El Renault 5 eléctrico está siendo un éxito instantáneo y se van a forrar con él
Comienzan las entregas en España de las más de 1.000 unidades colocadas tras su presentación
Han dado en la diana. Ante la fuerte marejada que agita las costas de la industria automovilística, dar con la tecla es más complicado que nunca, y la marca del rombo lo ha conseguido. El nuevo Renault 5 E-Tech eléctrico va disparado a igualar las ventas a su predecesor de gasolina.
El mundo gira, la tecnología cambia, las regulaciones son distintas, pero el espíritu es el mismo. Medio siglo largo de su nacimiento, el Renault 5 quiere ocupar el corazón y el garaje de un sector amplio de usuarios. Tras 28 años fuera de los concesionarios, este mes de noviembre comienzan las entregas de las más de 1.000 unidades reservadas antes de poner uno solo en los concesionarios en España, más de 100.000 en toda Europa.
A falta de que llegue el nuevo Twingo a batería, el nuevo Errecinco es el coche más pequeño que sale de las factorías de la marca. Está llamado a ser el coche más práctico y funcional de la firma. Cuando se revisa el precio, y se observa lo que se recibe a cambio, se es consciente de que tienen un producto realmente bueno.
El modelo reúne un paquete de atractivos que hacen de él un conjunto casi perfecto. Es atractivo, original, su precio es —costosamente— razonable a cambio de lo que te llevas a casa. Posee una amplia familia de versiones que incluso abarca a dos marcas, Renault y Alpine, y sus capacidades son las requeridas por un abanico de usuarios masivo.
La guinda es que posee todas las garantías de una firma que lleva en funcionamiento desde hace más de un siglo, con todo lo que ello conlleva. Los nuevos concursantes asiáticos que están aterrizando necesitan montar redes de concesionarios, cadenas logísticas para recambios, y una asistencia posventa que en ocasiones hace dudar a los compradores. A los japoneses y, más tarde, a los coreanos les costó décadas hacerlas fluidas y funcionales.
Hacía mucho tiempo que un modelo no era acogido con semejante ímpetu y para ello hay que satisfacer al público en áreas como diseño, capacidades, prestaciones y precio. Y para aseverar lo seguros que están en La Regie de su éxito, han empezado la casa por el tejado al lanzar primero las versiones más altas, y con ello, más costosas.
En la era eléctrica todo gira en torno a las baterías. El Renault 5 tiene dos, de 40 y de 52; y tres potencias, de 92, 122 y 150 CV. Los galos se presentan de entrada solo con la de mayor capacidad, que otorga una autonomía homologada de 410 km, y ese centenar y medio de caballos que le permiten realizar el 0 a 100 en ocho segundos. Todas las versiones del modelo están limitadas a una velocidad máxima de 150 km/h.
Esa potencia permite al único Errecinco eléctrico del mercado desarrollar un comportamiento que roza lo deportivo. Con unas suspensiones bastante avanzadas —la del Clio delante y una compleja multibrazo detrás—, su tacto es firme más que duro, se sujeta muy bien con buen asfalto, aunque resulta algo más rebotón en suelo bacheado. A pesar de ello, resulta cómodo y el ruido está muy bien aislado, mejor que en coches de gamas superiores.
La dirección responde de forma dinámica, y sus 1.450 kilos le permiten moverse con mucha agilidad en suelo bacheado en su terreno natural: ciudades y carreteras pequeñas o reviradas. Con las ruedas colocadas en muy en los extremos, gira en 10,3 metros. Si lo que se buscan son mayores prestaciones, el Alpine A290 estará en el mercado el año próximo con el mismo chasis, pero potencias y capacidades muy superiores… y a otros precios.
Coche europeo, precios casi de chino
¿Precios? Luca de Meo prometió que su nuevo modelo no pasaría de los 25.000 euros y ha cumplido, pero con truco. El acabado más barato de la versión más cara, el Techno de 150 CV, se va a los 32.900 euros, que con ofertas y ayudas, puede quedarse en alrededor de esos 25.000 prometidos; el Iconic cinq, con acabado superior y detalles más especiales, se va a los 34.900, es decir, 2.000 euros más.
La sorpresa en el plano financiero llegará con los modelos de 95 y 122 CV. A menor potencia y menor batería, también menor autonomía y menor coste. El Renault 5 E-Tech más barato de todos costará justo 24.900 euros antes de ofertas y ayudas, que con ellas, se puede quedar en unos 18.000. Es un precio de derribo para un coche hecho en Europa; lo normal es que se vayan a cifras de casi el doble.
A cambio de los precios más contenidos, las prestaciones serán más limitadas. La batería de 40 kWh hecha de níquel, manganeso y cobalto (NMC) dará para unos 312 homologados en ciclo WLTP, que se quedarán en menos en el mundo real. Pueden parecer pocos, pero serán más que suficientes para personas que apenas salgan de un casco urbano, y existe una enorme cantidad de conductores a las que les encajará. También desaparece la posibilidad de carga rápida, que es la que se utiliza en carretera; elemento que si albergan los modelos de 122 y 150 CV.
Algunos detalles de nivel
El Errecinco eléctrico es casi un palmo más pequeño que el Clío, y aunque sus ejes están bastante separados, las leyes relacionadas con las dimensiones son inamovibles. Los dos pasajeros de atrás tienen un espacio algo justo, con las banquetas muy bajas, y los pies muy altos, lo que detrae en una postura extraña (aunque muy habitual en los eléctricos de este tamaño).
Llama la atención, por lo excelente, su frenada. Los sistemas regenerativos eliminan gran parte del tacto en los pedales, pero el Renault 5 carece de conexión física entre el pisotón y los discos delante y detrás; una configuración poco usual en modelos así. El recorrido del pedal es escaso y duro, pero mucho mejor que la mayoría.
Peleará en el mercado con el Mini, Peugeot E-208, o el Lancia Ypsilon. Trae una notable relación calidad/precio, mucha personalidad, tecnologías de coche grande, un diseño atractivo como pocos y con un aspecto descaradamente nostálgico.
Es un modelo que está llamado a derribar prejuicios, y el primer gran intento europeo por introducirse en la electrificación. Otros llegaron antes, pero ninguno lo va a hacer con la fuerza de este. Al tiempo.