Intriga en ‘La promesa’: la conexión entre Curro, Ana y Santos revela nuevos secretos al aire

Los secretos, las pasiones ocultas y las tensiones familiares vuelven a apoderarse de los pasillos de La Promesa en este nuevo episodio que promete dar un giro crucial a la trama. En el capítulo 581, que se emite este miércoles 23 de abril en La 1 de TVE, dos desapariciones sacuden el palacio: Ana y Santos han abandonado Luján sin dejar rastro. Mientras tanto, Curro se enfrenta a un hallazgo que podría poner en peligro su objetivo de desvelar la verdad sobre la muerte de Jana. La intriga aumenta a medida que las relaciones entre los personajes se enredan en una maraña de sentimientos, secretos y clases sociales. Ángela y Curro siguen explorando su amor prohibido, mientras Martina se replantea su relación con Jacobo tras un nuevo desencuentro. ¿Volverá a pensar en Curro?

Capítulo del miércoles 23 de abril de ‘La Promesa’

Una declaración y una amenaza

Curro, decidido a dejar de ocultar lo que siente, se sincera con Ángela en una escena cargada de emoción. Pero sabe que su amor es casi imposible de sostener dentro de una estructura tan rígida como la de Luján. ¿Lograrán sobreponerse a los prejuicios de la época o acabarán cediendo a la presión social? Mientras tanto, el joven tropieza con una pista que podría comprometer su investigación: descubre el nombre de Rufino de la Merced, el experto en venenos al que recurrió Pía, entre la correspondencia de Lorenzo. Su presencia en el palacio podría poner en riesgo todo lo que Curro ha averiguado sobre la misteriosa muerte de Jana.

La huida de Ana y Santos

Nadie ha visto a Santos en todo el día, lo cual resulta inusual y comienza a generar inquietud entre los miembros del personal. Su ausencia repentina se suma a la inesperada desaparición de Ana, quien se ha marchado sin decir palabra ni dejar rastro alguno. Fue Vera quien, con tono seco, pero firme, confirmó que Ana ya no volvería, aunque evitó dar detalles sobre los motivos de su partida. Ricardo, aún afectado por la extraña desaparición de Dieguito, no puede evitar atar cabos y sospechar que Ana pudo haber tenido algún tipo de implicación. Aunque no hay pruebas concretas, la coincidencia de los hechos y el silencio de Vera alimentan sus dudas. Esa incertidumbre comienza a corroer la frágil calma que quedaba en la casa.

Mientras tanto, las tensiones entre los señores y el personal del servicio aumentan de forma palpable. Las miradas se vuelven esquivas, los murmullos frecuentes y la desconfianza crece como una sombra que lo cubre todo. Cada gesto es interpretado con suspicacia, cada palabra evaluada con recelo. El ambiente, antes ordenado y jerárquico, comienza a resquebrajarse bajo el peso de los secretos no compartidos y de los silencios cargados de significado.

Más tensiones en el palacio

Jacobo, cada vez más impaciente, presiona a Martina, que ha decidido posponer su boda. El cambio en su actitud inquieta a todos, especialmente después de las advertencias de Leocadia. Por otro lado, Alonso agradece a Leocadia el regreso de las obras de arte, sin saber que sus decisiones podrían volver a dividir a la familia. Y en medio del caos, Manuel y Toño avanzan en el proyecto del hangar, ignorantes de los conflictos que se cocinan a su alrededor. Todo apunta a que esta semana marcará un antes y un después en La Promesa.