La DGT introduce una nueva letra en las matrículas de los coches en España

Las matrículas de los coches siempre han despertado una gran curiosidad entre los conductores. Es habitual que, durante los trayectos, muchas personas se fijen en ellas por costumbre o por diversión, ya que en realidad ofrecen más información de la que podría pensarse a simple vista.

Observar una matrícula no solo permite distinguir vehículos, sino también conocer algunos datos como su antigüedad o, en el pasado, su lugar de origen.

Cómo eran la matrículas antiguas

Antiguamente, las letras en las matrículas indicaban la provincia en la que se registró el vehículo, con ejemplos como la -M- de Madrid, o -AB- de Albacete. Hoy en día, aunque ese sistema ya no se usa, la estructura de las matrículas sigue cuidándose con atención. Existen restricciones sobre ciertas combinaciones de letras para evitar confusiones o connotaciones ofensivas.

Por ejemplo, no se permiten secuencias como -PUT-, -CUL- o -KAK-, ni letras como la -Ñ- o la -Q- por su similitud visual con otras letras o números. También se han excluido vocales para evitar que las placas formen palabras inapropiadas o nombres propios como ANA o EVA.

Estas decisiones están en línea con la política de la DGT, que busca evitar combinaciones que puedan resultar problemáticas o controvertidas. En su momento, se descartaron igualmente combinaciones con -LL- o -CH-, ya que no se ajustaban al formato de tres letras y cuatro números del sistema actual.

La evolución del sistema de matriculación en España ha sido notable desde que, en el año 1900, se registró el primer vehículo en las Islas Baleares. Más de un siglo después, a mediados de junio, la secuencia alcanzaba ya las letras -MSD-.

La nueva medida de la DGT

A partir de abril de 2025, se implementará una nueva modificación en el sistema: la introducción de la letra -N-. En el inicio de la secuencia de tres letras en las matrículas. Esta nueva etapa en el sistema de matriculación responde a la necesidad de seguir avanzando dentro del abecedario permitido, siempre bajo las normas establecidas por la DGT.

Con esta incorporación, España continúa adaptando su sistema de matrículas a las necesidades del presente, manteniendo un equilibrio entre funcionalidad, claridad y neutralidad. Este pequeño pero significativo cambio refleja cómo incluso los detalles más cotidianos, como una matrícula. Pueden estar sujetos a revisión constante en busca de una mayor eficiencia y coherencia.