Más de 650 trabajadores de un matadero en la ciudad alemana de Gütersloh han dado positivo por coronavirus en un test realizado esta tarde. La noticia ha desatado la alarma y ha llevado al distrito a decretar el cierre de escuelas y guarderías.
Lo más importante: la procesadora cárnica Tönnies ha anunciado esta tarde el cierre total de la planta para evitar nuevas infecciones. A su vez, todos los trabajadores, contagiados o no, y sus familiares tendrán que guardar cuarentena.
El portavoz del distrito ha comunicado que han dado positivo 657 tests de un total de 983 realizados hasta el momento, pero preocupa que la cifra aumente porque han trabajado en la empresa más de 7.000 trabajadores en los últimos tiempos. A pesar de que se haya decretado el cierre de los colegios y guarderías del distrito, no se producirá un confinamiento generalizado.
Este es el segundo caso de brote de coronavirus en un matadero alemán. El primero fue en la localidad de Coesfeld, que cerró tras detectar 129 casos nuevos de COVID-19 el pasado 8 de mayo.
La canciller alemana, Angela Merkel, ha felicitado al distrito por la rapidez de sus medidas. «Esta es la estrategia que planteamos para que el virus no se extienda más: estar preparados para reaccionar siempre, porque podemos tener un evento infeccioso no controlado en cualquier momento», ha declarado la mandataria.
La pandemia ha evidenciado la dificultad de cumplir con las medidas de distancia e higiene en el contexto de las condiciones laborales existentes en la industria cárnica. El Gobierno alemán ya ha anunciado una reforma estructural del sector.