The Objective
Fuera de micrófono

Ángel Expósito: «Lo de Kim Jong-un en Corea es una broma comparado con lo de Sánchez»

El periodista madrileño es el líder de la radio nocturna en España con ‘La linterna’ de la COPE

Se tomó al pie de la letra el consejo de su primer redactor jefe en Europa Press, José Luis Cebrián Boné «tienes que trabajar toda tu vida como si fueras un becario»– y, a la vista de su trayectoria profesional, parece que la recomendación le sigue dando buenos resultados. Ángel Expósito (Madrid, 1964) se muestra en esta entrevista de Fuera de micrófono tal como es. Sin rodeos y presumiendo lo justo de los logros alcanzados.

El que fuera durante diez años (1998/2008) director de la agencia de noticias fundada por Torcuato Luca de Tena Brunet en 1953, y posteriormente director de ABC, es hoy líder de audiencia con La linterna de Cope, así como un entusiasta de la radio en directo, con la que viaja a los escenarios donde se producen las noticias de alcance. La escuela de Ángel Expósito fue la agencia y el bar de su padre, donde aprendió asignaturas de la vida que no se impartían en la Facultad de Periodismo. «El contacto con la gente, el olfato, la mirada, la educación, las relaciones públicas –tan fundamental en nuestro trabajo– lo aprendí en la cafetería Yolanda que le habían traspasado a mi padre», afirma este periodista polivalente, acostumbrado a ejercer el oficio desde distintas posiciones y circunstancias.

Orgulloso de haber nacido en el barrio madrileño de Cuatro Caminos, en una familia humilde y trabajadora, insiste en que lo más importante del periodismo es la noticia y contarla desde el lugar en el que han ocurrido los hechos. Quizá por esta razón, Ángel Expósito valora tanto la inmediatez y la credibilidad de la radio. En la Cope ha hecho la mañana, el mediodía, la tarde y, desde hace siete años, la noche, demostrando una capacidad de adaptación realmente admirable.

Le duele la actual situación política en la que nos encontramos y es muy crítico con el actual presidente del Gobierno, al que tuvo como contertulio en un programa de televisión cuando Sánchez era concejal del Ayuntamiento de Madrid. «Parecía un economista moderado –explica en esta entrevista–, pero ha sido víctima del personaje. Se lo ha comido el poder».

El periodista cree que «los genios solo existen en los cuentos» y que el éxito o el fracaso dependen, en buena medida, de la gente con la que trabajas. La mejor demostración de ello, según Expósito, la tenemos en Pedro Sánchez y sus hombres de confianza: Ábalos, Cerdán y Koldo.

PREGUNTA.- Tu primera escuela fue la agencia Europa Press, pero creo que también aprendiste periodismo en la barra del bar de tu padre.

RESPUESTA.- Es verdad. Mi padre trabajó toda su vida en la Cafetería Nebraska y cuando yo estaba en COU cogió una en traspaso. Yo hacía las noches, cerraba el local y dejaba los servicios preparados para el desayuno del día siguiente. El contacto con la gente, el olfato, la mirada, la educación, las relaciones públicas –algo fundamental en nuestro oficio– lo aprendí en la Cafetería Yolanda, de mi padre. En la Facultad coges el gusanillo, adquieres cultura general, cuestiones de política, de economía, de derecho. Pero ese poso, ese don de gentes y ese olfato lo aprendes en un bar. No hay mejor sitio.

P.- ¿Qué hay que hacer para empezar de becario en la principal agencia privada de noticias (Europa Press) y terminar siendo su director durante 10 años? 

