La sonrisa lobuna del Ibex
El Ibex vive al margen de ralentizaciones, guerras geopolíticas, inflaciones y otras lepras comunes
Las empresas del Ibex ganan 1.500 millones de golpe por la sentencia «anti-Montoro». Hacienda está nerviosa y no sabe cómo va a pagarlo. El Tribunal Constitucional anula las subidas del Impuesto de Sociedades del Real Decreto-ley 3/2016 que aprobó Cristóbal Montoro con los ojos cerrados y los dedos nerviosos. María Jesús Montero maneja con dotes adivinatorias la bola sucia de los controles de daños, y evita lo que toca, las devoluciones reclamadas por el Ibex: al parecer, solo aquellas que tuvieran recursos vivos en la fecha del fallo, podrán hoy trincar algo. Hacienda quiere bailar con el Tribunal Supremo para vestir este muerto como inconstitucional porque es mucho el pastizal si hay que abonar devoluciones.
El Tribunal Constitucional anuló el pasado mes de enero el decreto del 2016 que limitaba los créditos fiscales utilizados por las grandes sociedades debido a las pérdidas incurridas en ejercicios anteriores. Las más destacadas compañías del Ibex ya incluyen en sus activos de cierre de 2023 los potenciales créditos fiscales que podrán aprovechar contra sus impuestos de futuros ejercicios debido a la resolución judicial. La Agencia Tributaria, por ejemplo, ya ha autorizado la vuelta de 14 millones de euros a Merlin Properties por los impuestos que pagó de más entre 2016 y 2019. El Decreto Montoro acaba en la papelera, hecho bola, con muchas pifias añadidas.
Todas las empresas del Ibex que pagaron la quita de Montoro podrían tener derecho ahora a su devolución. Todos recordamos a Cristóbal Montoro, el de las Amnistías, cuando fue ministro de Hacienda, limitando los créditos fiscales por bases imponibles negativas y las deducciones por deterioro de valor de participadas que podían usar las grandes firmas (todo a golpe de decreto-ley). Dicha decisión, según el Constitucional, es ilegal y, en principio, permite recuperar al dinero a las empresas que tuvieran impugnadas sus declaraciones por el efecto de esa norma. Pasta para todas (devoluciones para todas) no habrá.
Todo el Ibex lucha ya contra sus impuestos viendo las carcajadas de Merlin Properties al recibir el botín. Solo Telefónica, en justo derecho, registra activos por impuestos diferidos por bases imponibles negativas y deducciones, con contrapartida en impuestos sobre beneficios, de 514 millones. El holding IAG prevé una ganancia fiscal de 191 millones. BBVA, 220 millones. Ferrovial, 86 millones. Indra, 41 millones. FCC, 21 millones. Amadeus, 107 millones. Mapfre, 19 millones. Sabadell, 70 millones. Inmobiliaria Colonial, 9 millones. Santander y Caixabank no se creen mucho el cuento ni que vaya a influir en sus números.
La sonrisa lobuna del Ibex, en estos momentos, asusta a propios y ajenos. Ayer vimos cómo los mejores bancos ya no son lo que eran, salvo el Ibex, que adelgaza estructura humana como los demás pero gana dinero a espuertas. Sigue el dato vivo respecto al año pasado: el Ibex cerró un trienio de oro (2021-2023) donde ganó 50.000 millones de euros (cayó un 7%, debido al caso Arcelor, pero fueron tres años brillantes).
«El Ibex vive al margen de ralentizaciones, guerras geopolíticas, inflaciones y otras lepras comunes»
Según los sabios de la tribu, los mejores ejercicios del Ibex tienen cuatro pilares: banca, turismo, energéticas y construcción. En esos tres años acumularon ganancias por valor de 164.400 millones de euros, hito histórico. Al cierre del año 2021: 60.200 millones. Al cierre del año 2022: 54.030 millones. El Ibex aglutina a las empresas estrella de la Bolsa española. Los ingresos totales, durante el año pasado, aumentaron un 5% hasta llegar a la cifra de 618.370 millones de euros. Todas las empresas, menos Arcelor, ganaron un 9% más. Si comparamos con el 2019: solo con los datos de Acciona y Acciona Energía (en un semestre) además de Inditex (nueve meses) la cifra ya duplica las ganancias: 26.532 millones.
El Ibex vive al margen de ralentizaciones, guerras geopolíticas, inflaciones y otras lepras comunes. Incluso, con el navajazo encima del impuesto especial a la banca y a las energéticas, el Ibex sonríe sin ruido, saca pecho y muestra fortaleza. Los bancos del Ibex llegaron a su record en el 2023, junto a las energéticas gloriosas (Iberdrola, Naturgy, Solaria) y el turismo galopante (Aena, Amadeus, IAG) y ya gigantes como Inditex e Indra.
Las tres empresas que lideraron el Ibex en 2023 fueron bancos: Santander, (11.076 millones), BBVA (8.019 millones) y Caixabank (4.816 millones). El Ibex vive fuera de la realidad, en el país de los sueños, donde los grandes no solucionan sus problemas como los pequeños y seguir creciendo es una constante velocidad de crucero. El Ibex recuerda al señor Montero y sonríe frente al presente reparo de su felonía. Sus sombras durante el 2023 fueron apenas residuales: Repsol ganó un 25% menos por el precio del crudo (3.168 millones), Colonial perdió un pellizco gordo (1.019 millones) y Merlin otro (86 millones) por la devolución de activos, que ahora se repara. Cellnex igualó pérdidas, Telefónica perdió 892 millones por deterioros y el ERE pero facturó un 2% más, solo tres hundieron el beneficio sin mayores traumas (Endesa, Grifols, Acerinox).
La sonrisa lobuna del Ibex, tan llena de silencio, tan larga de duración, tan secreta y tan mojada de intrigas, viste a la economía española con las mejores galas, para envidia de todos, mientras María Jesús Montero se tira de los pelos fríos, por estas devoluciones en caliente donde la Derechona metió la pata hasta el corvejón pero pagan ellos.