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Lexus reivindica el espacio de las berlinas con la octava generación de un coche para ministros

El nuevo ES permite instalar una butaca tipo presidencial en la parte trasera

Lexus reivindica el espacio de las berlinas con la octava generación de un coche para ministros

Nuevo Lexus ES.

Les tuvo que sentar como un sándwich de trinitrotolueno. Los alemanes fueron los reyes durante décadas con sus excelentes berlinas, un referente en casi todos los aspectos. En potencia, lujo, acabados, comportamiento dinámico y en casi todo eran inalcanzables. Por eso, el ver un coche japonés como líder de ventas y valoración en el mercado estadounidense en representación de todos esos valores debió darles un disgusto. Y ese coche tan especial fue un Lexus.

El Lexus LS derrotó a los germanos, aunque no tuvo el mismo éxito en el viejo continente. Del modelo más amplio del catálogo de la filial premium de Toyota, salió un coche algo más compacto y ligero, el ES, un modelo que a pesar de ir ya por su octava generación, nunca se había vendido en nuestro país de manera oficial.

El estreno marca un punto y aparte en la estrategia de la marca japonesa, y el ES entra en escena sin ruido, sin humo y sin prisas. No lo hace solo, porque le acompaña una nueva cara, una tecnología más afinada y por primera vez la opción de que un ES sea completamente eléctrico. Bienvenidos al Lexus ES 2026, el coche que se ilumina cuando te acercas, que esconde sus botones cuando no estás y que, con modales refinados, solo se muestra cuando es necesario.

En el frontal, todo parte de un capó largo y limpio que evita exageraciones, pero no por ello renuncia a una fuerte presencia. Su mirada conforma una doble L, una especie de ceja luminosa que insinúa el próximo símbolo de la electrificación de Lexus. En las versiones híbridas hay una abertura dispuesta para regular la temperatura.

La silueta del nuevo ES recoge el trazo de una berlina clásica, pero lo pule con pequeños matices. Los tiradores de las puertas se integran en la carrocería, con herencia de lo eléctrico, donde parece casi obligado. A lo largo de todo el lateral recorre la llamada «Signature Line», un gesto de diseño que Lexus quiere convertir en seña de identidad. Y en el techo, un cristal panorámico que deja pasar la luz y genera un espacio de aspecto más amplio. En la zaga, la banda luminosa dibuja una sonrisa con pilotos se alargan en forma de L. Abrazan un logotipo iluminado que permanece encendido mientras el coche tenga las luces encendidas.

Pero es dentro donde el nuevo ES decide mostrar sus cartas. El interior no es ni futurista ni retromoderno. Lo que hace es algo más difícil: desaparecer. El concepto de diseño se llama Clean Tech x Elegance, y podría sonar pretencioso si no fuera porque el resultado funciona. Cuando uno entra en el ES con el coche apagado, no hay botones, ni luces, ni distracciones. Solo superficies limpias y líneas rectas. Al encenderlo, los mandos Lexus Invisible Tech se iluminan y aparecen donde antes no había nada. Es una manera de decir que la tecnología está para ayudarte, no para montar espectáculos.

En las plazas traseras hay opción para una idea poco habitual: existe la posibilidad de montar un asiento tipo otomano, ese invento reservado a los coches con chófer en países donde uno no se disculpa por tenerlo. El asiento delantero del pasajero puede plegarse por completo para dejar más espacio, y espacio y visibilidad trasera mejoran como si el coche supiera que hay un jefe de Estado viajando detrás.

El sistema de sonido, firmado por Mark Levinson, promete una experiencia tridimensional gracias a 17 altavoces, aunque la música que mejor suena aquí es la del silencio. Lexus ha trabajado tanto el aislamiento que uno podría jurar que viaja en primera clase, incluso en mitad de un atasco. A todo ello se suma un cuadro digital de 12,3 pulgadas que, al contrario de lo que dictan las modas, se coloca más abajo para no interrumpir la línea visual. Y como guinda, una pantalla de 14 pulgadas en el centro que funciona con un nuevo sistema operativo, ARENE, desarrollado por la propia Lexus.

El nuevo sistema multimedia añade un planificador de rutas específico para los modelos eléctricos. Como en otras marcas, el coche te dice dónde cargar, cómo llegar, cuánta autonomía queda, y si te estás quedando corto, te propone soluciones. También se actualiza por sí solo, con lo que la obsolescencia programada se convierte, por una vez, en obsolescencia aplazada.

En cuanto a la tapicería, hay dos opciones: cuero sintético Tahara o cuero semi-anilina, ambas disponibles en blanco, negro o avellana. No hay grandes excentricidades aquí, pero tampoco se echan de menos. Todo está donde debe estar, como si el coche lo hubiese decorado un arquitecto japonés.

Multienergía heredada de Toyota

Debajo de todo ese refinamiento hay una gama de motorizaciones que responde al nuevo mantra de Lexus: multitecnología sin complejos. El modelo de acceso será el ES 300h, que estrena un sistema híbrido de sexta generación con 201 caballos. Es un 2.5 de cuatro cilindros, sin turbos, pero con una batería nueva que pesa menos y rinde más. Puede elegirse con tracción delantera o total. Quien quiera más, puede mirar hacia los nuevos ES 350e y 500e, los primeros ES 100% eléctricos.

El primero entrega 224 caballos y tracción delantera; el segundo, 343 caballos y tracción total. Ambos prometen hasta 530 kilómetros de autonomía, con una batería situada bajo el suelo que baja el centro de gravedad y mejora la estabilidad. ¿La carga? De 10 al 80% en media hora, si el cargador se presta. El 350e monta una batería de 77 kWh y acelera de 0 a 100 en 8,2 segundos. Todo ello camina sobre la plataforma GA-K de Lexus, diseñada para integrar ejes eléctricos, con arquitectura modular y promesa de eficiencia. No es un coche de récords, pero sí de resultados.

Y si algo ha querido subrayar Lexus con este nuevo ES es que la seguridad no se negocia. El Safety System+ 4 incluye desde reconocimiento facial para evaluar si el conductor está cansado, hasta capacidad de detener el coche por sí solo si hace falta. Detecta patinetes, peatones, señales de stop y hasta las condiciones meteorológicas para adaptar el control de crucero. El coche no solo te ve, también te escucha y si es necesario te salva de ti mismo.

Precio acorde con lo que se recibe

El precio de partida será de 56.900 euros para el modelo híbrido ES 300h, en preventa desde diciembre de 2025, con entregas a partir de abril del año venidero. Para un Lexus, puede parecer asumible. Para una berlina electrificada, suena casi sensato.

Sus rivales no lo pondrán fácil. Ahí están el BMW Serie 5, el Mercedes Clase E o el Audi A6, con tradición, presencia y músculo industrial. Pero el ES juega otra liga. Quizá por eso Lexus eligió un circo para presentarlo. Porque en el fondo, lo que quiere este coche es que parezca fácil lo que no lo es. Que una berlina de lujo parezca sencilla y que la tecnología se vuelva invisible. Y todo, que sea en la segunda fila, con las piernas estiradas y un asiento que parece un sofá de salón. Solo necesitas el dinero, y un chófer.

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