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Pedro Sánchez lo sabía todo: los 23 indicios que sus socios se empeñan en ignorar

El relato fragmentario de los hechos ya permite dibujar una conclusión

Pedro Sánchez lo sabía todo: los 23 indicios que sus socios se empeñan en ignorar

Ilustración de Alejandra Svriz.

Los medios de comunicación suelen publicar de forma fragmentada la información sobre los casos de corrupción relacionados con el PSOE, cada uno destacando su propia exclusiva. Esto dificulta obtener una visión clara y completa de los hechos. Sin embargo, al conectar las piezas, surge una conclusión evidente: Pedro Sánchez estaba al tanto de todo. A continuación, se presentan los 23 indicios que señalan a «P. Sánchez»:

1. Pedro Sánchez y los recados y favores de Koldo

Koldo García, exasesor de Ábalos, ha acumulado grabaciones comprometedoras para Pedro Sánchez. Según fuentes cercanas, dispone de audios de sus contactos con altos cargos del PSOE y el Gobierno que ponen en evidencia al presidente. Estos audios a los que ha tenido acceso THE OBJECTIVE incluyen conversaciones con Santos Cerdán donde se discuten asuntos que afectan directamente a Sánchez. Koldo incluso habría dejado bajo llave estas grabaciones, consciente de su valor explosivo.

Un audio incautado por la Guardia Civil revela que Koldo hizo gestiones encargadas por Pedro Sánchez antes de ser detenido. En una conversación grabada, Koldo confesó: «Yo sé que llegó al presidente, porque yo quise que llegara. Lo que me gustaría a mí que llegara también al jefe, o sea hablo por ti, es que yo llevo dos años y tres meses… Yo estoy escondido en una puta esquina, yo hice absolutamente todo lo que me han pedido, incluso a él [Pedro Sánchez], porque él, porque él me pidió unas cosas a través de Jose [Luis Ábalos] ¿vale? Las hice y he desaparecido. Yo nunca he dado un problema». Es decir, el propio Sánchez, a través de Ábalos, le encomendó encargos de los que Koldo cumplió fielmente antes de apartarse. Esto sugiere que Sánchez utilizó a Koldo para misiones delicadas, dejando luego que cargase con las consecuencias.

2. Sánchez agradeciendo favores a Aldama

La UCO situó a Víctor de Aldama como el «nexo corruptor». Aldama, uno de los empresarios implicados en las tramas de corrupción del PSOE, declaró voluntariamente que Pedro Sánchez quiso conocerle personalmente. De hecho, lo invitaron a un acto del PSOE para agradecerle sus actuaciones en beneficio del Gobierno. Aldama testificó ante el juez que acudió a un evento socialista porque el presidente quería verle «hablar con él» y que Sánchez en persona le agradeció lo que estaba haciendo: «Gracias por lo que haces, me tienen informado»

3. Sánchez, informado de las pesquisas sobre Illa

Un indicio de conocimiento temprano: Sánchez supo con antelación que la UCO investigaba a Salvador Illa (su exministro de Sanidad). Koldo García le confesó a Santos Cerdán, en diciembre de 2023, que Illa también estaba siendo investigado por la Guardia Civil en relación con contratos de mascarillas: «Yo sé que se llegó al presidente, porque (ininteligible) porque yo quise que llegara (ininteligible), ni de un lado ni de otro». Esta revelación se produjo meses antes de que estas pesquisas salieran a la luz pública y detuvieran a Koldo. Todo apunta a que el entorno de Sánchez manejaba esa información confidencial de la UCO, lo que sugiere que el presidente ya conocía el alcance de la investigación mucho antes del estallido del escándalo.

4. Sánchez sabía que Koldo estaba bajo la lupa (septiembre 2023)

Otro indicio de conocimiento temprano. José Luis Ábalos ha destapado en una conversación con OkDiario que en septiembre de 2023 Sánchez ya conocía la investigación de la Guardia Civil sobre Koldo. Ese mes, Sánchez citó a Ábalos (que ya había sido cesado como ministro) en Moncloa y, dando un paseo por los jardines, le reveló que la UCO estaba investigando a Koldo García. Ábalos sospecha incluso que fue el fiscal general del Estado quien alertó a Sánchez de esas pesquisas. 

5. Sánchez avisó a Ábalos antes de las detenciones

En la misma línea, Andrea de la Torre –expareja de Ábalos– ha afirmado a OkDiario que Sánchez advirtió a Ábalos con antelación. Relata que, antes de que la UCO emitiera sus informes, el presidente se reunió con Ábalos y «le cuenta que Koldo está siendo investigado». Es decir, Sánchez personalmente puso sobre aviso a Ábalos de la inminente caída de su asesor, confirmando que el jefe del Ejecutivo manejaba información privilegiada de la operación Delorme (futuro caso Koldo). Este encuentro ocurrió meses antes de la detención de Koldo en febrero de 2024.

