El presidente de Samsung Electronics, Lee Kun-hee, que convirtió al grupo surcoreano de telecomunicaciones en un gigante mundial, ha fallecido este domingo a los 78 años, ha anunciado el grupo surcoreano en un comunicado.
Por qué te lo contamos: Samsung es de lejos el mayor conglomerado («chaebols») de la 12ª economía mundial. El volumen de negocio global de la multinacional es un quinto del Producto Interno Bruto del Corea del Sur, lo que le convierte en un activo fundamental de la salud económica del país asiático. Además, el estilo visionario de Lee transformó a Samsung en uno de los mayores desarrolladores y productores de semiconductores, teléfonos móviles y pantallas LCD del mundo.
«Con gran tristeza anunciamos la muerte de Lee Kun-hee, presidente de Samsung Electronics», ha anunciado el grupo. «El presidente Lee falleció el 25 de octubre acompañado de su familia, incluido el vicepresidente Jay Y. Lee», señala el comunicado.
Lee estaba en cama desde que sufrió un accidente cardiovascular en 2014, y su hijo, Lee Jae-yong, vicepresidente de la compañía está al frente de la multinacional desde 2014.
«El presidente Lee fue un verdadero visionario que ha transformado Samsung que hizo de una empresa local un líder mundial de la innovación y del poderío industrial», recuerda la empresa que agrega que «su herencia será indeleble».
Cuando heredó la presidencia del grupo Samsung en 1987 -que su padre fundó centrándose en la exportación de pescado y frutas- ya era el mayor conglomerado del país, con operaciones que iban desde la electrónica hasta la construcción. Sin embargo, Lee lo transformó en un poder global, convirtiéndola en el mayor fabricante de teléfonos inteligentes y de tarjetas de memoria del planeta.
En la actualidad su imagen se ha visto empañada por las acusaciones de mantener turbios lazos con el poder que le costaron al propio Lee ser condenado en dos ocasiones por corrupción -sobornar a un presidente- y evasión fiscal. En 1996 fue reconocido culpable de corrupción, y en 2008 de corrupción y evasión fiscal. Escapó de la cárcel al ser condenado con suspensión de pena.
Recientemente, su hijo y vicepresidente, Lee Jae-yong, fue condenado a cinco años de cárcel en 2017 tras haber sido reconocido culpable de corrupción y otros delitos relacionados con el antiguo presidente Park Geun-hye, aunque después fue absuelto de las acusaciones más graves en apelación y liberado un año después. Este caso está todavía en curso.