Hoy Sánchez rompe España
A los vascos la Seguridad Social, a los catalanes el IRPF

Pedro Sánchez. | EFE/ Javier Lizón
Se consuma esta misma mañana una traición monumental, de esas que marcan la Historia General de un país, de España concretamente. Sánchez, cogido por sálvese las partes por los chantajistas, separatistas, catalanes y vascos, les entrega dos competencias que nunca, ninguna Nación que se tenga por tal, ha regalado a pequeños extorsionadores de los que, esta es clave, depende su permanencia en el poder. No le interesa —esa es su coartada— la «España que progresa», ahora mismo su única intención es aplazar su salida del poder que comportará, ya nadie parece dudarlo, una penalización letal para él. Para intentar que sus regalos no rompan definitivamente nuestro Estado solo queda una vía que, ya lo decimos, no se va a experimentar: la intervención precisamente del jefe del Estado para acogerse a lo que le exige la Constitución; guardar y hacer guardar la unidad y permanencia de Nación Española. El Rey Felipe VI no va a caminar por este mandamiento, por lo que solo se puede hallar otro camino: a saber, que la Ley Orgánica que para el caso catalán deberá consagrar el derribo de la Ley Orgánica sobre Financiación Autonómica, sea rechazada en el Parlamento. No hay otra posibilidad.
Sánchez, en un alarde de irresponsabilidad, como dice Juan Bravo, el sereno responsable de Hacienda en el Partido Popular, oficializa la quiebra de la igualdad de todos los españoles, recogida también como orden en nuestra Norma Suprema. Los separatistas catalanes, del brazo del asténico presidente socialista Illa, roban el 100 por ciento del IRPF y además, porque esta es la exigencia de Junts, una vez que tengan en la buchaca el parné recaudado, graciosamente aportarán al sistema nacional únicamente lo que les venga en gana. Esta es su singularidad sectaria. «La Caja de la Seguridad Social —presumen— para nosotros» y, encima, —se ufanan— las competencias de empleo que les cede la vicepresidenta Yolanda Díaz. Hace unas fechas, Manuel Aragón, un emérito de verdad, magistrado del Constitucional que ya en su momento se opuso al Estauto Catalán de Zapatero, alertó de que el país que nació gozosamente en la Transición, está en almoneda. Hoy se cumple ese aviso. Y para redondear, el miércoles Albares lleva de nuevo el catalán a Bruselas. Será un nuevo fracaso, pero Zapatero dirá a Puigdemont: «Más no podemos hacer».
Hoy continúa el escándalo de los puticlubs de la señora de Sánchez. Sobre ellos, un fiscalista de tronío, muchos años en un principal despacho de abogados y otros pocos en el Consejo del Poder Judicial, le escribe al cronista la siguiente reflexión: «Habría que abrir el debate impositivo, son negocios de contado, donde pudiera haber existido alojado dinero B no declarado en su venta». «Asunto —prosigue— interesante desde el punto de vista fiscal, pues, al haber fallecido el suegro de Pedro Sánchez, habría que constatar cómo han presentado los herederos la declaración del Impuesto sobre Sucesiones». El apunte es una llamada de atención para que el PP lo ponga en nómina y expurgue todo lo que en él pueda ser irregular. ¡Qué decir de la UCO, la Agencia Tributaria y hasta la AIREF! Esta semana, en estos días, podemos tener noticias de otros dos asuntos de enorme trascendencia: las declaraciones de Barrabés, el socio de Begoña Gómez, y de un empresario adosado a sus negocios, para exponer cómo se adjudicaron las contratas que recibieron. Recuerden que para este menester, Barrabés exhibió, con total descaro, cartas de apoyo de la propia señora Gómez.
Existe gran expectación al respecto, aunque, quizá, un punto más débil de la que despierta un no desmentido informe de la UCO sobre las trapisondas realizadas por el ahora ministro de no se sabe qué, Ángel Víctor Torres, en su época de presidente de Canarias. A este hombre no le llega la camisa al cuerpo, de tal modo que se ha ido a su periódico de cabecera en el Archipiélago a afirmar que no tiene nada que temer cuando nadie le había preguntado nada: «Excusatio non petita acusatio manifesta». Lo dejamos ahí mientras crece como la espuma la impresión generalizada de que el PSOE ha recibido financiación ilegal procedente de la trama Koldo-Abalos-Cerdán. Las cuentas del exministro acumulan más trampas que las de una película de chinos. Aldama, por detrás, soltando mamporros, ya va adelantado que esa tropelía determinará la caída de Pedro Sánchez, la caída política desde luego, pero también la aparición de su horizonte penal.
En uno similar en cuanto a su definición, por fin la Justicia Española, lenta como la última RENFE, ha determinado que está introducido el jefe de los asesinos de ETA, José Antonio Urruticoechea, alias Josu Ternera, que siempre se ha ido escapando de las cárceles. Él era un preboste de la banda cuando tres criminales, dos hombres, Txapote y Valentín Lasarte, y una mujer, Irantzu Gallastegui, secuestraron al joven de Ermua, Miguel Ángel Blanco, lo tuvieron dos días bajo la presión de una muerte inevitable, y por fin le mataron. Estos días se recuerdan las manifestaciones de repulsa, de horror que recorrieron España, pero menos importancia se está dando al hecho de que, apenas aherrojada la tragedia, el PNV, ayudado por Carlos Garaicechea, se puso a negociar con la banda criminal para impedir que la ola antietarra que se había levantado en el país se convirtiera en un rechazo absoluto al nacionalismo vasco. Así nació el bochornoso Pacto de Estella, corroborado quince meses después del asesinato de Miguel Ángel Blanco. Así se las gasta el PNV; actor y conmilitón de Sánchez. En aquel trance destacaba por el PSOE López Alvarez, alias Patxi, a la sazón, el hombre que le llevaba servilmente la cartera a Nicolás Redondo, el ex-secretario general del Partido al que ahora martillean sus colegas de aquella época, Patxi el primero. Curioso y dramático momento aquel en que el juez Garzón cerró el periódico «EGIN» de la ETA terrorista donde mandaba la socia de Sánchez. Merche Aizpurúa, denunciante de periodistas para los facciosos. Vivir para no creer.
A Cerdán, también interlocutor preferente de Bildu, el fiscal le ha negado la libertad, sobre todo porque, según es rumor extendido en Madrid, en apenas unas fechas la casa del preso puede ser inspeccionada de cabo a rabo por la UCO. Esa puede ser otra gran noticia, la consagración de un rumor de esta semana en la que Feijóo ha envainado definitivamente el florete y ha sacado la navaja albaceteña. Sus colaboradores susurran que el PP no necesita mucho de los periódicos para presentar información propia sobre las suciedades socialistas. Dicen, por ejemplo, que Begoña Gómez no tiene un solo piso en Pozuelo, sino dos más. Aparte del de la calle Tramontana, otro cercano a la Avenida de Europa y un tercero en un enjambre residencial privilegiado. Y es que los dineros de papá Sabiniano daban para mucho. Estos días he pasado por su sauna más céntrica, y el portero de al lado, se me ha acercado: «Llevamos días en que la gente ha dejado de venir». A los herederos de Gómez Hermanos S.L. seguro que no les importa: las colipoterras ya les han rendido suficiente.