El Land Rover Defender Octa es un Fórmula 1 encerrado en un todoterreno salvaje
Su motor V8 biturbo genera ocho CV más que el McLaren F1 que ganó las 24 Horas de Le Mans en 1995
Es uno de los coches favoritos de James Bond, Lara Croft, o los participantes del mítico Camel Trophy. Tanto en la ficción como en el mundo real, para los más aventureros y amantes de lo extremo, el Land Rover Defender ha sido siempre uno de sus caballos de batalla. Con su acabado extremo Octa todos ellos se iban a llevar una enorme sorpresa.
Y la sorpresa reside en se iban a topar con un coche conceptualmente muy extraño, como dos almas dentro de un mismo cuerpo. Un Land Rover Defender es el coche que elegirían Daniel Landa y los chicos de los documentales «Un mundo aparte» para dar la vuelta al mundo por donde no hay caminos. Pero también es el coche —en su acabado Octa— que seleccionaría Max Verstappen para batir un récord en el Circuito de Spa-Francorchamps si le hubieran levantado el asfalto.
Cuerpo de todoterreno, alma de carreras
Los Defender son conocidos por una robustez a prueba de bomba, una resistencia al castigo más infame, y por ser capaz de trepar por una tapia si su conductor se lo pidiera. Pero nunca han sido coches rápidos. Hasta ahora. Porque el Octa es extremadamente potente; tanto como que su motor V8 biturbo genera ocho CV más que el icónico McLaren F1 que ganó las 24 Horas de Le Mans en 1995.
En Land Rover han logrado encapsular a una bestia de las carreras sobre asfalto en el cuerpo de una bestia salvaje del campo; si alguien quisiera huir de un león, este sería el arma definitiva. Es, de hecho, el Land Rover más potente de la historia de la marca. Sus 635 caballos y 750 Nm de par son capaces de catapultar sus 2.546 kilos de 0 a 100 en menos de 4 segundos. Exactamente en 3,8, una cifra que no queda demasiado lejos de coches que si se diseñaron con este tipo de marca en mente, como el Ferrari Roma.
El deportivo de acceso de la marca del cavallino rampante lo hace en 3,4 segundos; el legendario McLaren F1 lo lograba en dos décimas menos. El Octa es, por lo tanto, un todoterreno que bien podría cabalgar por las dunas del desierto del Sahara sin despeinarse, al tiempo que alberga prestaciones propias de superdeportivos.
Para acentuar su carácter racing, el Defender más extremo hizo su debut dinámico en el Goodwood Festival of Speed hace una semana. Es donde suelen presentarse vehículos de altas prestaciones como los Aston Martin Valkyrie, el Red Bull RB17 o los modelos más rimbombantes de las marcas de mayor relumbrón. Uno de los coches que vio la luz por primera vez en esos días fue el Aston Martin Valiant que ayudó a diseñar Fernando Alonso, por poner un ejemplo, un biplaza del que solo se van a construir treinta y ocho unidades.
La familia Defender es amplia y hay diversas opciones, pero para que el Octa cueste el doble que sus versiones de acceso, que baratas no son, hay diversos motivos. El primero es ese prodigioso V8 biturbo híbrido que impulsa el conjunto, pero no es el único motivo de su nada discreto precio.
La mayor parte de sus piezas relacionadas con el comportamiento dinámico han sido revisadas, empezando por el chasis, y siguiendo por una pieza clave: las suspensiones. Monta la denominada 6D Dynamics desarrollada por la compañía, con la misma configuración que equipa el Range Rover Sport SV. La pasmosa capacidad para tomar curvas de un coche tan alto y pesado que muestra el SV se debe a este sistema. La compañía afirma que la suspensión hidráulica interconectada hace que el Defender Octa sea tan divertido de conducir en carretera como fuera de ella.
El coche es 28 mm más alto que un Defender estándar, mientras que la distancia entre ejes se ha ampliado en 68 mm; no es mucho, pero mejora su comportamiento a alta velocidad en autovías. También incorpora unos gigantescos discos de freno delanteros con pinzas Brembo de 400 mm, la marca favorita en la parrilla de la F1. Al mismo tiempo, se le ha montado la relación de dirección más rápida jamás montada en un Defender, en palabras del fabricante.
Test intensivos
Land Rover afirma que el desarrollo del Octa incluyó un programa de pruebas a medida con más de trece mil pruebas adicionales, con especial incidencia sobre la durabilidad en carretera y fuera de ella a alta velocidad.
Una característica bastante exótica del Octa es el gigantesco tamaño de sus ruedas. Las llantas que monta son de 22 impresionantes pulgadas, que disparan el diámetro del conjunto hasta las 33 cuando se les añaden sus ciclópeos neumáticos. Son las ruedas más grandes jamás montadas en Land Rover Defender. Para ello fue necesario ampliar los pasos de rueda, los que le da un toque diferenciador para con el resto de sus hermanos de gama.
La carrocería también tiene algún retoque personalizado de este modelo, con cambios en la parte delantera, optimizada para todoterreno, y con un nuevo diseño de rejilla destinado a mejorar el flujo de aire bajo el capó. También hay un nuevo parachoques trasero que incorpora un sistema de escape activo de cuatro salidas. Por debajo también hay mejoras; su panza está protegida por un escudo frontal de aleación de aluminio. Su cota de vadeo es de un metro, el doble que el tradicional medio metro de los Defender habituales.
Asientos muy especiales
Como nota anecdótica, los asientos tienen algo de especial. Han adquirido la misma tecnología del Sport SV, que incluye un conjunto de transductores para proporcionar vibraciones precisas al cuerpo cuando se reproduce música. Han montado un sistema sensorround dentro del coche, como aquella tecnología de cine que se puso de moda a principios de los años 80.
El nuevo nombre Octa procede de la forma octaédrica de un diamante y simboliza tanto la dureza como el lujo. Y algo tan duro y lujoso, tiene aparejada una factura acorde. Así que el que quiera uno de estos, tendrá que aligerar su bolsillo por valor de 207.450 euros, extras y personalizaciones aparte.
En Arabia Saudí, Dubai, Kuwait, Catar, y países aledaños donde tener algo superlativo al precio que sea, se van a poner muy contentos. Ese tipo de cliente tampoco pestañeará cuando le digan que hay una serie más exclusiva y limitada, la del Defender OCTA Edition One, cuyo precio inicial es de 228.550€. Por si quieres uno, la cartera de pedidos se abre el 31 de julio, así que estás a tiempo.