R.- Hace muchos años se decía eso de Alfonso Escámez, que empezó de botones en el Banco Central y acabó con el Banco Central metido en el bolsillo y vendiéndolo. Pues, algo parecido, aunque yo no soy empresario. Me cogieron de becario en 2º curso de Periodismo. Empecé a hacer reportajes, a viajar. Los veranos me los pasaba fuera de Madrid trabajando en lo que se llamaba Europa Press Reportajes. De ahí pasé luego a Europa Press TelevisiónEuropa Press Noticias, redactor jefe… Bueno, con la evolución, los cambios y las salidas, acabé de director. Cuando empecé en Europa Press, un veterano redactor jefe, José Luis Cebrián Boné, me dijo: «Tienes que trabajar toda tu vida como si fueras un becario». Eso es clave. No te lo creas nunca. Luego, fui director de director de ABC casi tres años y ahora tengo un programa de radio líder en su horario (La Linterna, en Cope) y lo que quieras. Trabaja siempre como si fueras un becario. Esa es la clave.

«Se nos ha olvidado que lo más importante de este oficio es la noticia y contarla desde donde se produce»

P.- Siempre se ha dicho que una agencia de noticias es la mejor escuela. ¿Por qué?

R.- Es verdad. La agencia, como la conocimos nosotros, es el origen de Twitter. El origen de las redes. Cuando nosotros dábamos un flash urgente –lo que en la escuela anglosajona se llama bulletin o breaking news–, en el fondo, lo que estábamos haciendo era un tuit. La última hora. La CNN te dividía la pantalla y nosotros, con los teletipos, sonaba una campanita y soltabas el urgente. Nos anticipamos a los tiempos, sin saber lo que vendría después. La agencia, por lo menos a mí, me enseñó dos cosas: qué es la noticia, que se nos ha olvidado con la vorágine del tertulianeo, la opinión y los presuntos líderes de opinión. Se nos ha olvidado que lo más importante de este oficio es la noticia y contarla desde donde se produce. Eso te enseña la agencia. Y, en segundo lugar, te enseña a competir. A ser el primero y el mejor. Y eso hay que llevarlo siempre metido en la cabeza o grabado en la calva. Hay que competir y ser el mejor. 

P.- Director de Europa Press durante diez años y de ABC durante casi tres… ¿Conoces bien, supongo, lo que son las presiones del poder?

R.- Presiones, las justas. A mí me fichó el Grupo Vocento para ser director de ABC, en sustitución de José Antonio Zarzalejos. ¿Presiones del poder? Pues mira, esto es como la corrupción. Existe, si te dejas corromper o si te dejas presionar. Si no te dejas presionar, se corta. Si no te dejas corromper, se corta. Luego, presiones, las justas. Yo tengo tres experiencias. Un alto cargo, muy importante en la Justicia, me llamó para decirme que su cliente se estaba poniendo muy nervioso. Un poco más y me dice que mirara el líquido de frenos del coche. En aquella época, iba con escolta y coche blindado, pero había que tener cuidado. Otro caso: un alto cargo del mundo social, digámoslo así, amenazó con quitar el suplemento del periódico. No lo hizo nunca. Y, luego, un altísimo cargo empresarial me pidió que echara a dos personas del periódico y no las eché. Entonces, llamó al consejero delegado y le dijo una de esas frases que pondré en mi lápida algún día: «Este Expósito o es tonto o no manda nada». Pero no los eché.

«¿El periodismo ha cambiado? A lo mejor quienes hemos cambiado hemos sido los periodistas»

P.- En los años 80, cuando empezaste, ¿se hacía mejor periodismo que ahora?

R.- Era diferente. Internet ha ayudado mucho al periodismo. Otra cosa es cómo lo utilicemos y cómo nos volvamos locos. Pero, la tecnología siempre cambia. Yo recuerdo haber empezado en Europa Press con aquellos ordenadores Nixdorf que eran una revolución. Es que los teletipistas escribían con calco. Y nosotros lo hemos visto. Llegaban los teletipos a una máquina que tenías en un rincón y, cuando había algo urgente, sonaba una campanilla. Pero una campanilla de cling, cling, cling. ¿Qué ha pasado? Que se ha muerto Franco. Acuérdate de que eso era así. Y tampoco hay que irse tan lejos. ¿El periodismo ha cambiado? A lo mejor, quienes hemos cambiado hemos sido los periodistas. Mi ventaja competitiva –perdón por hablar en primera persona–, por la que somos líderes, se debe a que nos vamos a hacer el programa al lugar donde se produce la noticia. Los medios pecamos de declaratitis y de redaccioncitis. Nos cuesta mucho irnos a la frontera de Rusia con Ucrania –donde estaré dentro de unos días– o irnos a cubrir las elecciones de Estados Unidos, viendo a los electores en Florida. Eso cuesta dinero, pero hay que hacerlo.

