The Objective
La semana por delante

Vox tras Jumilla: bombas de racimo contra el PP

«Garzón no volverá a ser juez»

Vox tras Jumilla: bombas de racimo contra el PP

La comunidad musulmana en Jumila, Murcia, en una imagen de archivo.

Lo tienen advertido: han mordido carne y, lejos de clausurar la dentellada, han decidido aumentar la tarascada y colocar a Feijóo en un trance difícil de lidiar. El dilema es simplemente este: o dejar al partido de Abascal solo ante sus desmanes o apuntarse, aunque sea de forma tibia y matizada, a sus propuestas. Todo sucederá esta semana de vacaciones en las que Abascal, de estío perpetuo, le va a regalar a Sánchez una dádiva para que, durante días, Jumilla disimule todas las fechorías que, en curso, afectan al todavía presidente del Gobierno. El de Vox, cada vez más agresivo contra el Partido Popular, pretende llenar todos los ayuntamientos de España, y no únicamente de Murcia, de mociones para impedir que las comunidades musulmanas celebren sus festejos religiosos y aún civiles, en recintos deportivos como es el Campo de Fútbol del mismo equipo de la localidad. A veces el PP se distingue por su torpeza y ésta, y las que vendrán -lo adelantamos- ha reaccionado malamente a la provocación de los ultraderechistas de Jumilla. Los tales cogieron el teléfono a sus socios populares y les colocaron ante un morlaco de muy peligroso toreo. Y el PP, que tiene razón, calló en la trampa: es cierto que de los siete puntos que Vox presentó en el Ayuntamiento murciano el grupo mayoritario únicamente apoyó uno pero, hete aquí, que era el más conflictivo porque este negaba el uso de las instalaciones deportivas municipales a episodios musulmanes como la llamada Fiesta del Cordero. Los siete puntos anteriores no recibieron la ayuda del PP porque, literalmente: «no se ajustan al marco jurídico vigente». Esta es la verdad.

El lío del Montepío se ha montado porque, con la rapidez usual, el PSOE y su Gobierno se han tirado a la carótida de Feijóo presentándole como el adalid de la xenofobia universal, al tiempo, claro está, que como compañero de viaje del «fascismo» (así le proclaman) de Vox. Nadie lo que se dice nadie, se ha atrevido a introducirse en el debate y plantearse, con obligación de respuesta, las dos siguientes preguntas: ¿Altera por ejemplo la Fiesta del Cordero nuestra Constitución? ¿Malversa los usos y costumbres de los españoles de toda la vida? Son cuestiones cruciales que los populares de Jumilla deberían haber debatido antes de aprobar la citada, y séptima, propuesta de Vox. No lo hicieron quizá porque ahora mismo la Presidencia de la Región de Murcia tiene pendientes de un hilo la aprobación de los Presupuestos y no es probable que López Miras tenga la intención de pelearse en público con sus incómodos asociados de Vox. Por lo que se refiere a la interrogante citada: ¿Puede calificarse de ajenas a nuestras costumbres la ejecución del cordero, cuando en nuestros cosos taurinos se celebran corridas de toros con resultado de muerte? Como a este cronista le gusta mojarse, contesto: No.

A otro epígrafe: la Fiscalía de la Audiencia Nacional ha pedido el viernes pasado al Tribunal que se proceda a la «reparación integral» del ex-juez Batasar Garzón. Considera que el Comité de Derechos de la ONU, que preside el alelado portugués Antonio Guterres, dictaminó que, efectivamente, se vulneraron los citados derechos de este personaje que, atención, cumplirá setenta años el próximo 26 de octubre, o sea, setenta, la edad de jubilación de los jueces y magistrados. La izquierda se ha puesto pizpireta con la decisión del fiscal pero ha metido procesalmente la pata porque, veamos: no corresponde a la Audiencia Nacional la sentencia de regresar a la Carrera a Baltasar Garzón; no, es cosa del Consejo General del Poder Judicial. Esta misma semana, y a eso vamos, la Audiencia, su Comisión Correspondiente, se hará cargo del escrito del fiscal, lo dará por sabido, y lo enviará al Consejo del Poder Judicial que, ya en septiembre dictaminará si se le devuelve a Garzón su condición de juez que le fue retirada al ser inhabilitado a 10 años por un delito de prevaricación por intervenir los teléfonos de los abogados de Gürtel. Es decir: que no se las prometa muy felices la izquierda leguleya y sectaria del país, porque las posibilidades de Garzón sentado como juez en un tribunal, aparentan ser las mismas que las que posee este voluntarioso cronista de debutar con el Real Madrid de baloncesto.

Y entramos en escenario de investigación parlamentaria. El PSOE de Navarra con ayuda de los proterroristas de Bildu y con los nacionalistas vascos de Geroa Bai, ha impedido que la sectaria Chivite comparezca en el Parlamento regional para explicar sus evidentes concomitancias con la empresa que ha sido el foro de acogida de Cerdán durante la ejecución de todas sus comprobadas gorrinadas desde la tercera magistratura del PSOE. Sin embargo, la esquelética Chivite tendrá que explicarse en el Senado donde no va a encontrar un gran recibimiento. UPN ha hallado en todas las vicisitudes del «caso Cerdán» la entrada a una política de oposición mucho más dura que la practicada hasta ahora y no va a cesar. UPN ya mira a las elecciones próximas con un mandamiento que aún no ha empezado a cumplir: el del acuerdo con el PP para presentarse de forma conjunta en los parlamentos nacionales y de la propia Navarra. Ya ha avisado un diputado del PP, antiguo de UPN, Carlos García Adanero, que la falta de acuerdo entre los dos partidos de centroderecha supondría exactamente la victoria de Bildu.

Normalmente, por tradición, esta que comenzamos en el día de hoy es la semana más anodina del año desde el punto de vista político. Hace lustros, el parlamentario de UCD, Antonio Jiménez Blanco, granadino y piloto de todos los sarcasmos posibles, advertía: «La mejor forma de meter la pata es irte de vacaciones en el puente de agosto». Y añadía: «Además, son las fechas en que se cuecen todos los relevos». Desde Cataluña llega una especie envenenada para Rufián: pretenden darle la boleta. Su martingala para construir una «Operación Roca II», pero de izquierda rabiosa, puede ser la paletada que le conduzca a la sepultura. Junqueras no quiere que nadie le discuta la primogenitura en Esquerra y Rufián le había cogido gusto a la peripecia. Por eso está en peligro de extinción. Más que los incendios del verano.

Y a este respecto: ¿qué impide que los españoles conozcamos la identidad de los pirómanos que al parecer ya ha han sido detenidos? Necesitamos ver sus caras para, si es posible, cuando nos crucemos con ellos por cualquier capital procedamos a incinerarles el body entero. Tal para cual. Otro sí: aseguran los psiquiatras, varios, que lo que padece Sánchez es un ataque de estrés incontrolable hasta ahora. Tiene una hormona tracionera y revoltosa, el cortisiol, «que le está dejando hecho una verdadera birria», me comunican.

Trump y Putin ¿reparto de botín?

Empieza a imaginarse un evidente reparto de cromos entre los dos líderes mundiales cara a su reunión de este día 15. Un diplomático español, versado en mil destinos, le dice al cronista. «Sin ser muy mal pensados, esto huele a Yalta». Quizá un poco exagerado porque entonces, fin de la II Guerra Mundial y en los albores de la Fría, había más que repartir. ¿Qué queda ahora? Pues en principio Ucrania que se va a quedar en las raspas. Sigan este emocionante sainete en el que, según se avecina, los dos actores principales están de acuerdo de antemano.

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