Gallardo (y algo calavera)
«Los tontos egregios son legión, pero se nos ha olvidado repasar a los tontos autonómicos, que también son meritorios»

Alejandra Svriz
Habíamos diseccionado las tonterías que nos venían prodigando nuestras eximias glorias patrias. Han hecho famosas sus intervenciones Pilar Alegría, Albares, Yolanda Díaz, Óscar Puente, Sira Rego, Óscar López, Mónica García, Diana Morant, Irene Montero y su delegada en el Congreso, Ione Belarra. Los tontos egregios son legión, pero se nos ha olvidado repasar a los tontos autonómicos, que también son muchos y meritorios. Pongamos que hablo de Extremadura. El dirigente local del PSOE, un tal Miguel Ángel Gallardo. El secretario general del PSOE de Extremadura y presidente de la Diputación de Badajoz ha debutado como diputado en la Asamblea extremeña. Estarán ustedes al cabo de la complicidad del socialista Gallardo (y calavera) en los enchufes que en Extremadura tenía el hermano músico que Pedro Sánchez albergaba como inquiokupa en La Moncloa.
Miguel Ángel Gallardo quería plaza en la Asamblea de Extremadura para estar aforado en su inevitable comparecencia ante los jueces, cosa que al final ha conseguido aunque de manera un poco trabajada. Por delante de él había cinco personas en la lista electoral de las autonómicas en 2023: Mª Cruz Rodríguez, Virgina Berrallo, Juan Francisco Ceballos, Mª Dolores Fernández y Pedro Blas, que fueron obligados a dimitir, de buen grado o a la fuerza para que Gallardo quedara en el puesto adecuado para convertirse en el nuevo diputado autonómico.
No vayan a creer que nuestro héroe carece de principios y que no considera rechazables las estrategias de los políticos para aforarse. Prueba de ello, es que una vez alcanzado el suyo ha hecho una propuesta al PP para iniciar los trámites necesarios que acaben con los aforamientos. Hay que tener en cuenta que para ello es necesaria una mayoría de los dos tercios de la Asamblea, una mayoría cualificada que solo pueden obtener el PSOE y el PP.
No deben creer que esto es novedad. Hace ya unos cuantos años, el alcalde socialista de Laredo, Juan Ramón López Revuelta, fue condenado por el Tribunal Supremo a seis años y un día de inhabilitación como autor de un delito de prevaricación por la irregular adjudicación de licencias municipales para construir un apartahotel pese a la existencia de informes técnicos contrarios. La condena obligó a López Revuelta a dimitir de sus dos cargos, el de alcalde y el de diputado regional y al plantearse su relevo en la alcaldía, tuvo que dimitir el número de candidatos necesario para que pudiera conseguir plaza de concejal Juan Ramón López Visitación, que era hijo de López Revuelta. También consiguió concejalía, aunque por méritos propios al haber salido elegida entre los cinco ediles que el PSOE obtuvo en Laredo, Rosalina López Visitación, hija y hermana de los López ya citados. Fue curioso que el nuevo alcalde fuera su hermano, que iba el noveno en la lista electoral en lugar de ella, como si los López de Laredo fuesen los Borbones.
Pero estábamos con lo de Gallardo. Los extremeños se tocan, había titulado una comedia suya Pedro Muñoz Seca que tiempo después transformó en película Alfonso Paso con irregular fortuna. Y Gallardo empató en despeje intelectual con las dos vicepresidentas. Valga como prueba el comentario que le mereció la reciente votación en el Congreso, donde los diputados socialistas extremeños rechazaron una enmienda del PP para evitar el cierre nuclear. Gallardo defendió la postura de su partido. Sostuvo que los diputados del PSOE no votaron «contra» Almaraz, sino contra la «demagogia» y la «falsedad» del Partido Popular, lamentando que estos busquen «enredar» con el asunto. Posteriormente, en la Cadena COPE repitió sus declaraciones ante el periodista Carlos Herrera.
Y lo dijo con estas palabras, incluidos lapsus: «Los diputados del Partido Socialista no han votado hoy contra el cierre de la central de Almaraz. Han votado contra la demoga… contra la demo… a ver que no me sale la palabra, lo que han votado hoy los diputados del Partido Popular [aquí quiso decir quizá Partido Socialista] es contra la demagogia del Partido Popular, contra la falsedad, contra trasladar a los extremeños una falsedad y es que Almaraz se va a cerrar. Almaraz no se va a cerrar».
No hay quien dé menos.