P.- ¿Se pisa poco la calle? Hay más gente delante del ordenador.

R.- Es culpa nuestra. La foto de mi WhatsApp es una foto con Zelenski en Ucrania. Yo no puedo hablar igual de Ucrania si no he estado allí, por mucha Wikipedia que tenga. Tampoco podría hablar igual del drama de la inmigración, si no hubiera recorrido toda África y estado en La Restinga (Isla de Hierro) o en el sur de Gran Canaria. No puedes contar las mismas cosas. Las caras, el miedo… Eso no puedes contarlo desde aquí.

«Si tuviera que elegir uno de los palos que he tocado, me quedaría con la radio»

P.- Has pasado por una agencia, por la prensa escrita, por la televisión y ahora estás en la radio. ¿Eres polivalente, que diría Jorge Valdano? ¿Sabes adaptarte a distintas posiciones?

R.- Me he adaptado más o menos bien y no tengo ninguna queja. Soy un multimedia. Hay futbolistas que juegan bien donde le pongas.

P.- ¿Ernesto Valverde, por ejemplo?

R.- Lo que pasa es que Valverde se está poniendo un poquito estúpido últimamente. Pero, acuérdate de Zinedine Zidane. Era el perfecto jugador del centro del campo. Te sacaba un córner y también te metía un gol como el del pase de Roberto Carlos en aquella Champions. Podía jugar de lo que fuera. Sí, yo soy polivalente. De todos los palos que he tocado, si tuviera que quedarme con uno, me quedaría con la radio. Esa sería mi posición en el campo. Pero, me lo he pasado muy bien en todas las posiciones.

P.- En radio también has hecho mañana, tarde y noche.  ¿Es distinta la audiencia en cada caso? 

R.- Me decía Manuel Campo Vidal que es distinto el tono. Yo empecé en la radio haciendo el resumen de prensa con José Apezarena en la COPE. Después, me ficharon en Radio Nacional y me tiré unos cuantos años con Fermín Bocos –otro genio, otro maestro del oficio– haciendo el resumen de prensa en 24 horas. ¡Lo que yo aprendí con ese hombre! A partir de ahí, me fui con Carlos Alsina y estuve un año en La Brújula. Como me nombraron director de ABC, ya no podía hacer el resumen de prensa. Así que me quedé de tertuliano, con Alsina y con Herrera, en Onda Cero. ¿Cambia mucho un programa en función del horario? Cambia el concepto, cambia el programa, pero no cambia la base. Cambia el tono. Tú, como oyente, no escuchas igual la radio cuando vas en el coche por la mañana al curro, recién afeitado, que cuando estás en casa por la noche, con el pinganillo puesto, oyendo el fútbol o La Linterna, mientras te haces la tortilla. La mentalidad es distinta. Por lo tanto, tienes que cambiar el tono y el producto.

P.- Tuviste también un programa de televisión, en La 10, en el que participaron un dirigente del Partido Popular y otro del Partido Socialista.

R.- No les ha ido tan mal a ninguno de ellos. Sobre todo, a uno.

P.- El Partido Socialista mandaba al entonces concejal de Madrid, Pedro Sánchez, y el Partido Popular a Juan Manuel Moreno Bonilla.

