The Objective
Hastío y estío

Dani Martín y la inquisición progre

«Su democracia consiste en o estás conmigo o estás contra mí. O me votas o eres facha»

Dani Martín y la inquisición progre

El cantante Dani Martín durante uno de sus últimos conciertos en Madrid. | Atilano Garcia (Zuma Press)

La laica inquisición de la izquierda posmoderna no deja de cometer actos impuros y autoritarios. La semana pasada el excantante de El Canto del Loco, y ahora con una larga y exitosa carrera en solitario, Dani Martín, aprovechó uno de los conciertos que dio en Madrid, en el Movistar Arena, para dar su opinión sobre diferentes temas de actualidad.

Los comentarios que no han gustado a esos «jueces» que son los únicos que no son de ultraderecha, franquistas, ni fascistas, como sí lo son para ellos los que no les dan la razón las sentencias de los tribunales de «verdad», son los que les voy a poner a continuación. Pero antes me gustaría saber lo que esta patética inquisición dirá cuando salga la sentencia contra la pareja de Ayuso, en la que todo hace parecer que saldrá culpable. Puede que por ese pequeño instante vuelva a haber justicia en nuestro país. Sólo habrá cambiado que se les ha dado la razón. La justicia sólo existe cuando coincide con sus postulados. Algo muy democrático, si señor. 

Pero volvamos al protagonista de este artículo. Dani Martín aprovechó un parón entre canción y canción del concierto que estaba dando para decir lo siguiente: «Yo os animo a que no votéis a nadie. Para que se den cuenta de que no nos representa ninguno. Todos buscan algo de nosotros, y nosotros valemos demasiado. La pandemia de la covid la sacamos nosotros adelante, de la misma manera que fue el pueblo el único que ayudó para sacar adelante el desastre que dejó la dana. Lo más acojonante es que todo es un bucle donde nadie da explicaciones. Espero que a los jóvenes, a los pequeños, no se lo pongan más difícil, y tengan derecho a una vivienda y un trabajo digno».

A un servidor esas palabras le parecen muy sensatas. Es muy difícil no estar de acuerdo con él a no ser que seas un sectario que le compre a su organización política y mafiosa toda su mercancía averiada. Lo que parece que les ha molestado especialmente a esta caterva indeseable ha sido lo de aconsejar a la gente a que no vote. Se justifican con ese recurso facilón de lo mucho que costó conseguir la democracia, de la sangre derramada para obtener este derecho. Como si el acto de votar eliminara toda posibilidad de un gobierno autoritario y corrupto. Para muestra el botón actual, o los pasados. Los que creemos que nuestro sistema democrático debe mejorar mucho, y además no encontramos ningún partido en quien confiar para que haga esos cambios, no nos queda otra que no ejercer ese derecho. Un abstencionismo activo, el de un servidor, deseoso de salir de él, pero que de momento no encuentra un lugar más democrático que su casa un domingo electoral. 

Los abstencionistas activos, al revés que ustedes, fanáticos ideológicos, no odiamos a los votantes. Es más, envidiamos su fe en unas organizaciones que sólo han demostrado incompetencia, egoísmo y autoritarismo. Pero en el caso de ustedes, esa izquierda posmoderna tan caótica por dentro, como generadora de caos, se agudiza una necesidad de imponerse. Una vez leídas muchas noticias en medios progresistas o de sus «líderes» en las redes sociales, sobre las palabras de Dani Martín, se llega a la conclusión sencilla de que lo que les molesta es que no votes a los suyos. Y es que al cantante se le ha metido en el saco de la ultraderecha, el fascismo y todas esas cosas que dicen estos pobrecillos, no por el hecho de no votar, sino por no votar a los infecciosos partidos que representan. 

Es divertido ver lo abducidos o siniestros que son esa gente. Porque no hay más opción para ellos que una de esas dos. Ahora no sólo el PP y Vox son la extrema derecha para estos radicales «unineuronales», dos partidos, por cierto, que acatan el sistema con todas sus reglas, cosa que ellos no, como demuestra su intención de «meter mano» en la Justicia. Lo de la separación de poderes es una tontería cuando pueden unificarse todos en sus manos. Qué se puede esperar de los que llamaban fascistas hasta a un partido como Ciudadanos. Pues ahora resulta que también lo somos los que no votamos, por la simple razón que con esa decisión no les votamos a ellos. Su democracia consiste en o estás conmigo o estás contra mí. O me votas o eres facha. La libertad de los demás es para ellos algo a extirpar. 

La democracia son ellos. Algo que dice su admirado Maduro en Venezuela, experto en manipular resultados electorales, por cierto. Les gusta mucho imponer el pensamiento único, el único que respetan cuando coincide con el suyo, y si no es posible, se obliga a tenerlo. Y si no te dejas, te conviertes en un defensor de regímenes autoritarios. La paradoja sería brillante si no fuera ejecutada por calaña tan oscura como embrutecida. Sigan votando con «b» sus cabezas contra las urnas electorales, como demuestran sus ideas tan «respetuosas» con las de los demás.

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