Aston Martin diseña un coche para Fernando Alonso y le sale tan bien que fabrica 37 más

Para un loco de los coches solo hay una cosa mejor que soñar con su coche ideal: que te lo construyan. Y esto es lo que le ha ocurrido a Fernando Alonso. Y tan bien les ha quedado el Aston Martin Valiant, que van a sacar al mercado 37 copias más, treinta y ocho si sumamos la del asturiano.

Pero para Valiant, Valeroso en inglés, los que se atrevan a manejar sus 734 caballos de potencia con cambio exclusivamente manual. Es un contrasentido en biplazas de semejante par motor con respecto a las tendencias actuales, que por norma suelen llevar cambios automáticos. El estropicio que se puede montar con un embrague mal pisado, una marcha mal engranada, puede ser de infarto. Es algo que no ocurriría con una caja de cambios robotizada, pero las sensaciones de un manual, cuando vas al límite, son muy distintas.

Sensaciones extremas

Y de eso se trata, de sensaciones. Para ello se ha llevado al extremo el modelo Valour de la marca, con una preparación solicitada por el bicampeón de Fórmula 1. Casi se podría decir que ha sido su diseñador, al menos a la hora de decidir los retoques que lo diferencian del modelo del que parte, de que solo hay 110 unidades.

El bloque motor es el mismo, un V12 biturbo de 5,2 litros, que mejora en 29 caballos al del Valour y entrega el mismo par. Está limitado a la nada despreciable cifra de 735 Nm, para proteger la integridad de la caja de cambios. Al igual que en los monoplazas de F1, toda esa energía se transmite al tren trasero. Y a tenor de sus prestaciones y características, podría decirse que es un superdeportivo pensado para los circuitos, aunque esté homologado para poder ir con él por la calle.

Los ingenieros del Departamento Q de Aston Martin —así es como se denomina el brazo de preparaciones especiales de la marca—, recibieron una petición clara del ovetense: «quiero una versión más extrema, inspirada en un coche de carreras del Valour». El deseo llevó a los ingenieros a centrarse en añadir potencia, carga aerodinámica, y reducir el peso hasta volverse obsesivos en esta asignatura. La firma no aporta datos, pero se calcula que la liposucción a la que han sometido al Valour hasta convertirse en el Valiant, ha sido de unos cien kilos.

Con esta finalidad, los técnicos han regado de fibra de carbono su fisonomía, en sustitución de piezas metálicas, repartidos en chasis y carrocería. La lucha contra el peso ha sido intensa, y un ejemplo es el subchasis trasero, impreso en 3D, que reduce la masa en 3 kilos. En la parte delantera, incorpora barras de torsión acabadas en magnesio, que ahorran 8,6 kg. La masa no suspendida se ha reducido en 14 kg gracias al uso de unas llantas ligeras, también de magnesio, de 21 pulgadas. Se ha añadido una batería de iones de litio que ahorra 11,5 kg adicionales con respecto al Valour.

El Valiant es un modelo enfocado a su uso intensivo en circuitos, así que no ya las prestaciones, sino su manejo, también ha recibido modificaciones. Todas las unidades incluirán de serie amortiguadores dotados de la tecnología Multimatic Adaptive Spool Valve, que pueden ajustarse en 32 posiciones de tarado en menos de seis milisegundos. El fabricante también ha recalibrado los modos de conducción Sport, Sport+ y Track, y ha montado discos cerámicos de carbono de serie, con unos enormes rotores delanteros de 410 mm y traseros de 360 mm; los de los Fórmula 1 son más pequeños.

El aspecto del Valiant es más agresivo que el Valour del que proviene, aunque añade un leve toque retro. Para el modelo más extremo, la marca ha creado una nueva parrilla de fibra de carbono que corre de lado a lado. También hay nuevos guardabarros laterales, y unos intrincados faldones laterales inspirados en la Fórmula 1, que permiten el flujo de aire de los frenos. En la zaga se encuentra un imponente alerón trasero fijo y un nuevo difusor de fibra de carbono. No se sabe nada de la carga aerodinámica añadida, pero salta a la vista que conforme a las modificaciones, debería pegarse al asfalto mejor que el Valour.

Los locos del volante

Cada año, los locos de la velocidad, la gasolina y las carreras se dan cita en el Festival de la Velocidad de Goodwood. Lord March, enorme aficionado a las carreras, decidió convertir los accesos a su palacete al sur de Inglaterra en un circuito de carreras. En realidad no se disputan pruebas, pero cada año organiza un festival de la velocidad en sus dominios, lo más florido de la velocidad planetaria.

Es el segundo evento con mayor número de aristócratas tras las carreras de caballos de Ascott, y en su organización trabajan 650 empleados. Será allí, y en manos del propio Fernando Alonso este mes de julio cuando el Valiant sea mostrado al mundo.

Las primeras unidades serán entregadas en el último trimestre de año. Si tienes interés en adquirir una, no te preocupes por los 2,3 millones de euros que costarán, porque te los vas a ahorrar: están todas vendidas.

Y la tortilla se dio la vuelta

Dentro de esta historia, hay otra historia encerrada. Cuenta la leyenda que Fernando Alonso, el piloto que corrió para Ferrari entre 2010 y 2014, recibió como director de la escudería a un tal Marco Mattiaci en su último año vestido de rojo. A finales de temporada el bicampeón salió del ejército rojo, dicen que tras fuertes diferencias para con el tal Mattiaci, el director de Ferrari más breve de la historia del equipo; apenas duró siete meses. Por aquel entonces, Alonso estuvo a las órdenes de Mattiaci. Ahora, el italiano, es director comercial de Aston Martin y ha estado a las órdenes de Alonso para rediseñar su coche. El destino, que gasta estas bromas.