La deuda del Estado crece 492 millones diarios en 2025
La subida del 7,8 por ciento de los ingresos por impuestos no le sirve al Gobierno para equilibrar sus cuentas

Ilustración de Alejandra Svriz.
El Ejecutivo de Pedro Sánchez se agarra como a un clavo ardiendo a las previsiones que los organismos internacionales proyectan sobre la economía española, que sitúan el crecimiento en el entorno del 2,6 por ciento para este ejercicio. Es posible que se cumplan dichas previsiones, pero el crecimiento del PIB no puede ocultar que se asienta sobre una inmensa falla tectónica de déficit y de deuda.
Las cuentas públicas son muy expresivas de esa tendencia irrefrenable del gasto público. El déficit conjunto del Estado, las Comunidades Autónomas y la Seguridad Social ya era en febrero del 0,86 por ciento del PIB. Que ese déficit no es un problema de ingresos lo avala que, hasta marzo, la recaudación fiscal ha crecido el 7,8 por ciento, hasta 58.588 millones de euros (el IVA aumenta el 7,3 por ciento; el IRPF, el 15,6 por ciento y Sociedades el 3,2 por ciento).
Estamos hablando, pues, de gastos y de cómo se financian los que superan con creces la recaudación fiscal. Y aquí entra la disparatada política de endeudamiento público que pone en causa el modelo económico, que mediatiza los resultados año a año, por la servidumbre de la deuda (es decir, los intereses que hay que pagar sí o sí).
El ritmo de endeudamiento sigue siendo compulsivo y sin freno. La mejor manera de emboscarlo es que el Gobierno renuncie a hacer los obligatorios Presupuestos Generales del Estado, que como Ley tendrían una sujeción mayor que este dislate en el que estamos. (Esta semana, una vez más, la ministra de Hacienda ha anunciado que habrá PGE para 2026, de esa peculiar manera que le caracteriza, que es culpar a la oposición de que no haya habido presupuestos los dos últimos años, cuando ni siquiera han sido presentados).
La realidad contundente es que el Estado aumenta su deuda a un ritmo infernal de 492 millones de euros diarios. Y esto es así, porque en los tres primeros meses del ejercicio ha aumentado la deuda en 43.711 millones de euros. Estas cifras suponen que la deuda de las Administraciones públicas, en los términos que exige Bruselas, alcance el 103,5 por ciento del PIB, o lo que es lo mismo, 1,7 puntos sobre el cierre de diciembre del año pasado. Nótese que las previsiones de Bruselas formuladas hace unos días, hablan de un déficit del 100,9 por ciento para este año, lo que a la marcha que va el gasto del Gobierno es difícil de creer.
Otra fuente fiable que nos roban
Hace tres años, la entonces ministra de Economía y hoy banquera mayor de la UE, Nadia Calviño, cesó al director del Instituto Nacional de Estadística porque sus resultados sobre el desempeño económico no coincidían con los que ella estaba segura de que ocurría en la economía merced a su gestión.
Por entonces escribí un artículo que se titulaba, más o menos, Nos roban una fuente fiable. Y comentaba en este artículo que, al menos, nos quedaba una fuente oficial fiable que era el banco de España. Pues no. Aquel artículo era demasiado optimista. Hoy tenemos que volver a decir que nos roban la última fuente oficial fiable, porque el Gobernador Escrivá ha dispuesto que hay que ser más complaciente con el Gobierno del que ha formado parte hasta anteayer.
Los que escribimos sobre economía perdemos una fuente, que es como perder la confianza. Yo lo lamento, pero los lectores son las principales víctimas de esta arbitrariedad, que pone en causa el principio de independencia que la ley concede al Banco de España.
Las previsiones económicas sobre España coinciden en señalar que el presente año, la economía española crecerá a un buen ritmo. La propia Comisión Europea, en su último informe, sitúa a España como la novena nación en crecimiento del PIB, con una tasa del 2,6 por ciento, la más elevada de las economías grandes. Bruselas fundamenta este cálculo basándose en la ejecución del primer trimestre, en el que el crecimiento fue del 0,6 por ciento.