Barcelona y Madrid levantan seis veces más capital que el resto de 'hubs' españoles juntos
En el último sexenio las startups de ambas capitales captan 12.135 millones de euros
Barcelona y Madrid levantan casi seis veces más capital que el resto de hubs españoles juntos
Si la estadística es a la economía lo que las grandes rivalidades al deporte (la chispa, el picante), los hubs desempeñan a escala emprendedora la misma función revitalizante. En España, igual que ocurre con el fútbol, no existe pulso más vibrante que el que libran Barcelona y Madrid en la esfera de las startups.
El histórico de inversiones que el Observatorio de Startups de Bankinter pone a disposición del lector establece una comparativa por ciudades que parte de 2018 y determina que ningún hub obtuvo más fondos que Barcelona del venture capital, las firmas de private equity y el corporate (6.354,2 millones levantados).
La única urbe que soporta este ritmo y se coloca a rebufo es Madrid (5.781,2 millones), en cuyo argumentario caben tres elementos que refuerzan la sensación de pujanza. El primero es el tamaño de los fondos (4.021 millones en manos de gestoras ubicadas en la capital española contra 1.430); el segundo, el número de inversores activos durante el último año (127 frente a los 111 de Barcelona), y el tercero, la cifra de exits (144 versus 119).
Aunque España presume de una mezcolanza quizás menos común en otros países del entorno, dominados con mano de hierro por un único lugar (Londres en Reino Unido, París en Francia, Lisboa en Portugal), la distancia que separa a la dupla Barcelona-Madrid del resto es sideral.
Al igual que sucede en Alemania, donde Berlín, Múnich y Hamburgo comparten éxitos y titulares a diferente escala, Valencia se incorpora a la narrativa española como tercer hub (494,2 millones levantados desde 2018), pero tan atrás que dicha inversión apenas representa el 7,7% del capital movilizado desde Barcelona.
En el top 10 del último sexenio ingresan también La Coruña (307,6 millones incluyendo a la fiscalmente estadounidense Denodo), Sevilla (205,7), Bilbao (186), Alicante (169,6), Palencia (123,1), Murcia (89,8) y Elche (43,1). Llama la atención la línea imaginaria que el capital riesgo traza en ese arco mediterráneo que arranca en Barcelona, pasa por Valencia, continúa por Alicante y Elche, baja hasta Murcia y remata la faena en Málaga (puesto décimo tercero, 40,2 millones).
Ni siquiera la suma de la inversión cosechada entre todas las ciudades españolas (2.144,8 millones) se acerca mínimamente al músculo que exhibe el eje Barcelona-Madrid (12.135,4 millones).
Otras varas de medir
La narrativa del unicornio es oscilante. No existen dos medios de comunicación, plataformas analíticas o bases de datos que ofrezcan exactamente el mismo listado. De cualquier forma, Barcelona cuenta entre sus startups convertidas en scaleups y después en compañías valoradas en más de 1.000 millones al menos con Wallbox, TravelPerk y Factorial. Glovo está bajo control de la germana Delivery Hero y perdió 412 millones en 2022 (los resultados del año pasado no se han divulgado aún).
Dealroom adjudica a las madrileñas Job&Talent (2.100 millones) y Cabify (1.300) idéntica condición milmillonaria.
Otras empresas de este rango fueron españolas pero tienen hoy sus sedes en Estados Unidos. Se trata de Flywrire, Devo, Fever y Copado. La situación actual de Domestika, startup expatriada, otrora protagonista de días de vino y rosas, no invita al optimismo y su estatus es una incógnita.
En la UE, la referencia es Startup Heatmap Europe, cuyo ránking combina cinco variables y las opiniones de 10.000 fundadores para determinar cuáles son los puntos calientes. Con 59 puntos, Barcelona ocupa el quinto puesto tras Londres, Berlín, París y Ámsterdam. Se trata, sin embargo, de la tercera ciudad más popular para emprender, elemento que atrae mucho talento extranjero, tal y como demuestran TravelPerk (Avi Meir) o ID Finance (Alexander Dunaev, Boris Batine). Madrid ocupa la novena posición (46 puntos) por detrás de Dublín y superando a Lisboa, a pesar de caer hasta la undécima plaza en popularidad. Hay tantas formas de ver el vaso como uno quiera.