La DGT avisa: «A partir de enero, esta señal será obligatoria para llevarla en el coche»
Conviene anticiparse y elegir una señal V16 homologada, verificando que cumpla todos los requisitos técnicos exigidos

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La cuenta atrás ya ha comenzado. A partir del 1 de enero de 2026, todos los vehículos que circulen por las carreteras españolas deberán contar obligatoriamente con una señal luminosa V16 conectada a la plataforma DGT 3.0. Este dispositivo, que sustituirá definitivamente a los tradicionales triángulos de emergencia, se convertirá en un elemento esencial para garantizar una mayor seguridad vial y una respuesta más rápida ante incidentes en carretera.
La señal V16 no solo debe emitir una luz visible en condiciones adversas, sino que también debe estar equipada con conectividad para comunicar su activación y ubicación exacta a la Dirección General de Tráfico. Sin embargo, no todas las señales V16 serán válidas: solo se permitirá su uso si están debidamente homologadas, cumpliendo con una serie de requisitos técnicos muy precisos establecidos en el Reglamento General de Vehículos.
¿Cómo identificar una V16 homologada?
Uno de los aspectos clave a la hora de adquirir este dispositivo es comprobar su homologación. Según los expertos de Norauto, los conductores deben prestar atención al código que aparece tanto en el embalaje como en el propio aparato. Este comienza con las siglas “LCOE” o “IDIADA”, seguidas de un número de serie, que certifica que el producto ha pasado los controles pertinentes. Un ejemplo del formato válido sería: LCOE XXXXXXXXXXG1.

Además, es fundamental verificar la fecha de caducidad de la conectividad, que también debe estar visible en el envase y grabada en el dispositivo. Este servicio, que permite el envío de datos a la DGT, debe tener una duración mínima garantizada de 12 años, sin costes adicionales para el usuario.
Especificaciones técnicas que deben cumplirse
La normativa es clara y exigente. Para que una V16 conectada sea válida, debe cumplir con una serie de parámetros que garantizan su eficacia en situaciones reales. Estas son algunas de las características clave que debe incorporar:
- Color de la luz: únicamente se acepta la luz de color amarillo auto.
- Visibilidad: el campo óptico debe alcanzar los 360 grados en horizontal y un mínimo de ±8 grados en vertical, lo que permite que sea vista desde cualquier ángulo.
- Intensidad luminosa: se exige un mínimo de 40 a 80 candelas efectivas en el eje central y al menos 25 candelas en ±8 grados, con una autonomía de funcionamiento de 30 minutos como mínimo.
- Protección ante elementos: debe contar con un grado IP54 como mínimo, lo que garantiza su resistencia a polvo y salpicaduras de agua.
- Estabilidad ante viento: debe mantenerse firme en superficies planas incluso con presiones de aire equivalentes a una corriente de 180 Pa.
- Resistencia térmica: funcionamiento garantizado entre -10 ºC y 50 ºC.
- Frecuencia de parpadeo: entre 0,8 y 2 Hz.
- Autonomía energética: el dispositivo puede funcionar mediante baterías o pilas (que aseguren su uso tras 18 meses), o bien contar con baterías recargables, siempre que puedan cargarse en el propio vehículo.
Una revolución conectada
La gran diferencia respecto a las señales actuales reside en su capacidad de comunicarse directamente con la DGT. Cada vez que se active una V16 conectada, esta enviará automáticamente datos como su ubicación y estado (activado/desactivado). Esta información se transmitirá cada 100 segundos hasta que el dispositivo se apague, permitiendo a los servicios de tráfico conocer al instante la localización de un vehículo detenido por avería o accidente. Todo este sistema se integra dentro de la plataforma DGT 3.0, un ecosistema digital diseñado para optimizar la movilidad en tiempo real y reducir riesgos en carretera. La conectividad, además, estará incluida en el precio del dispositivo, sin costes adicionales durante al menos 12 años.
¿Qué implica para los conductores?
Con la entrada en vigor de esta medida, quienes no dispongan de una señal V16 conectada y homologada se enfrentarán a posibles sanciones y, lo más preocupante, a una menor visibilidad y protección en caso de emergencia. Por ello, es crucial no esperar a última hora y asegurarse de adquirir un modelo válido, comprobando cuidadosamente tanto la homologación como las especificaciones técnicas. España avanza así hacia una movilidad más inteligente y segura, en la que la tecnología no solo sirve para mejorar la experiencia de conducción, sino también para salvar vidas.