R.- Cuando explotan las TDT’s, el grupo Unidad Editorial pone en marcha Veo TV y el grupo Vocento, La 10. Entonces, a mí me encargaron un programa de noche, que se hacía en la Ciudad de la Imagen. Un día venían el diseñador Lorenzo Caprile, la maestra Carmen Guaita y el general Pedro Pitarch y hacíamos una tertulia de actualidad con tertulianos que no eran los habituales. Gente muy culta, muy preparada, con la que aprendíamos mucho. Otro día dije: voy a hacer una tertulia con políticos jóvenes. El PP me mandaba a un chaval joven, un tal Juan Manuel Moreno Bonilla, y el PSOE a un tipo muy guapo, muy estupendo, de nombre Pedro Sánchez Pérez-Castejón. La tertulia, muy interesante, era entre ellos dos.

P.- ¿Apuntaba maneras Pedro Sánchez?

R.- Sí, pero no. Recuerdo haber comido con él y ya tenía la ambición de llegar mucho más arriba: ser diputado. Lo fue por rebote, porque falló Pedro Solbes y dimitió también Cristina Narbona. Si no, no hubiera salido. Es un tipo con suerte. Apuntaba maneras, pero no estas maneras. Apuntaba las maneras de un joven con idiomas, formado con Carlos Westendorp en Europa, que había estudiado la carrera fuera de España. Parecía un economista moderno, centrado, y ha resultado que no es, en absoluto, centrado y que ha sido víctima del personaje. Esa es mi lectura hoy. 

«Andamos hablando de amigas y novias, pero son putas»

P.- ¿Por qué crees que ha llegado a ser un presidente acosado por los casos de corrupción? 

R.- Se lo ha comido el poder. Todo depende de quién te rodees. En función de quién te rodees, así te sale la cosa. Si te rodeas de José Luis ÁbalosSantos Cerdán y Koldo García Izaguirre, pues así te sale la cosa, sencillamente. Si tú haces un gobierno con Pablo IglesiasIone Belarra, Yolanda Díaz y Óscar Puente, pues así te sale la cosa. Somos víctimas, o beneficiarios, de nuestros equipos. Absolutamente. No hay nadie que sea un genio. Los genios sólo existen en los cuentos. Tú te rodeas de gente y, según sea esa gente, así te saldrá el producto. No te extrañe, si te has rodeado de Ábalos, de Koldo, de Cerdán…, y lo que te rondaré.

P.- ¿De ahí vienen luego las «txistorras», los sobres con «lechugas»…?

R.- Las putas, las comisiones, los viajes. Aquí andamos hablando de las amigas, de las novias. Son putas. Son prostitutas; dejémonos de gilipolleces. A partir de ahí, viene todo lo demás. Ya veremos hasta dónde le salpica a él (Pedro Sánchez) este escándalo. Yo hablo igual aquí que en casa o en la radio. Lo siento, pero, si no, mentiría. 

«El caso más repugnante, más zafio y asqueroso, es Ábalos, Koldo y Cerdán»

P.- De todos los escándalos y casos de corrupción, que son muchos, ¿hay alguno que consideres que supera todo lo imaginable?

R.- De todo lo que hay encima de la mesa, mucho de ello está interrelacionado. Nadie sabría diferenciar entre el caso Hidrocarburos, entre la Jésica, entre el caso Leire, entre el caso Santos CerdánLas Navarras, las comisiones de Venezuela… Todo está interrelacionado. Si separamos el caso del fiscal general del Estado, la mujer de Pedro Sánchez, el hermanito, Cerdán/Ábalos/Koldo…, yo creo que el caso más sangrante, más repugnante, más zafio, más burdo y más asqueroso, sin duda, es el caso Ábalos, Koldo y Santos Cerdán. No sé en qué orden poner los nombres propios, pero sin duda es ese. Porque junta todo: la pasta, la alta política, las comisiones y los negocios. Junta las prostitutas, el machismo y lo más cutre. Junta todo. Y, a partir de ahí, que la justicia acarree y decida, que para eso han estudiado.

