Maserati avanza con su Folgore en un área que se le resiste a la electrificación: descapotables
Si el rey del mar saliese de las aguas, escogería este coche para pasearse fuera del líquido elemento
No es un coche para todos, pero es uno con el que todos podemos soñar. El Maserati GranCabrio Folgore es el deportivo que todos querríamos tener aparcado cerca; puede que no para usarlo todos los días, aunque sí con la idea de respirar y coger aire de vez en cuando. Más sol y más aire ya no se podrá tomar sin techo, pero ahora se podrá hacer en silencio.
La electrificación da pasos agigantados en la esquina superior de la automoción. Si entre los vehículos más asequibles el tema se complica y su mercado natural le pone reparos, entre los más pudientes, esto no es un problema. La clase con bolsillo más profundo está recibiendo a los coches eléctricos con la calidez que le falta en otros niveles de la sociedad, y no hay marca prémium que no tenga su modelo, o proyectos muy avanzados al respecto.
Poca competencia en un nicho reducido
Si hace no mucho conocimos al Folgore de Maserati, es ahora su versión descapotable, la más disfrutable de todas, la que llega a un mercado donde apenas hay productos parecidos. El MG Cyberster está al caer, el Tesla Roadster lleva años prometido, pero aún no hemos visto nada, los Rimac Nevera no tienen versiones sin techo y para los Porsche 718, o su equivalente eléctrico, aún habrá que esperar un poco.
El Folgore GranCabrio sigue los pasos de su homólogo con motor de combustión, pero adopta un diseño aerodinámicamente optimizado. Como parte del cambio de imagen, el coche se ha equipado con un nuevo parachoques delantero y una parrilla revisada. En el folleto del concesionario también encontraremos llantas de 20 y 21 pulgadas, que pueden equiparse con neumáticos de baja resistencia a la rodadura. Puede parecer baladí, pero esta es una de las materias que ayudarán a cumplir con una autonomía prometida en ciclo WLTP de casi 450 kilómetros.
La gran diferencia con respecto a su hermano de gasolina es que sus espectaculares 542 caballos de potencia pueden parecer casi pocos al lado de los alrededor que es capaz de aplicar el eléctrico al suelo —y con 1.200 instalados, que no se utilizan en su plenitud—. La energía emana de un paquete de baterías de 92,5 kWh que alimenta una cadena cinemática de tres motores. Uno de ellos va montado en la parte delantera y los otros dos se encargan de empujar al Folgore desde la parte trasera.
Esta configuración proporciona al coche tracción a las cuatro ruedas, vectorización del par trasero y una potencia máxima combinada de 818 CV (610 kW). Su delirante par de potencia de 1.350 Nm es capaz de hacernos tragar la dentadura en cualquier semáforo. Gracias a esta capacidad, el GranCabrio puede acelerar de 0 a 100 km/h en 2,8 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 290 km/h, cifras propias de la Fórmula 1.
Cuando llegue el momento de llenar el depósito de kilovatios, los propietarios agradecerán la capacidad de carga rápida de 270 kW en corriente continua. Permite al coche obtener hasta 100 km de autonomía en tan solo cinco minutos, y si tienes más tiempo y menos prisa, la batería puede pasar de una carga del 20-80 % en tan solo 18 minutos.
Dispone de cuatro modos de conducción diferentes denominados GT, Sport, Corsa y Max Range. La mayoría de ellos se explican por sí mismos, pero GT es el modo por defecto y ofrece una experiencia de conducción de un gran turismo tradicional. Corsa, por su parte, es el más extremo y libera toda la potencia de los motores eléctricos.
Una vez en el interior, la sensación de estar sentado dentro de una nave espacial, con detalles de alta tecnología es instantánea debido a un original diseño. A ello también conducen el cuadro de instrumentos de 12,2 pulgadas, el sistema de infoentretenimiento con pantalla de 12,3 pulgadas, y una tercera de 8,8 pulgadas para manejar el aire acondicionado y otros elementos de confort en marcha.
Detalles más allá del prémium
Otras piezas que invitan a pensar que se va sentado en el coche de Luke Skywaker es el volante calefactado, equipado con levas de cambio en aluminio pulido. Hay más cosas que entran en el precio, como el calientacuellos de serie, un sistema de audio Sonus Faber y un reloj digital, así como indicadores de acelerador, brújula, medidor de fuerza G y un cronómetro.
El interior es ampliamente personalizable y puede equiparse con materiales sostenibles como Econyl. Se trata de un material de nylon regenerado que se fabrica a partir de elementos como redes de pesca y alfombras recicladas.
La capota retráctil de lona —una metálica añadiría más peso aún a un coche ya pesado—, puede accionarse en catorce segundos a velocidades de hasta 50 km/h. El techo estará disponible en cinco colores, y se podrá solicitar un cortavientos opcional.
El coche de Neptuno
El Folgore eléctrico descapotable destila clase, elegancia, estilo y deportividad al mismo tiempo. Sin apenas competencia abre una brecha en el imaginario público a la horra de crear un coche único, referencia en el mercado con un producto con el que pocas marcas se están atreviendo.
El logotipo del tridente, que representa al arma del dios Neptuno, está en el frontal de todos los Maserati. Si el rey del mar saliese cualquier día de las aguas, con toda seguridad escogería este coche para pasearse fuera del líquido elemento. No ya porque sería de los pocos en poder abonar los algo mas de 200.000 euros que cuesta, sino porque en un país con un grado de insolación como el nuestro, tener un descapotable no es una tontería. La tontería es no tenerlo… si tuviéramos el dinero, claro.