Lobato, sé fuerte
«Me gustan las personas que se saben solas y luchan contra el poder establecido que se ejerce de manera autoritaria»
Qué maravillosos tiempos aquellos donde el presidente Rajoy le mandaba SMS a Bárcenas diciéndole aquello de «Luis, sé fuerte». Pues ahora es un humilde servidor el que se lo dice a usted, señor Lobato. Este jueves Óscar López hizo oficial su candidatura a las primarias para dirigir el partido socialista en la Comunidad de Madrid. Candidato oficialista, elegido a dedo por la cúpula nacional de ese partido y que consta de una persona. Nunca podrían imaginarse de quién se trata.
La cosa es que Óscar López vuelve a la política madrileña por Navidad, su lugar de nacimiento. Sería algo entrañable si no fuera porque lo único «capital» aquí es su beneficio personal y el de la persona que le ha puesto. A Óscar López le interesa el bienestar de los madrileños lo mismo que a un servidor la ornitología. Respeto mucho a los que estudian el comportamiento de las aves, tanto que, en cierto modo, un servidor no deja de serlo un poco. Cuando se escribe sobre la variopinta fauna política, tanto ellos como un servidor llegamos a la conclusión de que lo que más abunda son este tipo de animales. La expresión «ser un pájaro» no es azarosa y si buscas su significado en el diccionario, dice que se trata de una «persona astuta y con muy pocos escrúpulos». Esto valdría para algunas de las personas de cualquier partido político, pero lo clava para el actual partido socialista en su relación con las personas más allegadas al amado líder.
A mí me gustaría que Óscar López perdiera esas primarias. No es nada personal contra él. Ni le conozco, ni tengo ganas de que suceda. Tiene más que ver con mi manera de ver la vida y de mis valores. Un servidor es un firme defensor del romanticismo suicida. Me gustan las personas que se saben solas y que luchan contra el poder establecido que se ejerce de manera autoritaria y despótica. Que sabes que tienes todas las de perder e igualmente sigues avanzando hasta el despeñadero. Caer, pero hacerlo con la verdad de tu corazón intacta. Ser un Quijote y luchar contra gigantes con la cara de Pedro Sánchez. Y ese hombre en el partido socialista madrileño está claro que es Juan Lobato. Este jueves reapareció en la Asamblea Madrileña, y se sentó en una segunda fila. Me gustaría pensar que está decidiendo la manera en que presentarse también a esas primarias. El próximo lunes va a dar una entrevista en exclusiva al programa de Susanna Griso en las mañanas de Antena 3, y ojalá diera allí la noticia.
«Lobato, sé fuerte», y aguanta. Ten el valor que muy pocos tienen en un partido que va perdiendo la moralidad a pasos agigantados. La valentía tiene sentido en ocasiones como esta. Te encuentras en franca minoría dentro del partido. Los cobardes se acomodan al sol que más calienta, y más en estos momentos cuando llega el invierno más crudo. Pero quiero pensar que alguien habrá que sabrá valorar tu paso hacia delante. Que, aunque sea colocándose detrás de ti, quieran recuperar algo de la decencia perdida. Da el paso adelante, y si pierdes, ganarás por partida doble. Lo harás tú y las personas que entienden la socialdemocracia y el progresismo de una manera limpia, y no tóxica. Que no levantan muros, sino ideas integradoras y no excluyentes.
El «romanticismo suicida» exige de unas convicciones muy fuertes, donde no te afecte el miedo que quieren imponerte los demás. Su radicalidad a la hora de justificar su odio diciendo que te has pasado al enemigo político si no compras el ideario impuesto por el régimen actual. Te lo vuelvo a repetir, como Rajoy a Bárcenas, «sé fuerte», y confía en ti mismo, la única persona que nunca te fallará en la vida política. La bondad, el «buenismo», son valores que están por los suelos en la realidad política de nuestro país, pero ir a la contra, y hacer gala de ellos en estos momentos te apartarían de esa escombrera en que se ha convertido. Como carta de presentación, serían invencibles en un partido donde el rencor y la falta de valores se expande a la velocidad de la luz.