«El líder supremo, Pedro Sánchez, se ha convertido en un monstruo»

P.- ¿Por qué no hay contestación a Sánchez dentro del Partido Socialista? 

R.- Pues, por adoración al líder, al líder supremo. Oh, amado líder. Lo de Kim Jong-un en Corea del Norte es una broma comparado con lo que [Sánchez] ha conseguido en Ferraz. Lo decía Javier Lambán y lo decía Guillermo Fernández Vara, pero cayó enfermo y se cayó. Y lo dicen Emiliano García-Page, Felipe González, Nicolás Redondo Terreros y Tomás Gómez. Es el líder supremo, oh, amado líder. Y quien hace toda esa transformación interna del partido, quien echa a Adriana Lastra –a la que tratan como a una perra– y quien se encarga de cargarse todo lo que hay alrededor es José Luis Ábalos, como secretario de Organización. No lo olvidemos. Y, cuando se cargan a Ábalos, ponen a otro igual o peor: Santos Cerdán. No olvidemos que está en la cárcel. Al final, toda esa estructura es adoración al líder supremo. Y el líder supremo se ha convertido en un monstruo.

P.- En la situación actual, ¿podría calificarse de cómplices a los socios y aliados del Gobierno?

R.- Absolutamente. ¿A qué iba Pujol con Aznar? A lo suyo. ¿A qué iba Arzallus, cuando cierra con Rodrigo Rato un acuerdo en el famoso hotel Majestic de Barcelona? A lo suyo. Al tema del País Vasco. Si tú fueras, Dios no lo quiera, OtegiJunqueras, Pablo Iglesias, Yolanda Díaz, Puigdemont o el presidente del Gobierno Vasco, que nadie sabe cómo se llama, ¿a quién querrías en Moncloa? ¿A Feijóo, con sus virtudes y defectos, o a Pedro Sánchez? Si yo fuera Otegi, Junqueras, Puigdemont, Pablo Iglesias, Yolanda Díaz, claramente querría a Pedro Sánchez en la Moncloa. Cueste lo que cueste. Recordemos que la moción de censura contra Rajoy la apoyó el PNV después de aprobar los Presupuestos 48 horas antes, bajo la excusa de la corrupción. Con todas las putas, con toda la pasta, con todas las txistorras, con todo el hermanito, con todo el fiscal, están todos callados. ¿Por qué? Porque van a lo suyo y les compensa

«A Sánchez todo le da exactamente igual»

P.- Si todos estos escándalos le hubieran salpicado a un gobierno del PP, ¿seguirían todavía en el Gobierno? 

R.- No.

P.- ¿Habrían convocado elecciones? 

R.- Habrían convocado elecciones, habrían dimitido o se habría montado tal pollo que la situación hubiera sido insoportable. Pero, Sánchez tiene unas tragaderas en lo personal absolutamente infinitas. Fíjate, hemos pasado ya el ecuador de la legislatura, y yo apostaría a que va a intentar aguantar. Pero, ni él sabe lo que queda por salir. Ese es el gran miedo. ¿Cuánto va a tardar Ábalos en ponerse a escupir? ¿Va a tardar, o no, Santos Cerdán en ponerse a escupir?, y cuando Koldo vaya para adelante… ¿Cuánto va a tardar en sacar la UCO o él mismo todo lo que tienen debajo? No lo sabe ni Pedro Sánchez.

P.- ¿Lo de seguir sin presupuestos te parece un tema menor, aunque el propio Sánchez dijera que no se puede gobernar sin ellos?

R.- Eso se lo dijo a Mariano Rajoy en la prehistoria. Los presupuestos le dan igual; las pulseras le dan igual; las competencias le dan igual. El embargo de armas a Israel es mentira. Todo le da exactamente igual. Se cargó a Ábalos en el año 2021 y en el 2023, recordémoslo, le metió de número dos por Valencia. Es que Ábalos es hoy diputado. 

