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KIA Stonic 2026, el crossover urbano que ya no se conforma con ser el segundo

El segundo coche más vendido de la marca mejora en diseño, tecnología y calidad percibida

KIA Stonic 2026, el crossover urbano que ya no se conforma con ser el segundo

Nuevo KIA Stonic.

Llegaron con timidez tras la senda marcada por Hyundai. Le pusieron coche a Rafa Nadal, y muchos sonrieron por ser una marca caracterizada por su discreción y poco rimbombante. Pero aquello quedó muy atrás, y aunque sigan siendo vehículos asequibles, mucho ha cambiado la cosa. Tanto que sobresalen con frecuencia en rankings de satisfacción, y justo para eso han remozado uno de sus modelos más exitosos: el Stonic.

Este SUV de pequeño calibre y espíritu urbano es una pieza clave en la arquitectura comercial de la firma en nuestro país. No en vano, es el segundo en el ranking de los más vendidos, y en 2014 matriculó 10.782 unidades. Gran parte de su éxito se basa en el pragmatismo, y van al grano a la hora del diseño. Son coches bien equipados, que no destacan en nada, pero todo funciona correctamente. Sus bondades estriban en que funcionan sin artificios ni barroquismos.

A pesar de ello, el nuevo KIA Stonic 2026 no solo actualiza su aspecto o mejora su dotación: plantea una redefinición de su lugar en la gama. En un año en que los coreanos han arrasado con novedades en cada frente, este SUV deja de ser un actor secundario. No se trata de un rediseño superficial, sino de elevar el listón. En diseño, en tecnología y en calidad percibida. El nuevo Stonic no cambia de tamaño, pero sí de ambición.

El primer contacto visual ya indica por dónde van los tiros. Inspirado por la filosofía de diseño Opposites United, el nuevo Stonic se refuerza con una estética más audaz. Un frontal rediseñado incorpora la firma lumínica Star Map con faros LED en forma de T, una parrilla más estrecha y angulosa, y un paragolpes delantero más estructurado.

Las líneas laterales se han simplificado para transmitir mayor limpieza, pero se mantienen los pasos de rueda marcados y la típica altura libre al suelo que recuerda su vocación urbana. En la zaga, los pilotos también se estiran, el portón trasero adquiere trazos más sobrios y el difusor inferior gana presencia.

Aunque la plataforma no cambia, el Stonic gana 25 mm de longitud y alcanza los 4.165 mm, lo que no compromete su agilidad urbana, pero sí le aporta una presencia más robusta. La distancia entre ejes de 2.580 mm permanece, mientras que la altura libre al suelo varía entre 165 y 183 mm según versiones. Las llantas oscilan entre 16 y 17 pulgadas, con diseños específicos para cada acabado, y le aportan un aspecto especialmente dinámico en la versión GT-Line.

Pero donde el nuevo Stonic juega su carta más potente es en el interior. El salto tecnológico no es cosmético, sino estructural. El salpicadero se ha rediseñado desde cero para integrar dos pantallas de 12,3 pulgadas conectadas en un solo panel panorámico. Una hace las veces de cuadro de instrumentos digital y configurable; la otra, de sistema multimedia con conectividad total y servicios en línea.

Ambas ofrecen una resolución de alta calidad y aportan una imagen tecnológica que antes parecía reservada a segmentos superiores. La climatización se gestiona a través de una superficie táctil denominada Multimode Touch Display, aunque se mantienen botones físicos para las funciones más básicas.

El equipamiento interior mejora con elementos como el nuevo volante multifunción, el pomo del cambio rediseñado, la iluminación ambiental, la carga inalámbrica para teléfonos inteligentes y los puertos USB-C de carga rápida. La consola central también ha sido redibujada para ganar funcionalidad, y la sensación general en el habitáculo es mucho más cuidada.

Mejor aspecto subjetivo

La calidad percibida sube varios peldaños, y aunque sigue sin aspirar al lujo, el Stonic ya no parece un producto de acceso. Además, se incorporan tecnologías de conectividad propias de segmentos superiores, como el sistema KIA Connect con diagnóstico remoto, servicios en la nube y actualizaciones inalámbricas. La llave digital permite abrir y arrancar el vehículo con el móvil o un reloj inteligente.

