Alarma en la SER por la triple derrota de sus programas de Deportes en el EGM
Fran Llorente prepara ajustes en la parrilla que podría aplicar a partir de la próxima temporada radiofónica

Manu Carreño, presentador de 'El larguero' de la SER. | EP
Los grandes programas deportivos de Cadena SER —las noches de El Larguero y los fines de semana de Carrusel— se convirtieron en el farolillo rojo de la emisora que en el último Estudio General de Medios (EGM) volvió a liderar con puño de hierro todas las franjas y días. Una coyuntura que no se producía desde hace 18 meses y que llega además en momentos en los que parecía que los equipos deportivos se habían consolidado y dejado atrás años de dudas y problemas para afianzar sus formatos. Un momento sin duda incómodo, con ajustes estructurales en el grupo Prisa y con movimientos que podrían desembocar en cambios a partir de la próxima temporada.
El larguero de Manu Carreño registró 740.000 oyentes en la última oleada del EGM, una cifra que supera levemente los 733.000 de hace un año, pero que se convierte en la segunda más baja en más de un lustro para cerrar el año. Aunque el verdadero problema es que El partidazo de COPE con Juanma Castaño se quedó con 767.000 y -con una tendencia creciente- recupera el primer lugar después de un año relegado. Algo similar pasó con Carrusel de Dani Garrido que llegó a los 1.878.000 seguidores los sábados y los 1.999.000 los domingos, dos crecimientos interanuales incluso con récord en el primero de los casos. No obstante, Tiempo de Juego de Paco González y Manolo Lama llegó a los 2.091.000 y 2.121.000 respectivamente, cifras históricas en los dos casos.
Un balance sin duda agridulce. Es verdad que Carrusel mantiene métricas ascendentes, pero en El Larguero parece que se comienza a notar cierto agotamiento. Además, con una Cadena SER marcando máximos con 4.892.000 fieles -y con la mayoría de los programas acercándose a su récord- resulta complicado explicar que Deportes haya perdido en todas sus franjas. Y lo que es peor, da la sensación de que COPE (y los informes internos así lo dicen) puede seguir creciendo en los próximos meses y consolidar su liderazgo de manera consistente. Por otro lado, de cara a las planificaciones publicitarias, perder el primer lugar a las puertas de 2026 es lastrar al equipo comercial con menor poder de negociación y darle más armas a un rival que tiene a sus programas deportivos como máquinas de generación de ingresos perfectamente engrasadas.
Guerra de Deportes
Una coyuntura que hace que en algunos sectores de la Cadena SER y en directivos de Prisa hayan saltado las alarmas. La preocupación no tiene que ver solo con los datos de este último EGM, ni con que la COPE le superara en todas las franjas, sino que está más relacionada con la idea de que se podría estar llegando a un fin de ciclo. Manu Carreño y Dani Garrido asumieron la dirección de El larguero y Carrusel en junio de 2016 y con el tiempo justo para preparar la temporada siguiente. Y no era fácil, ya que el presentador de Mediaset debía sustituir al histórico José Ramón de la Morena —que había fichado por Onda Cero— y Garrido a Jesús Gallego, que no había logrado hacer frente al crecimiento de COPE, que cumplía por entonces su sexto año tras marcharse de la emisora de Prisa.
Y los dos resistieron. Pocos daban crédito a que pudiesen contener la arremetida de Paco González, Juanma Castaño, Manolo Lama, Pepe Domingo y un puñado de tertulianos fichados directamente de Deportes de la SER. Fueron unos primeros años muy complejos en los que se especulaba casi todas las temporadas con que serían sustituidos. Pero aguantaron y sobrevivieron. El problema es que llevan una década resistiendo, alternando el liderazgo con su principal competencia y siendo los únicos programas de la parrilla de la emisora de Prisa que no dominan aplastantemente ante sus competidores. Y eso es un drama para una cadena que aspira a contar regularmente con un mayor trozo de la tarta publicitaria y que tiene a los deportes -uno de los mayores generadores de ingresos del sector- como uno de sus pocos puntos débiles.
La SER de hace una década -cuando se fichó a Manu Carreño y a Dani Garrido- ya no existe desde hace mucho tiempo. En esos momentos, el programa estrella de la emisora, Hoy por Hoy, estaba presentado por Pepa Bueno y Gemma Nierga, el director general y de Prisa Radio en España era Vicente Jiménez, el consejero delegado de la compañía era Andrés Cardó y el presidente de Prisa era… Juan Luis Cebrián. Desde entonces, cada uno de estos cargos ha cambiado un par de veces y la mayoría de estos directivos están fuera desde hace mucho tiempo no solo de la emisora, sino que también del grupo. Los principales programas de la SER también han cambiado de presentadores e incluso la forma en la que se entiende la radio. Pero nada se ha movido en Deportes, algo que inquieta a los nuevos directivos.
Cambios en la SER
Por otro lado, la parrilla de la SER es la única que no ha sufrido cambios hasta la fecha tras la última escabechina que se produjo a finales de mayo. En mayo y pocos días después de la Junta de Accionistas en la que Joseph Oughourlian terminó de sofocar la rebelión de los accionistas rebeldes de Prisa, emprendió una profunda reestructuración de su equipo directivo. Pilar Gil, su mano derecha, asumió como nueva CEO de medios y a partir de entonces hizo movimientos en la gestión comercial, administrativa, cambió a la directora de El País, Pepa Bueno, por Jan Martínez-Ahrens y a la directora de contenidos de la SER, Montserrat Domínguez, por el hasta entonces responsable de vídeo, Fran Llorente.
Desde entonces Fran Llorente estudia cambios. La relación del directivo con el equipo de la emisora no es buena, ni tampoco con sus principales presentadores. Quizás por eso lleva desde entonces analizando nuevos formatos y la posibilidad de fichar nuevas voces. Hasta ahora no ha movido ficha, quizás porque no era aconsejable introducir grandes cambios en un sector en el que todo hay que hacerlo de manera muy medida para no afectar las métricas del EGM. O tal vez porque tampoco le dio tiempo de hacer nada con solo un par de meses por delante para el comienzo de esta temporada en curso.
Quienes han seguido de cerca el proceso creen que algunas (o varias) cosas se modificarán de cara a la próxima temporada y que podrían producirse movimientos antes del verano de 2026. Estos ajustes podrían traducirse en alguna sorpresa en el equipo o los programas de Deportes. De momento no hay nada cerrado, pero está todo bajo revisión, dicen las fuentes consultadas. Hay cierto runrún de que es tiempo de hacer cambios tras una década explotando los mismos formatos, y que es el momento de apostar por fórmulas que les permitan superar de manera consistente y aplastante a la COPE. Pero no es fácil, y los que saben de radio coinciden en señalar que los cambios bruscos nunca son buenos.