6. Sánchez intentó comprar el silencio de Ábalos

Según el testimonio de Andrea de la Torre, Pedro Sánchez envió a Santos Cerdán a casa de Ábalos en febrero de 2024 «por parte de Moncloa» para negociar su silencio. Así lo reveló El Análisis: Diario de la Noche de Telemadrid. Cerdán, entonces secretario de Organización del PSOE, le ofreció al exministro el pago de su defensa legal, contratos en consultoras, colaboraciones en medios y presencia en tertulias, todo a cambio de que renunciara a su acta de diputado y no implicara al partido. Andrea asegura que la reunión está grabada. En sus palabras, «Cerdán era un enviado de Pedro Sánchez».

7. Sánchez lo sabía todo, según Miss Asturias

Otro indicio de conocimiento temprano. Claudia Montes, conocida como Miss Asturias y amiga de Ábalos, ha corroborado públicamente que Sánchez estaba al tanto de toda la corrupción. Según ella, Ábalos (ya fuera del Gobierno) le insinuó que Pedro lo sabía todo sobre las andanzas de Koldo: «[Pedro Sánchez] sabía que Koldo estaba siendo investigado y José Luis Ábalos también», reveló Montes en televisión, basándose en las confidencias del exministro. 

8. Sánchez y la destitución de Ábalos (verano 2021)

Otro indicio de conocimiento temprano. Los investigadores de la UCO apuntan a Sánchez como partícipe en el saneamiento interno del PSOE. Un informe deslizó que Sánchez decidió cesar a José Luis Ábalos en julio de 2021 al descubrir las prácticas corruptas que este y Koldo ya tenían en marcha. En concreto, la UCO sospecha que «habría sido el hecho de que Koldo y Ábalos hubieran podido percibir ingresos por ayudar a otras empresas a espaldas del partido, lo que, presumiblemente, habría originado su cese en verano de 2021». Dicho de otro modo, Sánchez apartó a Ábalos porque supo que su ministro y su asesor manejaban una trama de mordidas paralela, al margen de la financiación del partido. 

9. Sánchez ignoró las advertencias internas contra Cerdán

El entorno más cercano de Sánchez, miembros de la Ejecutiva del PSOE, le advirtió semanas antes del congreso de Sevilla que Santos Cerdán no era de fiar, debido a las sospechas que ya recaían sobre él. Sin embargo, Sánchez ratificó públicamente a Cerdán en aquel congreso, desoyendo las alertas internas y consolidando a su hombre fuerte incluso cuando se multiplicaban los rumores de corrupción en su entorno político.

10. Sánchez inflando contratos investigados

Varios contratos públicos bajo sospecha pasaron por las manos de Sánchez. Se ha sabido por OkDiario que el presidente autorizó en Consejo de Ministros aumentos presupuestarios por más de 50 millones de euros en tres obras adjudicadas a empresas señaladas por la UCO en la trama de comisiones del PSOE.

Esos proyectos (en La Rioja, Sevilla y una autovía) se adjudicaron inicialmente bajo el mandato de Ábalos en Transportes, y Sánchez avaló personalmente las modificaciones al alza, excediendo el 10% legal, con su firma en los acuerdos gubernamentales. Su rúbrica permitió inflar el coste de esas obras —vinculadas a empresas como Acciona, Ortiz o Torrescamara y Levantina, Ingeniería y Construcción (esta última empresa es la del constructor valenciano José Ruz)— en un total de 50,6 millones, dinero del que presuntamente salieron las mordidas para la trama Koldo

11. Sánchez y la subvención de los túneles de Navarra

Otro indicio contundente es que Sánchez aprobó una polémica subvención de 40 millones de euros que benefició directamente a Santos Cerdán. En octubre de 2024, el presidente presidió la reunión del Consejo de Ministros que concedió 40 millones a unas obras de los túneles de Velate (Navarra). Detrás de esa obra está la UTE de Acciona y Servinabar —empresa de la que Santos Cerdán (secretario de Organización del PSOE) es accionista—, y la UCO investiga dicha compañía por pago de comisiones ilícitas. Pese a múltiples alertas de irregularidades por parte de interventores y órganos de control, Sánchez dio su visto bueno personal a la subvención ignorando esos reparos. La adjudicación se aprobó con informes técnicos advirtiendo de procedimientos viciados, falta de transparencia y sin respaldo presupuestario, pero aun así Moncloa tiró adelante para favorecer al proyecto de Cerdán. 