En cuanto a espacio, el Stonic mantiene unas cotas razonables para su tamaño, acordes con sus dimensiones externas. El maletero ofrece 352 litros con los asientos en uso y hasta 1.155 litros con los respaldos abatidos. No es el más capaz del segmento, pero sí suficiente para el uso diario, con formas regulares y un buen acceso.

Para la propulsión, KIA ha apostado por la continuidad, aunque con matices. Desaparece de la gama el veterano motor atmosférico 1.2 DPi, y ahora se centra exclusivamente en el bloque tricilíndrico 1.0 T-GDI, disponible en dos variantes. La primera, sin electrificación, rinde 100 CV y un par de 172 Nm entre 1.500 y 4.000 rpm.

…y la hibridación

La segunda, equipada con sistema microhíbrido de 48 voltios, eleva la potencia hasta los 115 CV y puede alcanzar 200 Nm con el uso de la caja de cambios automática. Ambas versiones pueden combinarse con un cambio manual de seis marchas o con una transmisión automática de doble embrague y siete relaciones. En todos los casos, la tracción es delantera.

Las aceleraciones no son fulgurantes, de entre 10,7 y 12,1 segundos en el 0 a 100 km/h, pero más que suficientes para moverse en entornos urbanos. Las velocidades punta cercanas a los 180 km/h son igualmente aquellas a las que muy rara vez se llega, incluso aunque se encuentren lejos de la legalidad. Lo importante aquí es la eficiencia. El sistema MHEV permite reducir consumos y emisiones gracias a funciones como el apagado del motor por inercia o el soporte eléctrico en aceleraciones. Con estos argumentos, el Stonic puede lucir tanto la etiqueta C como la ECO de la DGT, lo que le garantiza acceso sin restricciones en las ciudades más exigentes.

En el plano de la seguridad también sube de nivel. El nuevo Stonic incorpora un conjunto de asistentes a la conducción propio de un segmento compacto. Entre ellos destacan el control de crucero adaptativo vinculado al navegador, el asistente de mantenimiento de carril y la frenada automática de emergencia con detección de peatones. También dispone de alerta de tráfico cruzado trasero, asistencia activa de ángulo muerto con función de frenada y advertencia de salida segura, que avisa si se abre la puerta con un vehículo acercándose. Según el acabado, también puede contar con el asistente de conducción en autopista y otros dispositivos que aumentan tanto la seguridad como el confort en trayectos largos.

Varios niveles de acabado a precios contenidos

La gama comercial del Stonic 2026 se estructura en varios niveles de equipamiento. Desde el básico confort —que ya incluye pantalla de 12,3 pulgadas, cámara trasera y aire acondicionado— hasta el más completo GT-Line, que añade llantas de 17 pulgadas, paquete exterior deportivo, asientos calefactables y tapicería mixta. La versión intermedia Exclusive, por ejemplo, ya cuenta con climatizador automático, faros LED y sensor de lluvia. Como es habitual en KIA, la dotación es generosa desde las versiones más accesibles, aunque ciertos asistentes y elementos de confort solo estarán disponibles como opción o en los acabados más altos.

En cuanto a precios, aunque aún no se han anunciado oficialmente para el mercado español, se espera que la gama arranque ligeramente por encima de los 22.000 euros, sin promociones aplicadas. La versión con cambio automático y tecnología microhíbrida superará los 25.000 euros, pero incluirá una dotación completa y el respaldo de los siete años de garantía que KIA mantiene como uno de sus sellos más diferenciales. Las versiones actuales ya parten de los 19.300 euros con descuentos, por lo que la nueva gama no debería alejarse mucho de esos baremos si la marca quiere seguir compitiendo en precio.

Frente a rivales directos como el SEAT Arona, el Renault Captur o el Toyota Yaris Cross, el KIA Stonic 2026 juega con un diseño atractivo, una tecnología sorprendente para su tamaño y una eficiencia suficiente sin complicaciones híbridas enchufables. Es probable que quienes valoran una conducción sencilla, un diseño moderno y una interfaz digital avanzada lo encuentren entre los candidatos más sensatos del segmento. Quizá no sea el SUV más grande ni el más potente, pero sí uno de los más equilibrados y agradables de usar en el día a día. Y si alguien alberga dudas, que le pregunte a Rafa Nadal, que siempre recomienda la marca.

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