THE OBJECTIVE
Motor

A un abogado suizo le cae una multa de tráfico de 121.550 euros que en España costaría 200

Aquí, no respetar la distancia de seguridad se considera infracción grave y conlleva la pérdida de cuatro puntos

A un abogado suizo le cae una multa de tráfico de 121.550 euros que en España costaría 200

Unsplash

Un paquete como una catedral. Eso es lo que le ha recetado el equivalente a la Guardia Civil de Suiza a un ciudadano que iba demasiado pegado al coche que le precedía. La falta cometida fue no respetar la distancia de seguridad, y el conductor ha sido condenado a aflojar su cartera por el equivalente a 121.550 euros.

Suiza dispone de una de las legislaciones de tráfico más rígidas y restrictivas del mundo, y no perdona una. Esa es una de las razones por las que un abogado de 58 años fue detenido en 2023 por ir en la autopista A1, cerca de Zúrich, a una velocidad de hasta 119 kilómetros por hora. Su infracción no fue la velocidad, sino conducir su BMW 528 turbodiesel a una distancia de entre siete y doce metros del vehículo que tenía delante, lo que parece ser poca, de acuerdo con las regulaciones helvéticas.

El país de los bancos, los relojes y el chocolate aplica un tipo de sanciones que inauguraron los finlandeses en 1921: las multas por día. A través de este procedimiento se fija una cuantía, y un número de días. También se hace así en Alemania, Austria o Francia, pero con una pequeña salvedad. En Suiza —y otros países— la cuantía no es fija, sino que se ajusta a los ingresos del infractor en determinado tipo de exceso, como el abuso de la velocidad, adelantamientos indebidos o poner en peligro al entorno por un comportamiento pernicioso. La judicatura tiene un arco de entre 32 y 3.200 euros de sanción diaria, que se determina por la gravedad del asunto en cuestión; queda a criterio del juez.

Al letrado automovilista le fue requerida su declaración de la renta y demostró unos beneficios netos anuales cercanos a los dos millones de euros. El fiscal adujo que su actuación al volante suponía una grave amenaza para los demás en la carretera, y el Tribunal de Distrito de Zofingen le encontró culpable. Acto seguido fue condenado a abonar un pago de 2.113 euros diarios durante cincuenta días, más una multa adicional de unos 16.000 euros, y las costas del juicio, que se fueron a algo más de 5.000.

El bemeuvista recurrió la decisión ante un tribunal superior, alegando que no se le leyeron sus derechos antes de ser interrogado, y que la distancia de seguimiento no puede determinarse con exactitud a partir de un vídeo. También expuso su experiencia al volante y que su berlina posee frenos de competición, lo que le habría dado una ventaja extra en caso de frenada.

El tribunal echó por tierra esos argumentos, desestimó de plano todas las alegaciones, y expusieron que la calidad de su vehículo no le eximía de su actitud. Sin embargo, redujo la multa secundaria en unos 5.000 euros. La cuantía final, extendida en francos suizos, acabó al cambio en unos 105.650 euros de sanción, 10.600 de multa adicional y 5.300 de costas judiciales. En total, la friolera de 121.550 euros.

Una segunda apelación tampoco logró convencer al tribunal. El infractor es abogado, conoce bien los mecanismos, y es bastante posible que acabe elevando el caso a un tribunal federal.

El Autodromo de Monza es la catedral de la velocidad del automovilismo deportivo, y allí los rebufos no solo no tienen sanción, sino que vienen muy bien a los corredores. Un coche se acerca mucho al precedente, y le crea un surco aerodinámico por el que atraviesa el éter con menor dificultad. El aire se comprime cuanto mayor es la velocidad, y se torna en duro y consistente para objetos en movimiento a alta velocidad.

El rebufo, para los circuitos

Pero las carreteras de cualquier país no disfrutan de la laxitud del deporte más rápido del mundo, y es por eso que buscar rebufos en otros vehículos equivale a poner en peligro la circulación. Un frenazo repentino, un cambio de trayectoria o alguna variación en la velocidad pueden conducir al desastre y, por lo tanto, está regulado.

En España no respetar la distancia de seguridad está considerado como una infracción grave. Conlleva la pérdida automática de cuatro puntos en el carnet de conducir y el pago de una multa de doscientos euros, que puede subir hasta quinientos en casos muy graves.

La DGT considera fundamental mantener una distancia de seguridad adecuada por varios motivos. Uno es que permite al conductor reaccionar y frenar ante un peligro sin colisionar con el vehículo delantero. De la misma manera, reduce de forma significativa el riesgo de accidentes, y aduce que la ausencia del resto a esta norma es causa directa de uno de cada seis siniestros.

Instrucciones de uso

Para evitar sanciones, se recomiendan dos métodos principales. Una es la llamada regla de los dos segundos, y que consiste en contar dos segundos desde que el vehículo delantero pasa por un punto de referencia. En condiciones adversas, aumentar a cuatro segundos.

La otra es la regla del cuadrado, que es aplicable en buenas condiciones. Se elimina la última cifra de la velocidad y se multiplica el número restante por sí mismo. El resultado es la distancia en metros a la que se ha de ir separado de un vehículo precedente.

Si finalmente el piloto-abogado pierde su juicio, tendrá que abonar una multa con la que podría comprarse dos veces su propio coche. La próxima vez se lo pensará un poco mejor, y saldrá cinco minutos antes de casa, so pena de tener que ir por encima de las posibilidades de su bolsillo en lo tocante a sanciones.

Publicidad
MyTO

Crea tu cuenta en The Objective

Mostrar contraseña
Mostrar contraseña

Recupera tu contraseña

Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective

L M M J V S D