Su mochila cargada de tantos Sánchez
«Hoy sería un domingo feliz para mí si los votantes extremeños aniquilaran electoralmente, por este orden, al PSOE y a Vox»

Pedro Sánchez arropa a Miguel Ángel Gallardo en un acto de campaña electoral en Extremadura. | Europa Press
1. Las campañas electorales son más feas que el Fary chupando limón. Los políticos alcanzan unas dosis de miseria insuperables. No deja de producirme regocijo ver cómo se humillan (cómo tienen que humillarse) para rascar votos. Son algo así como sus oposiciones de acceso a la golosina del poder. Aunque no debe de costarles demasiado: ellos son muy así. No en vano, son literalmente lo peor de la sociedad: lo que la sociedad ha excretado hacia arriba, en ese retrete invertido en que se ha transformado la política española. ¿Que esto suena a «antipolítica»? Hombre, yo soy antipolítico porque la política española me hizo así… Pero ojo: hablo desde el abstencionismo unipersonal y desorganizado. La organización partidista de este malestar antipolítico (¡Vox y demás ralea!) es lo peor de lo peor.
2. Hoy sería un domingo feliz para mí si los votantes extremeños aniquilaran electoralmente, por este orden, al PSOE y a Vox. Pero mi Michavila interior me dice que lo primero no será tan definitivo y lo segundo será lamentablemente lo contrario. En cuanto al PP, la incomparecencia de Guardiola le recuerda a mi Michavila interior el gatillazo de Arenas en Andalucía cuando hizo lo mismo. Aunque Arenas no tenía enfrente a un Gallardo irrisorio con su mochila cargada de tantos Sánchez.
3. Sánchez, en la comparecencia conocida ya como «la del bostezo», me quería sonar a algo que no lograba identificar. Hasta que lo identifiqué. ¡Hablaba como aquellos profesores del instituto que abroncaban quejumbrosamente a los alumnos en tono de chantaje emocional! Qué pequeños nos ve el tío. Y qué pequeño (¡qué bobo y pequeño!) es.
4. Lo de Vidal-Quadras pidiendo que echen de El Mundo a Chalequitos Lucas, por ser un disidente de la línea editorial del periódico, indica una vez más los sótanos iliberales en que se mueve el autodenominado liberalismo español; sin duda por no haber nacido en Arequipa ni haberse criado en Cochabamba.
5. El gran Manuel Alberca, catedrático de Literatura y colaborador exquisito de THE OBJECTIVE, publica un libro hermoso y perturbador: Mírame. Enigma y razón de los autorretratos (Confluencias). Su especialidad académica (que es en primer lugar una pasión) es la literatura biográfica y autobiográfica, sobre la que ha escrito estudios mundialmente prestigiosos, como El pacto ambiguo, La máscara o la vida, Maestras de vida y La escritura invisible. Cuando leí este último, dedicado al diario íntimo, me llamó la atención la cantidad de elementos que se podía extraer del género, tanto filológicos como culturales en general, sociológicos, psicológicos y vitales. Con Mírame ocurre lo mismo: su afición a fijarse en los autorretratos artísticos (pictóricos mayormente, pero también escultóricos) en sus visitas a los museos y en sus investigaciones, le ha dado para un imponente volumen de cuatrocientas páginas en el que dice casi todo lo que se puede decir sobre el tema. La pregunta esencial es por la pulsión de muchos artistas por autorretratarse, algo que oscila entre el narcisismo y un afán de verdad, entre la megalomanía y el deseo de conocerse a sí mismos e incluso mostrar sus fragilidades. Hay historia del arte y (sobre todo) contemplación de obras concretas, observaciones, análisis, comparaciones, meditaciones filosóficas y existenciales; un esfuerzo continuo de aprendizaje para la vida. La lectura se hace deliciosa, y va acompañada de ilustraciones de las obras de las que se va ocupando. Son sobrias imágenes en blanco y negro que a mi juicio quedan perfectas, dejándole al lector la posibilidad de buscarlas en color por internet o en sus propias visitas a los museos. Ya que estamos en estas fechas: no se me ocurre regalo navideño mejor.