P.- ¿Cómo puede ser diputado nacional una persona así?

R.- Solo puede serlo por una cosa: porque le resbala todo. El propio afectado no tiene la vergüenza de decir: no puedo representar al pueblo siendo quien soy, teniendo el pasado que tengo. Porque el que mejor lo sabe es él. Pero, es que quien le pone en el puesto, manu militari, o sabe muchas cosas de él o ese pájaro sabe muchas cosas del presidente del Gobierno. Y a partir de ahí, el chiste del dentista: ¿A que vamos a llevarnos bien? Pues, ahí están. ¿Hasta cuándo? Hasta que dure. Recordemos que, cuando haya elecciones, Ábalos se queda sin curro. ¡Ojo!, que va palante. Muy posiblemente, estará en la puerta de Soto del Real, si no dentro. Esto no ha hecho más que empezar.

«El mensaje del miedo a Vox beneficia a la izquierda porque moviliza a la gente»

P.- Da la impresión de que al PP se lo están poniendo fácil, pero tiene un escollo llamado Vox.

R.- Cuando tú sigues la política de alguien, el votante, como el cliente, se va a quedar siempre con el original y no con la copia. Si tu sigues la política de Vox, te vas a ir con Vox. Si tú en Cataluña sigues la política de Puigdemont, te vas con Puigdemont. Si sigues la de Esquerra, te vas con Esquerra. No te vas con el que les imita. Eso lo hacemos nosotros también, si pudiéramos comprar en las tiendas y no comprar la copia. Por lo tanto, siempre el original. Se nos olvidan varias cosas: el ganador de las últimas elecciones, seis meses después de llegar a la cúpula del PP, fue Alberto Núñez Feijóo. Acuérdate dónde estaba el PP con Pablo Casado y dónde estuvo el PP después de las generales. Feijóo lleva 15 minutos al frente de la cosa. Dicho esto, es verdad que Vox está subiendo. Pero, cuando tú lees en los titulares «Vox se dispara», dices: ¿va a ganar?, y resulta que sacará 50 diputados y el PP 150. Como mensaje, al PSOE le renta decir: «cuidado, que viene Vox». Eso moviliza a la izquierda. Pedro Sánchez juega a quedarse con toda la izquierda. De ahí el paripé de Gaza. El miedo a Vox no es que perjudique al PP, que también, es que le beneficia a la izquierda porque moviliza a la gente. El miedo moviliza. Y el miedo es Vox. Desde el punto de vista estratégico, es inteligente.

P.- En 2023 escribiste un libro titulado Mi abuela sí que es feminista (Editorial HarperCollins). Si ella levantara la cabeza, qué diría de Ábalos, al autoproclamarse «feminista por ser socialista».

R.- Diría que es mentira, que es postureo. Para feminismo, el de tu madre, Javier, en Guadalajara currando como una bestia para sacar adelante a los lebreles, mientras el marido estaba trabajando de sol a sol. Y ella trabajando igual que el marido, y el doble en casa. ¿O no? Pues como yo en el barrio de Cuatro Caminos (Madrid) y no te digo ya mi abuela en Talavera de la Reina. Es exactamente así. El subtítulo de aquel libro –gracias por la cita–, era: «Mujeres superheroínas que desmontan el empoderamiento de postureo» ¿De verdad es feminismo lo de Irene Montero?, que ha llegado a ser ministra por lo que ha llegado. Seamos sinceros. Respecto a la cita de Ábalos –«soy feminista porque soy socialista»–, lo primero que me sale decir es sí, mis cojones. Lo siento, pero es así. 

«Cuando alguien me llama facha, le contesto: ‘facha tu padre’»

P.- ¿Qué te parece que te llamen facha por criticar al Gobierno?

