Si quieren enjuiciarme por esto, que empiecen a enjuiciar a Francisco de Quevedo. Como decía Quevedo, «por más que me amenacen y con el dedo me señalen miedo», ni puñetero caso. No me van a hacer hablar en lenguaje inclusivo, ni me van a decir qué palabras puedo o no puedo utilizar. El castellano está para utilizar la palabra precisa, y en el momento preciso. Si hay que llamarle «traidor» a alguien, se le llama. Y, si hay que llamarle «tonto», se le llama.

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