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Concierto de año nuevo 2026: dónde ver y cuáles son las obras protagonistas

Un espectáculo y una cuidada selección musical que sigue marcando el inicio del calendario cultural internacional

Concierto de año nuevo 2026: dónde ver y cuáles son las obras protagonistas

Concierto año nuevo 2026 | RTVE

El Concierto de Año Nuevo de la Filarmónica de Viena vuelve a situarse, como cada 1 de enero, en el centro de la escena cultural internacional. La edición de 2026, que alcanza ya su 86ª convocatoria, confirma la vigencia de una de las tradiciones musicales más seguidas del mundo y combina el repertorio más reconocible de la dinastía Strauss con aperturas hacia otros nombres y estilos que amplían el relato habitual de este evento. Desde la Sala Dorada del Musikverein, el concierto será retransmitido en directo para millones de espectadores, consolidando su papel como cita cultural global y como símbolo de bienvenida al nuevo año desde el corazón musical de Viena.

Dónde ver el Concierto de Año Nuevo 2026 y horarios

El Concierto de Año Nuevo 2026 podrá seguirse en directo por televisión y plataformas públicas de numerosos países, como es habitual en esta cita. En España, la retransmisión comienza a las 11:15 de la mañana, en horario peninsular, que coincide con la hora central europea. La primera parte se extiende hasta aproximadamente las 11:51, seguida de un intermedio que dura en torno a 25 minutos. La segunda parte arranca a las 12:15 y se prolonga hasta cerca de las 13:45. Esta estructura clásica, prácticamente inalterable con el paso de los años, permite mantener el equilibrio entre música, pausas y los rituales finales que forman parte del ADN del concierto.

Una primera parte entre opereta, vals y polca

El programa se abre con la obertura de la opereta Índigo y los cuarenta ladrones, de Johann Strauss, una elección que rescata una obra menos conocida del compositor y que conecta con la tradición operetística vienesa. A continuación, el vals Cuentos del Danubio, op. 446, de Carl Michael Ziehrer, aporta una mirada alternativa al universo del vals, firmada por uno de los grandes contemporáneos de los Strauss.

Joseph Lanner, figura clave en el desarrollo del vals vienés, está presente con Malapou-Galoppe, op. 148, mientras que Eduard Strauss introduce un tono más ligero y brillante con la polca rápida Brausteufelchen, op. 154. La primera parte se completa con la Fledermaus-Quadrille de Johann Strauss II, el galope El Carnaval de París de Johann Strauss padre y la obertura de La bella Galatea de Franz von Suppè, reforzando el vínculo entre música de baile y teatro musical. Especial relevancia tiene la inclusión de Josephine Weinlich con Canciones de Sirenas, polka mazurca en arreglo de Wolfgang Dörner, una elección que subraya el interés por recuperar compositoras históricas vinculadas a la Viena musical del siglo XIX.

Concierto de año nuevo 2025

La segunda parte y el peso de la dinastía Strauss

Tras el intermedio, la segunda parte mantiene el protagonismo de Johann Strauss II, con obras como Polka Diplomática, Rosas del Sur y la Marcha Egipcia, piezas que reflejan el carácter cosmopolita del Imperio austrohúngaro y la enorme proyección internacional del compositor. Josef Strauss aporta un tono más elegante y reflexivo con los valses Dignidad de Mujeres y Palmas de la paz, ampliando la paleta emocional del programa. También hay espacio para el virtuosismo y la energía con el Københavns Jernbane-Damp-Galop de Hans Christian Lumbye, una obra que conecta el espíritu vienés con la tradición musical danesa del siglo XIX.

Florence Price y la apertura del canon tradicional

Uno de los gestos más significativos del programa es la inclusión del Vals del arco iris de Florence Price. La presencia de esta compositora estadounidense del siglo XX introduce una ruptura controlada con el canon centroeuropeo del concierto y refuerza la voluntad de la Filarmónica de Viena de ampliar horizontes sin renunciar a su identidad histórica. Como marca la tradición, el concierto culmina con la felicitación del director y de la orquesta por el Año Nuevo, seguida de En el bello Danubio Azul, de Johann Strauss hijo, acompañado por el ballet, uno de los momentos más reconocibles para el público televisivo. El cierre llega con la Marcha Radetzky de Johann Strauss padre, con el público marcando el ritmo con palmas, y la secuencia final con la fanfarria y el himno de Eurovisión.

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