12. Sánchez, identificado como «El 1» en el rescate de Air Europa

La intervención de Sánchez en el rescate de la aerolínea Air Europa (475 millones de euros en 2020) quedó retratada en los mensajes internos de la trama. Un informe de la Guardia Civil revela que Víctor de Aldama —comisionista clave— se refería a Pedro Sánchez como «el 1» en sus conversaciones sobre el salvamento de la aerolínea. En un chat incautado, Aldama informó al dueño de Air Europa: «Me dice [Koldo] que ya te ha llamado el 1… ha servido la llamada». Los agentes concluyen que «el 1» era Sánchez, evidenciando que el presidente movió hilos directamente para que su Gobierno aprobase el rescate. De hecho, consta que Sánchez, la ministra Calviño y Ábalos mantuvieron reuniones en julio de 2020 dando por hecho el rescate.

13. Sánchez dirigió en persona el rescate de Air Europa

Más allá de apodos, Sánchez envió instrucciones directas para salvar Air Europa, saltándose cauces habituales. El 9 de abril de 2025 La UCO entregó al magistrado Leopoldo Puente un informe, que revela cómo el 3 de septiembre de 2020 Javier Hidalgo recurrió a Begoña Gómez para gestionar el rescate a Air Europa ante la falta de acuerdo que hubo en un momento inicial.

En una conversación intervenida por la UCO, Víctor de Aldama aseguraba que Javier Hidalgo «acaba de llamar a Begoña» porque «está jodido, muy jodido el tema». Cinco días después de que Javier Hidalgo (CEO de Air Europa) pidiese auxilio a Begoña Gómez —esposa de Sánchez— por el estancamiento del rescate, el presidente mandó un whatsapp a Ábalos (el 8 de septiembre de 2020) sugiriéndole «dar una vuelta» a la fórmula del rescate y «meditar cómo enfocar»  todo el proceso.

Estos mensajes filtrados (publicados por El Mundo) dejan ver a un Sánchez implicado al máximo nivel en la negociación del rescate, instando a su ministro a ajustar la operación para que saliera adelante. Fruto de esas gestiones personales, el Gobierno aprobó finalmente en noviembre de 2020 un rescate de 475 millones vía SEPI. Los indicios apuntan claramente a que sin la intervención de Sánchez la ayuda quizá no se habría materializado, subrayando su papel protagonista en un asunto ahora cuestionado por conflicto de intereses.

14. Sánchez bajo la lupa por conflicto de intereses

Precisamente, la implicación de Sánchez en el rescate de Air Europa ha llevado a la justicia a reabrir el caso por posible conflicto de intereses. La Ley exige que un cargo público se abstenga en decisiones donde él o sus familiares tengan interés directo o indirecto, y en este caso la esposa de Sánchez tenía vínculos con el dueño de Air Europa.

El Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha ordenado investigar de nuevo si Pedro Sánchez debió abstenerse en la decisión del rescate, después de que la Oficina de Conflictos de Intereses archivara una denuncia sin indagar a fondo. El TSJ concluye que dicha Oficina no realizó «una actividad investigadora mínima para adoptar una decisión» y se conformó con un informe de un folio para exonerar a Sánchez. Ahora, tras el tirón de orejas judicial, se deberá examinar si Sánchez violó la Ley de Altos Cargos al participar en el Consejo de Ministros que aprobó rescatar a una empresa cuyo dueño buscó ayuda de su esposa Begoña. 

15. Sánchez y las primarias amañadas de 2014

Hasta la ascensión interna de Sánchez en el PSOE está bajo sospecha. Un informe de la UCO presentado al Supremo incluye mensajes que sugieren un pucherazo en las primarias socialistas de 2014 para favorecerle. Según esos audios, Santos Cerdán (Ex Secretario de Organización y mano derecha de Pedro Sánchez) ordenó a Koldo García manipular votos en favor de Pedro Sánchez.

La instrucción fue explícita: «Cuando termine apuntas como que han votado esos dos que te faltan sin que te vea nadie y metes las dos papeletas». Koldo cumplió al momento («Ya está», respondió) y Sánchez ganó aquellas primarias frente a Madina. Este amaño encubierto, de confirmarse, implica que Sánchez empezó su liderazgo sobre una trampa electoral interna, lo que añade una sombra de ilegitimidad a su llegada al poder en el partido.