R.- Cuando alguien dice eso, le contesto: facha tu padre. ¿Me van a decir facha a mí, con la cantidad de impuestos que pago como autónomo? Con lo que trabajo con el equipo y cómo me meto hasta dónde hay que meterse. De donde venimos, ¿nos van a dar a nosotros lecciones de progresismo? Si no pagara los impuestos que pago o si me escabullera no declarando a Hacienda. O si tuviera dinero en la República Dominicana, fuera un jeta y mantuviera tres mujeres a la vez. O si me desentendiera de mis hijos y pasara la pensión en sobres. Entonces, diría: no solo un facha, sino un sinvergüenza, que es mucho peor. Pero, ¿a mí me van a dar lecciones de facha los que supuestamente…? Venga, tu padre. Es lo primero que se me ocurre.

P.- No eres muy activo en las redes sociales. ¿Twitter (ahora X) es un lodazal?

R.- Es un lodazal porque es anónimo. A la cara no te lo dirían. Tampoco vas a ir a un bar en el que sabes que te ponen a parir. Vas a otro en el que no te dicen nada o que son de los tuyos. No voy a meterme en la boca del lobo. ¿Para qué? ¿Para cabrearme más todavía? Conclusión: no entro al trapo ni lo voy a hacer en mi vida. No es bueno para la salud.

«Utilizar los mismos adjetivos que los políticos repiten es un poco cantoso»

P.- En las tertulias se habla mucho de lo que ha dicho tal o cual político, pero no tanto de problemas tan serios como el de la vivienda. ¿Por qué?

R.- Hay un exceso de declaratitis. Cuando era director de ABC, recibía todos los días, en papel, el Financial Times, The Times, The Guardian, Le Monde, Corriere della Sera, etc. Y te dabas cuenta cómo en la mayoría de los casos abrían con información internacional, mientras nosotros, en ABC, abríamos con un entrecomillado. Pecamos de un exceso de declaraciones y también de otra cosa relacionada con tu pregunta: los políticos y los periodistas en España nos retroalimentamos en exceso. Ellos marcan la agenda y nosotros entramos al trapo, cuando los problemas de la gente, seguramente, son otros. Vayamos por libre y fiémonos lo justo de los políticos. Utilizar los mismos adjetivos que ellos repiten es un poco cantoso.

P.- ¿Por qué la radio aguanta mejor las crisis y mantiene mejor la audiencia que la prensa o la televisión?

R.- Porque en la radio es muy difícil mentir. Delante del micrófono es imposible engañar. La radio es como el teatro. Un actor en el escenario es muy difícil que te engañe. La voz, el tono…

«He tenido muchísima suerte y creo que he sabido aprovechar las oportunidades»

P.- ¿Quiénes eran tus ídolos radiofónicos en la adolescencia y primera juventud?

R.- Mi referente de joven era Iñaki Gabilondo. Estando ya en Europa Press, me encantaban Carlos Llamas, por las noches, y Manuel Campo Vidal. De ahí la ilusión que me hace haber sobrepasado a Hora 25.

P.- En un país tan polarizado como el nuestro, la audiencia de la Cadena SER será mayoritariamente de izquierdas y la de la Cadena COPE de derechas. ¿Te consta que también te escucha gente de izquierdas?

R.- Puede parecer curioso, pero la radio es mucho más transversal de lo que parece. Y siempre hay alguien escuchando. Cuantos más, mejor.

P.- Alguna vez has reconocido ser un hombre con suerte. ¿Te arrepientes de algo que hayas hecho en tu trayectoria profesional?

R.- La época de mi vida en la que menos periodismo he hecho y más he sufrido en lo personal fue en mi etapa de director de ABC. Me tocó el primer ERE de la prensa española. Dicho lo cual, que me quiten lo bailado. A ti mañana te ficha el Real Madrid y, aunque te pongan en una posición que no te gusta, no puedes decir que no. He tenido muchísima suerte y creo que he sabido aprovechar las oportunidades.

[¿Eres anunciante y quieres patrocinar este programa? Escríbenos a [email protected]]

Publicidad