Netflix apuesta por el contenido propio mientras los grandes estudios se pasan al 'streaming'
El contenido propio de Netflix supone menos de la mitad que el que compra a otros estudios
Netflix está reforzando su apuesta por el contenido propio en un momento en el que los grandes estudios están optando por sacar al mercado sus propios servicios de streaming. El anuncio de Disney de crear su propia plataforma, que se llamará Disney+, es un ejemplo de cómo esta tendencia afectará a Netflix.
La semana pasada, la compañía de Mickey Mouse anunciaba que su servicio estaría disponible en Estados Unidos el próximo 12 de noviembre, fecha a partir de la cual se iría expandiendo al resto del mundo. A su llegada, ofrecerá contenidos de Disney, Disney Channel, Pixar, Star Wars, Marvel, National Geographic y Fox (como Los Simpson). Y Disney ya ha retirado parte de sus contenidos de Netflix para distribuirlos en exclusiva.
La situación obliga a Netflix a depender de su contenido propio y la compañía está tomando ya ese rumbo, pero aún necesita tiempo para depender en exclusiva de los programas y películas producidos in-house. Los últimos resultados financieros presentados por la empresa sitúan en 14.100 millones de dólares (más de 12.000 millones de euros) el valor de sus contenidos comprados a terceros, mientras que los propios suman menos de la mitad, 6.000 millones de dólares (5.300 millones de euros), informa The Information. Con todo, Netflix lleva años para reducir esta tendencia. Así, el valor de las producciones propias se multiplicó por dos entre los años 2017 y 2018, mientras que, en el mismo periodo, el de sus contenidos licenciados creció solamente un 20%.
Lo que no está claro es qué porcentaje de esos 14.100 millones de dólares se corresponde a contenidos antiguos, que van dirigidos a un público concreto -que ya vio el programa en cuestión cuando se emitió originalmente en televisión- y que suelen estar en distintas cadenas y plataformas de streaming. Netflix está intentando minimizar este tipo de contenidos. Sin embargo, tiene sus líneas rojas. Por ejemplo, ha pagado 100 millones de dólares (más de 88 millones de euros) por mantener Friends en su parrilla un año más después de que WarnerMedia haya anunciado que lo incluirá en su nuevo servicio de streaming. Porque, efectivamente, Warner también se está abriendo a este mercado, lo que supone una nueva dificultad para Netflix. Una muestra del riesgo que supone para la empresa este aumento de la competencia es que el pasado viernes, un día después de revelar Disney sus últimos datos sobre Disney+, las acciones de Netflix bajaron un 5%, mientras que las de su competidora subieron un 12%.