16. Sánchez dio el «OK» al Delcygate

En enero de 2020, cuando la vicepresidenta venezolana Delcy Rodríguez aterrizó en Barajas violando sanciones, Sánchez autorizó en persona ese encuentro clandestino. Un informe de la UCO desveló que José Luis Ábalos (entonces ministro) le informó por WhatsApp de la visita secreta, y el presidente respondió escuetamente: “Bien”. Luz verde a la cita.

La Guardia Civil obtuvo el pantallazo de ese mensaje, evidenciando que Sánchez estuvo al tanto y consintió la polémica reunión. Pese a que públicamente Moncloa negó irregularidades, se ha probado que el presidente dio su beneplácito directo al Delcygate, asumiendo el riesgo diplomático. Ábalos, tras recibir el «ok» de Sánchez, incluso reenvió la captura a Koldo exclamando: «¡Cuánto te quiero!», celebrando que “el 1” no ponía pegas. 

17. Sánchez y la fontanera Leire Díez

Otro indicio de la autoría intelectual de Sánchez en operaciones sucias contra la UCO que investiga la corrupción socialista es el caso de la fontanera Leire Díez. En conversaciones grabadas reveladas por El Confidencial, el empresario Javier Pérez Dolset —impulsor de una campaña de cloacas orquestada por el PSOE— delató quién movía los hilos: «Esto es Pedro Sánchez, directamente con Cerdán… y directamente con Leire. Y además, hay muy poca gente adicional que tenga la información y así va a seguir».

Esta revelación ubica a Sánchez al mando directo de una operación clandestina de propaganda y sabotaje contra la UCO y ciertos jueces. Leire Díez, militante socialista colocada en empresas públicas, fue pieza clave en esa guerra sucia para frenar investigaciones incómodas. Las palabras de Dolset confirman que Sánchez, junto a Santos Cerdán, dirigía en la sombra las maniobras, manteniendo el círculo muy cerrado. En resumen, la cúpula de Moncloa orquestó una operación ilegal y el propio presidente estaba en el centro de la conspiración.

18. Sánchez, citado como jefe en un intento de soborno

Abundando en lo anterior, los fontaneros de Sánchez usaron su nombre para tratar de comprar voluntades según ha revelado El Español. Leire Díez (la fontanera) y el abogado Jacobo Teijelo intentaron sobornar al exdueño del Club de Fútbol Badajoz, Joaquín Parra, para obtener información con la que atacar a la UCO. Según declaró Parra, estos emisarios le prometieron beneficios judiciales, indultos e incluso que «el fiscal general es nuestro aliado», asegurándole que todo lo reportaban directamente a Pedro Sánchez.

Leire y Teijelo se presentaron como enviados de Moncloa capaces de gestiones ante la Fiscalía y la Abogacía del Estado a cambio de información comprometedora. Este hecho, investigado en el «caso Leire», implica que Sánchez no solo estaba informado, sino que se usaba su autoridad como moneda de cambio en chantajes y ofertas clandestinas. En otras palabras, su nombre era la garantía en una trama de extorsión para encubrir la corrupción.

19. Sánchez y los contratos de mascarillas

Durante la pandemia, el Gobierno adjudicó de emergencia contratos millonarios de material sanitario ahora bajo sospecha, y Sánchez estuvo en el centro de esas decisiones. Jesús Manuel Gómez, exsubsecretario de Transportes e imputado en el «caso Koldo», declaró al juez que una comisión interministerial supervisó la compra de mascarillas y se reunía semanalmente con el presidente Sánchez.

Esa comisión, con varios ministros (Ábalos, Illa, Marlaska, Robles), daba luz verde a todas las adjudicaciones urgentes, incluidas las de la empresa investigada Soluciones de Gestión (que recibió contratos por 53 millones). Gómez García aseguró que “Sánchez y sus ministros conocían y autorizaron” esas contrataciones de material sanitario. Es decir, el presidente no fue ajeno, sino promotor y conocedor directo del proceso ahora investigado por sobreprecios y comisiones ilegales. Este testimonio deja claro que Sánchez validó personalmente operaciones opacas de compra de mascarillas, apuntalando su responsabilidad en posibles casos de corrupción durante la crisis del COVID.

20. Sánchez, salpicado por su entorno familiar

La corrupción que rodea al presidente no se limita a asesores y ministros, sino que ha alcanzado a su propio núcleo familiar. Su esposa, Begoña Gómez, está siendo investigada judicialmente por varios delitos: tráfico de influencias, corrupción en los negocios, apropiación indebida e intrusismo profesional. Pedro Sánchez ha tenido que declarar como testigo. En el caso Begoña se indaga si la mujer del presidente del gobierno aprovechó su posición para obtener contratos y favorecer a empresas amigas (como las de formación online vinculadas a Juan Carlos Barrabés).

