La primera página del libro de Leire Díez
«Este libro no es una novela, ni un ajuste de cuentas, ni una apología. Es un mapa de las alcantarillas del poder»

Leire Díez.
“En el subsuelo de la política, donde las tuberías del poder gotean sin cesar, no hay lugar para la luz. Todo es fango, sombra y un hedor que no se quita ni con la más feroz de las desinfecciones. Me llamo Leire Díez, y durante años he recorrido esas cloacas, no con un mono de trabajo y una llave inglesa, sino con un cuaderno, un instinto afilado y una pregunta que nunca deja de martillear: ¿quién mueve los hilos en este país? No soy fontanera, aunque así me llamen. Soy periodista, o al menos eso intento en un mundo donde la verdad es un lujo que pocos se pueden permitir. Este libro no es una novela, ni un ajuste de cuentas, ni una apología. Es un mapa de las alcantarillas del poder, un retrato de las cañerías rotas que sostienen el edificio de España.
Todo empezó con un rumor, como siempre. Un susurro en un bar de Argüelles, un sobre deslizado bajo la mesa, una mirada que dice más que mil palabras. Los hidrocarburos, el dinero negro que fluye como petróleo en las venas de la economía, eran mi punto de partida. Pero no se trataba solo de números, de facturas falseadas o de nombres en negrita. Era una madeja de intereses, favores y traiciones que conectaba despachos de Ferraz con los pasillos de la Audiencia Nacional, pasando por tugurios donde se pacta en voz baja. Quise desentrañar la trama, no porque fuera noble, sino porque alguien tenía que meter las manos en el lodo. Y si no era yo, ¿quién?
No me malinterpreten. No soy una heroína, ni una mártir, ni una kamikaze. Soy una mujer de 51 años, madre de dos hijas, con una carrera que empezó en la prensa de Albacete y que me llevó a codearme con los poderosos, no porque los admirara, sino porque sabía que allí estaba la noticia. Este libro es mi testimonio, escrito con la urgencia de quien sabe que el tiempo se agota y que las cloacas no esperan. Aquí no encontrarán moralejas fáciles ni héroes de cartón. Solo el eco de una verdad que se escurre entre las grietas de un sistema que se tambalea. ¿Es esto periodismo? ¿Es fontanería? Juzguen ustedes. Pero no miren hacia otro lado”.
Esto que acaban de leer, aunque tengan motivos para no creerlo, es la primera página de ese libro que todo el mundo pensaba que era falso y que no existía. No puedo contarles cómo ha llegado hasta a mí, pues revelaría mis fuentes, y les puedo asegurar que vienen del lugar donde se están cocinando los ingredientes principales de las tramas que rodean al Gobierno de España. Les puedo dar alguna pista. La primera es que Leire ha utilizado la figura del “negro literario”, y que un servidor sabe su nombre. La cosa es que no se me ha permitido darlo, pero sí puedo escribir las iniciales de su nombre y apellido (M.G.).
También les puedo adelantar el nombre de la editorial que lo publicará. A todos nos extrañaba que ni Leire Díez ni el sello que lo va a publicar, con toda la repercusión mediática de esas grabaciones, no hubieran aprovechado para dar el título del libro y el nombre de la editorial. Un servidor se lo puede adelantar a todos ustedes y decirles que la empresa editora será “Sueños Húmedos, Papel Mojado”. Se trata de una editorial nueva que todavía no ha lanzado ningún libro al mercado y que se estrenará con el de Leire. El sello editorial se va a especializar en libros de crónicas periodísticas donde la no ficción y la ficción se confundan sin saber cuál es cuál. Un híbrido entre fantasía y realidad donde la información al igual que el amor está en el aire, y esta siempre vuela libre y dispersa.
Pero una cosa les quiero decir a todos ustedes. Quiero premiar su fidelidad a la hora de leer mis artículos, y no cumplir mi pacto de silencio con mis confidentes. Si una cosa tengo clara, es que ni ellos, ni esa editorial, leen nada de lo que yo escribo, pero tampoco de ningún otro. Hoy jueves por la tarde, quien escribe este artículo estará firmando sus dos novelas publicadas en la feria del libro de Madrid en la caseta de la librería Miraguano. A todos los que vengan y utilicen las palabras clave “El libro de Leire”, serán obsequiados con más información confidencial sobre ese libro y lo que cuenta. Si se llevan alguno de los míos, entre sus páginas hay escondidas algunas de las claves, pero no se vean obligados, con que me saluden con el respeto con el que me leen, obtendrán lo que sus oídos quieran escuchar.