Elogio a Santiago Segura
«No poder catalogarle y saber que es un verso libre les pone ante el espejo de su esclavitud que sí que desean compartir»

El actor, productor y director Santiago Segura. | Gtres
Al personal más sectario de la «progresfera» les ha molestado que María Luisa Gutiérrez recordase que su socio en la productora que ha ganado el Goya a la mejor película, La infiltrada, es Santiago Segura. No lo pueden ver, como a nadie que haya alcanzado el éxito profesional gracias a su talento y esfuerzo, y que se mantiene al margen de cualquier posicionamiento ideológico. Y ya sabemos cómo son estos «ultras», que toleran igual de mal al que se posiciona en sus antípodas, como al que se pone de perfil porque no quiere hacerlo de otra manera. En definitiva, o estás conmigo o estás contra mí.
Santiago Segura lleva tiempo siendo denostado por la Academia del cine español. Que sea un artista independiente a las élites y al elitismo de una supuesta turba de señores y señoras muy intelectuales y con un gusto gourmet por lo que consideran arte y cultura con mayúsculas, y que les dé en la cara con la confianza y el cariño del público, es algo que se les atraviesa como la libertad de expresión.
Se han vuelto a hacer virales unas declaraciones que hizo hace 13 años a la revista Fotogramas: «Yo fui el que vaticiné y avancé que no iban a dar ni una nominación a Torrente 4, los conozco. Conozco a la Academia. Esta es la Academia de cine que pensó que una película de arte y ensayo como La soledad era la mejor del año, y no digo que no sea buena, lo que digo es que a una película de arte y ensayo deberían premiarla en Cannes o en festivales indies. Teniendo El orfanato al lado, que es una película que hace industria, que es de género, que tiene un guion inteligente, y que tiene una factura espléndida. Me parece un rollo muy castizo, qué va a saber la gente, La soledad, que sólo la han visto 20.000 personas. Es querer decir que soy más listo que todos vosotros. No es dar de lado a la gente, es darle la espalda. Y creo que dándole la espalda a la gente no vamos a hacer una industria potente del cine».
Santiago Segura no ha querido decir nunca ni su ideología ni el partido político al que tiene más simpatía, si es que sintiese alguna por cualquiera de ellos. No poder catalogarle y saber que es un verso libre les pone ante el espejo de su esclavitud que sí que desean compartir. Si Santiago Segura no dice su ideología es simplemente porque no le da la gana. Algo que para estos demócratas de chichinabo se sale de sus escasas «entendereras».
Santiago Segura no le baila el agua a la progresfera. Prefiere ver como estos se ahogan en su inmundicia vital. Odian el éxito de los que no consideran de los suyos. A Rafa Nadal, por poner solo un ejemplo, le pasó lo mismo. En España diríamos que a esto es a lo que llamamos envidia, pero un servidor cree que tiene más que ver con el rencor hacia quien actúa como si desconociera ambos sentimientos oscuros.
Parece que esa laica inquisición no lo quiere acoger en su seno lleno de mala leche. Algo mucho más democrático que meter una papeleta en una urna y que simboliza mejor lo que realmente quieren los ciudadanos, es ver en lo que nos gastamos el dinero. Por suerte, todavía votar es gratis y no es obligatorio hacerlo. Y precisamente es eso lo que le da valor a lo que hace Santiago Segura en el mundo del cine. En qué gasta el dinero el personal, sí que habla de lo que realmente somos y cuáles son las cosas que nos gustan y nos representan. El «parné» cuesta mucho ganarlo, como bien saben ustedes, así que la decisión que tomamos a la hora de gastarlo habla más de nosotros que cuando metemos un mísero papel blanco lleno de nombres desconocidos en una urna devoradora de mentes más o menos sumisas.
Cuando uno gasta su dinero hace una apuesta de confianza por lo que compra, y las películas de Santiago Segura, ya sea la saga de los Torrente, para un público adulto, como sus películas para los más pequeños A todo tren o Padre no hay más que uno, son el ejemplo perfecto de poner a la mayor parte de la población de acuerdo. Y a los niños, como todo el mundo sabe, es mucho más difícil engañarles que a nosotros, los estúpidos adultos.
Ya se sabe que Santiago Segura está en pleno proceso de creación de Torrente 6. Vista su trayectoria, no se acomplejará ante ese movimiento moribundo llamado wokismo, y seguro que hace una película que nos sorprenderá, pero sin perder un ápice del espíritu «torrentiano», que es lo que quieren sus seguidores. Y no hay nada más bonito que dar a la gente lo que espera de ti. Se ha filtrado que Cañita Brava va a hacer de ministro de Cultura y Torrente será el presidente del Gobierno. Un servidor los prefiere a esos magníficos actores que son Sánchez y Urtasun.