La montaña de indicios recopilados en su sumario sugiere que el matrimonio presidencial pudo estar implicado en tratos de favor y uso privado de recursos públicos. Esta circunstancia socava la versión de Sánchez de que todo es ajeno a él, pues la línea entre lo público y lo privado en Moncloa se habría desdibujado a beneficio de su familia.

21. Sánchez y el escándalo de su hermano

David Sánchez, hermano del presidente, ha sido enviado a juicio por presunta prevaricación y tráfico de influencias. La jueza de Badajoz que investigó su contratación en la Diputación Provincial determinó que hay indicios suficientes de que obtuvo un cargo directivo sin proceso selectivo justo, creado «a medida» para él y con una entrevista ficticia.

En otras palabras, se le colocó a dedo por ser «hermano de…». El hecho de que un familiar directo de Pedro Sánchez enfrente un juicio por corrupción y nepotismo agrega otro flanco donde la sombra del favoritismo se cierne sobre el presidente. Resulta muy difícil creer que Pedro Sánchez desconocía esas maniobras que beneficiaron a su propio hermano.

22. Sánchez y la asesora de Moncloa imputada

Dentro de Moncloa, personal de confianza de Sánchez habría desviado recursos públicos para fines privados de la familia presidencial. Es el caso de María Cristina Álvarez, asesora de la Presidencia que actuaba como asistente personal de Begoña Gómez. Esta funcionaria está imputada por prestar servicios de su cargo a los negocios particulares de la esposa de Sánchez, algo prohibido por ley. La Audiencia Provincial de Madrid ha ratificado su inculpación, subrayando los indicios de «una clara y palmaria desviación de las labores de un funcionario público respecto de lo que debieran ser sus funciones de ayuda, de mera colaboración y acompañamiento institucional, de seguridad y protocolo, a la persona ligada por vínculos maritales con el presidente».

Correos electrónicos revelan que Álvarez gestionaba patrocinios y proyectos de Begoña Gómez desde su posición oficial, firmando cartas para conseguir fondos para la cátedra de su jefa e incluso reclamando pagos de un máster con el nombre de Begoña. «Me dice Begoña que le encantaría que sigáis como patronos de la cátedra», escribió a una empresa aseguradora, pruebas directas de que Moncloa se usó para fines personales del matrimonio Sánchez-Gómez. La imputación de esta asesora cercana implica que el presidente consintió que su oficina se pusiera al servicio de intereses particulares.

23. Sánchez y el caso Barrabés

La trama alcanza dimensión europea con el empresario Juan Carlos Barrabés, otro amigo del entorno Sánchez. La Fiscalía Europea ha intervenido y ha imputado a Barrabés por irregularidades en contratos públicos vinculados al caso Begoña. En concreto, Barrabés recibió casi 10 millones de euros en contratos de formación financiados con fondos europeos, adjudicados por Red.es (agencia pública). Lo relevante es que Begoña Gómez firmó al menos dos cartas de recomendación a favor de Barrabés para esos proyectos, y gracias a esas misivas se valoraron subjetivamente sus ofertas.

La Fiscalía Europea detectó que hubo malversación, tráfico de influencias y prevaricación en esas adjudicaciones, por lo que ahora investiga a Barrabés y a un directivo de Red.es. Este hecho enlaza a Sánchez de dos modos: por un lado, su esposa avaló con su firma los negocios de Barrabés; por otro, esos contratos inflados con dinero europeo fueron aprobados bajo el Gobierno de Sánchez (dentro del Plan de Recuperación pos-COVID). La imputación europea sugiere que la corrupción del entorno de Sánchez traspasó fronteras, afectando a fondos comunitarios. Para colmo, existe evidencia de la relación cercana de Sánchez con Barrabés, pese a que luego intentó desvincularse.

En enero de 2021, en un acto público, Pedro Sánchez alabó abiertamente al Grupo Barrabés: «He tenido ocasión de conocerlo en primera persona», declaró, refiriéndose al empresario y describiendo su exitosa trayectoria empresarial. El presidente incluso detalló la evolución de Barrabés desde una tienda familiar de montaña hasta un conglomerado global de consultoría, mostrando un conocimiento personal de él. Tres años después, cuando la justicia comenzó a cercar a Barrabés por el caso de las cartas de Begoña, Sánchez declaró ante el juez que no tiene relación con Barrabés aunque se reunieron en la Moncloa varias veces y alabó su empresa.

En resumen: Pedro Sánchez no solo está envuelto por la corrupción de su partido, sino involucrado hasta el fondo en ella. Las investigaciones siguen su curso, pero el relato fragmentario de los hechos ya dibuja una conclusión difícil de ignorar.

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