El espacio de trabajo: la transformación de las oficinas para un futuro sostenible
«Es una cuestión que afecta muy directamente a la salud ambiental y bienestar de los trabajadores»
La transformación de las oficinas obsoletas en espacios eficientes y sostenibles es una de las tareas más críticas y oportunas del sector inmobiliario en España. Más de la mitad de las oficinas españolas están construidas antes del año 2000, por lo que nos enfrentamos con un panorama con el que, según el estudio de Cushman & Wakefield, aproximadamente el 80% del parque de oficinas en España estará obsoleto en el año 2030. Esta fecha coincide con los objetivos de la Agenda para el Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, y nos marca una cuenta regresiva para la modernización de estos espacios laborales.
La urgencia de esta transformación trasciende del mero cumplimiento normativo. Es una cuestión que afecta muy directamente a la salud ambiental y bienestar de los trabajadores. Las deficiencias en sistemas de ventilación, calefacción e iluminación, comunes en estas edificaciones antiguas, no solo incumplen los estándares actuales de eficiencia energética, sino que representan un riesgo directo para la higiene y salud ocupacional. A esto se suma el impacto medioambiental negativo de mantener activos inmobiliarios con altas emisiones de carbono y un consumo energético totalmente ineficiente.
La solución a estos problemas pasa por una rehabilitación integral que aborde desde la eficiencia de las instalaciones de climatización e iluminación hasta la incorporación de energías renovables, como los paneles solares o sistemas de aerotermia. La versatilidad y flexibilidad emergen como características clave en la rehabilitación de estos espacios, propiciando así la adaptabilidad a distintas modalidades de trabajo, como el coworking, que optimiza el uso del espacio y fomenta la colaboración.
La legislación nacional y europea juega un papel crucial en este proceso, estableciendo directrices cada vez más estrictas sobre la reducción de emisiones. Debemos verlo como un impulso hacia la innovación y el compromiso con la construcción de un entorno de trabajo más saludable y un futuro más sostenible. Los consultores inmobiliarios asociados a ACI están al frente de esta transformación, asesorando sobre las mejores prácticas de sostenibilidad y eficiencia, adaptándose a las necesidades específicas de cada empresa, e impulsando la adopción de tecnologías y materiales que minimicen el impacto ambiental. Las empresas y sus áreas de recursos humanos son conscientes de ello y están incrementando su coste por empleado y su inversión en tecnología, acústica y calidad de materiales para atraer a sus empleados a su sede, así como para retener y captar talento, como señala la consultora CBRE.
El papel de los fondos europeos destinados a mejorar la eficiencia energética es fundamental en este contexto, ya que provee los recursos necesarios para una transición hacia modelos de oficinas más verdes. La descarbonización de nuestros activos inmobiliarios no es solo una meta ambiental, sino una estrategia para revitalizar el sector inmobiliario, crear empleo y estimulando la economía.
La renovación de oficinas obsoletas es, por lo tanto, una urgencia que va mucho más allá de la simple actualización estética o funcional. Es una oportunidad para repensar radicalmente el concepto de espacio de trabajo. Este esfuerzo colectivo no solo beneficia al sector inmobiliario, sino que contribuye significativamente a los esfuerzos globales contra el cambio climático y mejora la calidad de vida de los empleados, además de atraer y retener talento. La llamada a la acción es clara: debemos abrazar la innovación y la sostenibilidad como pilares fundamentales para el desarrollo de oficinas que no solo respondan a las necesidades del presente, sino que también sean resilientes y beneficiosas para las generaciones futuras.