Nuevo impuesto para el diésel, esta será la fecha en la que entrará en vigor
A partir de abril 2025, aumentará de 10 a 11 céntimos por litro, unos seis euros más por llenar un depósito de 50 litros
Durante décadas, el diésel gozó de una bonificación fiscal en España que lo convertía en una opción más económica para los conductores. Esta medida, implementada en su momento para fomentar el uso de vehículos más eficientes en términos de consumo, ha sido objeto de un intenso debate en los últimos años.
La creciente preocupación por la contaminación atmosférica y el cambio climático, junto con los compromisos adquiridos por España con la Unión Europea en materia de transición energética, han llevado al Gobierno a plantearse la necesidad de revisar esta política fiscal.
Igualdad fiscal entre el diésel y la gasolina
En un giro significativo en la política energética española, el Gobierno ha dado un paso crucial hacia la eliminación de la histórica bonificación al diésel. Tras arduas negociaciones con varios partidos políticos, se ha alcanzado un acuerdo preliminar para equiparar los impuestos sobre el gasóleo y la gasolina. Aunque esta medida aún debe ser ratificada por el Congreso de los Diputados, su aprobación se vislumbra cada vez más cercana.
Cumplir con los objetivos europeos
Esta decisión se enmarca dentro de los compromisos adquiridos por España con la Unión Europea en materia de transición energética y lucha contra el cambio climático. Al eliminar la bonificación al diésel, se busca incentivar el uso de vehículos menos contaminantes y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Además, esta medida se alinea con las políticas europeas de descarbonización y fomento de las energías renovables.
¿Cuáles son las implicaciones económicas?
La eliminación de la bonificación al diésel tendrá un impacto directo en el bolsillo de los consumidores, especialmente de aquellos que utilizan vehículos diésel de manera habitual. Se espera un aumento en el precio de este combustible, lo que podría repercutir en el coste de vida y generar cierta incertidumbre en sectores como el transporte y la logística.
Sin embargo, los defensores de esta medida argumentan que a largo plazo los beneficios superarán los costes. Al incentivar la renovación del parque automovilístico hacia vehículos más eficientes y menos contaminantes, se contribuirá a mejorar la calidad del aire y a reducir los gastos sanitarios asociados a la contaminación. Además, se espera que esta medida impulse la demanda de vehículos eléctricos e híbridos, fomentando así la movilidad sostenible.
¿Cuál es la nueva medida?
La medida, que entrará en vigor a partir de abril, supondrá un golpe al bolsillo de millones de conductores españoles. Un aumento de 10-11 céntimos por litro se traduce en un incremento de casi seis euros por cada llenado de un depósito de 50 litros.
Este encarecimiento del combustible se producirá en un contexto de inflación generalizada, lo que podría agravar la situación económica de muchas familias. Además, los sectores económicos que dependen en gran medida del transporte por carretera, como la agricultura, la logística y el transporte público, podrían verse afectados por este incremento de costes.
La nueva entrada en vigor
La reforma fiscal aprobada establece un incremento de 11 céntimos por litro en el impuesto especial sobre el hidrocarburo diésel, con entrada en vigor en abril de 2025. Esta medida, que equiparará parcialmente la carga fiscal del diésel con la de la gasolina (actualmente en 0,401 euros por litro), no se aplicará al gasóleo B, utilizado principalmente por sectores profesionales.
Actualmente, el diésel estándar tiene un impuesto especial de 0,307 euros por litro, mientras que la gasolina de 95 octanos paga 0,401 euros. Con la nueva medida, el diésel se acercará más al precio de la gasolina, aunque no se igualarán por completo.