Tonta es la que dice tonterías
«Victimizarse en este país es algo que te beneficia según la causa y el feminismo es la gallina de los huevos de oro»
Lo primero que quiero decir en este artículo es que no quiero que Julia Salander se sienta insultada ante el título de este texto, pues mi objetivo no es ese, sino definir de la forma más correcta posible las palabras que esta mujer soltó en el podcast de Ricardo Moya, El sentido de la birra.
Forrest Gump, personaje interpretado por Tom Hanks, se sentaba en un banco de la calle y a una mujer que lee una revista le comparte sus pensamientos en voz alta. Uno de ellos es el famoso de que la vida es como una caja de bombones. Está claro que Julia Salander sería de los más amargos. Un chocolate que se acercaría peligrosamente al 100% de cacao puro. La amargura inunda sus ojos, pero sobre todo de sus labios, sabedores de lo intragable de su mensaje. A Forrest Gump en la película cuando es un niño, otra niña le pregunta si es tonto, ante el evidente retraso cognitivo que muestra, y este le contesta aquello de «mi madre dice que tonto es el que dice tonterías». Y es que nadie es tonto o tonta por naturaleza, sino que es algo que hay que demostrar, al igual que las virtudes.
Julia Salander es una activista feminista en la España del siglo 21. Creo que con esto ya estaría todo dicho. La igualdad de hombres y mujeres ante la ley es una cosa que se consiguió hace ya tiempo, y es algo de lo que me alegro, como cualquier persona normal. Pero victimizarse en este país es algo que te beneficia según la causa. Y el feminismo es la gallina de los huevos de oro. Un servidor ha tenido la suerte, no creo que sea una casualidad, de estar rodeado de mujeres que no se sienten inferiores a los hombres, y que por tanto no quieren que se les ayude como si fueran inválidas físicas o intelectuales. Mujeres que se inventan irregularidades legales para justificar su existencia en los medios y así poder seguir sacando tajada.
A un servidor le sorprende que haya quien les compre esta mercancía averiada. Mezclar churras con merinas. Como lo legal está conseguido, gracias a Dios, desparramemos conceptos. Mezclan lo educacional o cultural, con lo político. Siempre va a haber machistas por muchas leyes que hagas, de la misma manera que va a haber asesinos, aunque el código penal lo castigue de manera severa. Hombres que vean a las mujeres como un trozo de carne sin alma, que piensen que están para satisfacerles y para que les hagan las tareas del hogar. Pero la mala educación es algo que siempre existirá, como demuestran también poseer estas feministas. Y es que la estupidez es algo que une mucho, hasta a quienes se supone que están en las antípodas ideológicas.
Julia Salander se hizo viral esta semana por soltar la siguiente perla: «Todos los hombres son violadores en potencia. Cuando hay un desnivel tan grande entre hombres y mujeres a la hora de realizar estos actos, tu mera existencia (como hombre) genera una predisposición a cometerlos». Y se quedó tan pancha. Evacuó sus heces mentales hasta quedarse más vacía aún. La pobrecita no se da cuenta de que su misandria es el éxito del machismo, y viceversa. Yo no me pondría delante de un «potencial» violador a recordarle que en cualquier momento puede eliminar con sus actos la palabra entrecomillada. Un acto de demasiada valentía para un organismo tan blandito y acomodado como es el feminismo actual.
Sería fácil replicarla con que la mayoría de personas que ejercen la prostitución son mujeres, y eso no hace que todas las mujeres sean prostitutas “potenciales”, esto sí que sería un pensamiento machista, ¿veis cómo los extremos os parecéis más de lo que os gustaría? Sinceramente creo que el negocio se os está acabando. La desgracia es que quién ha acabado arruinado, como siempre, son las personas tolerantes, tanto hombres como mujeres. Seguís haciendo mucho daño, sobre todo a las féminas que habéis conseguido que entren en vuestra secta. Me gustan las mujeres, pero no vosotras.