Alí Babá y los 40 euros de Begoña Gómez
«Fíjense si son nocivas las políticas del Gobierno que hasta las sufre la mujer del presidente del Gobierno»
Un servidor se sabía pobre y resulta que lo es menos que la mujer del presidente del Gobierno. Esto no es algo que me consuele ni muchísimo menos, sino que me apena por partida doble. A mí lo que me gustaría es que todo el mundo fuera rico. Sé que es algo utópico y soñador, pero es muy preferible a querer igualarnos a todos por abajo, en la más extrema pobreza, la que simbolizamos perfectamente un servidor, pero sobre todo Begoña Gómez. Fíjense si son nocivas las políticas económicas del actual gobierno y de sus socios nacionalistas y de extrema izquierda que hasta las sufre la mujer del presidente del Gobierno.
El juez Juan Carlos Peinado ordenó a la policía judicial consultar la numeración de las cuentas corrientes en las que figurase Begoña Gómez como titular. La mujer del presidente le envió a este una lista incompleta con once cuentas bancarias cuyo importe total es de 40 euros y 25 céntimos. No me extrañaría nada que cuando esa lista se complete, la señora Gómez tuviera más número de cuentas que de euros. Menos mal que el amor todo lo puede y el matrimonio es un sacramento que dice aquello de estar juntos en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza. Su marido cobra un buen sueldo como presidente del Gobierno, así que ello compensa las penurias económicas de Begoña. Además, se ahorran el alquiler o la hipoteca de su vivienda, ya que esta les sale gratis. Menos mal que es así, y no tienen que sufrir las desaparecidas o nulas políticas llevadas a cabo por la ministra de Vivienda. Una ministra puesta por su marido, pero como todo el mundo sabe desde que llegaron a la Moncloa, hay una política que debe sufrir el pueblo, y otra que deben disfrutar sus colaboradores.
El partido socialista parece haberse convertido en la cueva de Alí Babá. Algunos de sus integrantes son sospechosos de cometer actos corruptos, y hay pruebas fundadas de que pudiera así. No sé si llegarán a ser cuarenta personas las afectadas en los distintos casos delictivos de los que se les acusan. Algunos ya están judicializados y otros lo harán próximamente. Lo que sí parece claro es lo de los 40 euros de Begoña Gómez. Una mujer virtuosa en muchos campos, como demuestra su expediente académico y profesional. Si no, no se puede explicar como una mujer cuyos estudios finalizados son el Bachillerato, haya llegado a dirigir un máster y una cátedra en la Universidad Complutense de Madrid. Si no se tiene una inteligencia superior, es imposible conseguir estos resultados. Una mujer hecha a sí misma, independiente, y que no necesita de la influencia de su marido y de su puesto para lograr sus objetivos.
Dicho esto, un servidor no entiende qué ocupando esos cargos tan importantes, y que merecen estar bien pagados, la señora Gómez tenga tan escasa liquidez en sus cuentas bancarias. Desde el 2018, como ya he contado, se está ahorrando el principal gasto de cualquier español, que es la vivienda, y al que destina de media más de la mitad de lo que gana. Los viajes corren a cargo del Estado, el transporte, también. Las dietas para alojamiento y comidas también están incluidas entre los privilegios del puesto de Presidente del Gobierno. Así que o Begoña es muy ‘gastona’ en cosas superficiales, o puede que corra con todos los gastos de la economía familiar, para seguir demostrando que no sería ninguna mantenida. En cualquier caso, Pedro Sánchez siempre queda como un acaparador de poder.
La principal enseñanza que quiere dejar la historia de ‘Alí Babá y los 40 ladrones’ es que nunca hay que dejar que la avaricia se apodere de tu vida. Queda bastante claro que el matrimonio Sánchez-Gómez, o no lo ha leído nunca, o no quiso entender su lección moral. El cuento explica que ser avaricioso es una cualidad individual, pues cada uno de los personajes lo son de una u otra manera, en mayor o menor intensidad, según su interés. Como pecado, a un servidor le parece de los más graves. Así que cada palo aguante su vela en el partido socialista con su amado líder al frente. Begoña con sus cuarenta euros podrá comprar una, cuya llama siga oscureciéndolo todo.