Deporte, bálsamo contra el pensamiento único
«Nada interfiere en el camino victorioso del equipo de Luis de la Fuente. El fútbol que entre 2008 y 2012 unió a este país en torno a un balón vuelve al rescate con la Selección »
Una comisión es un «grupo de incompetentes, nombrado por perezosos para hacer lo innecesario», según Alfonso Azuara, periodista deportivo y abogado que, para no meterse en jaleos (?), escribía con el Derecho Penal a la diestra y el Civil a la siniestra. En España hay más comisiones que soluciones y espabilados que, en sintonía con los tiempos, paren informes pagados ad hoc que no pasarían el imprescindible filtro de calidad, y menos en Deporte, remedio contra el pensamiento único. En un reportaje de Marcos Ondarra en THE OBJECTIVE, leemos que el Ministerio de Igualdad cree que las federaciones deportivas deberían adoptar composiciones paritarias en aras de «garantizar que el reparto de recursos que acompañan al reparto de poder sea más equitativo y sensible», y así acabar con las «estructuras masculinizadas y culturas federativas patriarcales», que adoptan decisiones «que no representan los intereses de las mujeres deportistas». Es una de las 50 medidas que recogen en su estudio los investigadores David Moscoso y María Martín Rodríguez de la Universidad de Córdoba. Concluyen que «las estructuras del deporte están masculinizadas» y que las «culturas federativas son patriarcales» que «perpetúan la dominación masculina». No obstante, 192 mujeres deportistas representaron a España en los Juegos de París, dos más que hombres. Ítem más: según ADESP (Asociación del Deporte Español) hay 15.000 mujeres en las estructuras federativas españolas, un 35% son directivas y un 28% trabajan en gerencias y secretarías. Por 14.999 euros, «justo el tope para poder otorgarse a dedo», Ana Redondo, ministra del ramo, ha encontrado una excusa para enredar en lo innecesario.
Abundo sobre el pensamiento único, la regresión y lo desprotegidos que se sienten quienes van con la verdad por delante, no con un informe. Pronuncian una frase, la frase, y cancelación que te crio. Preguntaron a Paloma del Río, la voz de la gimnasia y la natación en TVE, su opinión sobre las personas transgénero que compiten en categoría femenina. Curioso que nadie se plantee que en la dirección contraria no haya mujeres que acaben en un vestuario masculino, quia. No hay ni medallas ni casos…, conocidos. Con su sinceridad característica, Paloma, que acumula casi más reconocimientos y premios que Clint Eastwood, sentenció: «No a los nacidos varones en categoría femenina». ¡Ay, Del Río! ¡En qué hora!
Cuando defendió al deporte femenino del intrusismo trans, no imaginó que la progresía del concepto unidireccional, la nueva inquisición, terminaría pasándole factura. Estaba nominada para formar parte del Consejo de Administración de RTVE y Sumar la vetó por aquellas palabras que defienden a la mujer y su dignidad por encima de credos, creencias, sesgos y políticas sectarias, interesadas, ocurrentes, oportunistas y miserables. A más de una y de uno de los once consejeros elegidos por el Congreso para el contumaz asalto, Paloma le da sopa con ondas; sabe más del medio que la mayoría de los «privilegiados», léase Miquel Calçada, Esther de la Mata, Marta Ribas, Mercedes de Pablos, Rosa León, José Pablo López, María Teresa Martín, Mariano Muniesa, Angélica Rubio, María Roncesvalles Solana y Sergi Sol.
Decisiones arbitrarias e injustas que con el estigma de la ocurrencia proliferan en cualquier ámbito. No hay constancia de lo que costó a las arcas públicas el CBEP (Catálogo de Bienes y Espacios Protegidos) de la Comunidad de Madrid sobre Lozoyuela-Navas-Sieteiglesias, municipio mancomunado a menos de 70 kilómetros de la Puerta del Sol, en la Sierra Norte, donde hay 80 «bienes» inmovilizados, auténticas ruinas, que unos «expertos» de la CAM, en un alarde de estulticia e imaginación, declararon intocables pajares y pocilgas semiderruidos. La creencia generalizada es que los evaluadores ni se acercaron al pueblo, de otra forma no se concibe que en sus estudios situaran la iglesia de San Nicolás en la avenida principal, alejada 300 metros de su localización. Lozoyuela, con 248 bienes protegidos, está casi a la altura de Madrid y muy por encima de Sarlat-la-Canéda (9.400 habitantes), villa medieval del Périgord Noir, el pueblo con más monumentos de Europa y 68 edificios protegidos, una docena menos que Lozoyuela (1.240 vecinos). No son caprichos del destino, sino la voluntad de una cuadrilla de desahogados verdaderamente protegidos. Ha sucedido bajo el mandato de Isabel Díaz Ayuso, en las antípodas de Ana Redondo.
Cuando la burricie se impone a la inteligencia y la política de partidos, a la sensatez, más vale poner pies en polvorosa antes de que abran la checa. Un informe falso y perverso ha situado a Lozoyuela al borde de la España vaciada. Nadie está a salvo del capricho de los técnicos o de las corrientes de opinión sincronizada. Ana Peleteiro sufrió persecución y acoso en redes por defender lo que Paloma del Río, algo tan elemental en el deporte como los chicos con los chicos y las chicas con las chicas. A la periodista, por decir lo que piensa, la purga le ha costado un disgusto más allá de la remuneración de 105.000 euros anuales, minuta asignada a cada comisario político.
Por un poco más estaba dispuesto Sergio Ramos (38 años) a jugar de nuevo en el Madrid. Se entrena como si fuera a reaparecer mañana, envía mensajes subliminales y no tan subliminales al Bernabéu. Cree que tras la plaga de lesiones que sufre el equipo bien podría incorporarse para ocupar el puesto de Militão o el de Carvajal y Lucas Vázquez. Jugaba en el lateral derecho cuando España ganó la Eurocopa de 2008 y el Mundial. Está libre y en posición de revista. ¿Entonces? Según todos los indicios lo que no puede ser no puede ser y además es imposible: echó un pulso a Florentino, que le ofrecía un año más, y como él quería dos el cuento se acabó. Perdió y de aquel revolcón estos lodos.
P. D.: La España de Luis de la Fuente juega muy bien al fútbol, entretiene, conmueve y gana. Al entrenador no le arredra la plaga de lesiones. Encuentra relevos y los adapta a un brillante patrón de juego, envidia de cualquier selección mundial. Ni los masocas partidarios de los técnicos maleducados y malotes le distraen. Nada interfiere en el camino victorioso de la Selección. El fútbol que entre 2008 y 2012 unió a este país en torno a un balón vuelve al rescate con la Selección. Distrae en lo esencial, el espectáculo lúdico que representa; no cae en la autocomplacencia, pese a los éxitos, y no necesita comisionistas para reivindicarse.